El regreso de un presidente argentino al Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, cita obligada del establishment imperialista global, después de más de una década, dejó poco saldo contante y sonante, algunas promesas y sobre todo una señal simbólica: Macri se propone llevar al redil de los países poderosos a la oveja que había “descarriado” el kirchnerismo. Algunos analistas opositores se regodeaban con lo magro de la cosecha concreta que...