El poder, y detrás de él toda la burguesía egipcia, está frente al espectro de las promesas de Sissi. Las huelgas de febrero y marzo de 2014 habían sido ya provocadas por las promesas no cumplidas de Sissi en materia de salario mínimo. Para detener las huelgas, el poder prometió de todo, salario mínimo, nacionalizaciones, sistema de salud… Sin embargo, no mantendrá ninguna de sus promesas. Para echar un...