Los
MSTs se disputan el lanzamiento de Patricia Walsh
¿Rearmar
Izquierda Unida o Frente Clasista y Socialista?
Por José Luis Rojo
El
jueves 10 de agosto se realizó una conferencia de prensa
organizada por el MST-El Socialista donde se lanzó la
precandidatura presidencial de Patricia Walsh. También el
MST-Unite anuncia que hará el lanzamiento de Walsh el
viernes 18. Se ve que la anticipación del calendario
electoral ha llegado a la izquierda. En sí mismo, ante la
coyuntura “chata” que estamos viviendo, esto no tendría
nada cuestionable. Pero el problema es que se pretende
dirimir una discusión de fondo mediante hechos
consumados. Poniendo el carro delante del caballo, lo
que se soslaya es la necesaria discusión acerca del carácter,
los eventuales integrantes y el programa de un
posible y necesario acuerdo de la izquierda que posibilite
una superación independiente y de clase de la
“fragmentación de la izquierda” en el terreno de las próximas
elecciones presidenciales.
¿Otra
vez Izquierda Unida?
Aunque
se llena la boca con la palabra “unidad”, el MST-Unite sólo
se propone desesperadamente... rearmar Izquierda Unida. El
eje absoluto del llamado público en su periódico es al PC:
“llamamos al Partido Comunista, con el que compartimos
Izquierda Unida durante años, a volver a encarar juntos un
proyecto de izquierda, lo mismo que a las personalidades
que integran el espacio por la nacionalización de los
hidrocarburos, al resto de las organizaciones de izquierda,
a los luchadores obreros y populares, a confluir en una fórmula
única de toda la izquierda” (Alternativa Socialista
435).
Pero
“volver a encarar” un proyecto que ya ha fracasado no
tiene nada de “unitario”: configura una simple maniobra
del MST para imponer nuevamente IU como hecho consumado al
resto de los partidos de la izquierda, utilizando a tal
efecto el lanzamiento de Patricia Walsh. Este “gesto
unitario” es un ardid, porque volver a poner en pie
Izquierda Unida, más que para unir, sólo puede servir para
dividir, dejando al margen al resto de las corrientes
de la izquierda que estamos en contra de un frente electoral
que no tenga una clara delimitación de clase.
Porque
con el PC no se puede presentar una alternativa claramente
independiente de todo sector patronal. Este partido no sólo
no defiende la independencia política obrera en general,
sino que tiene en la práctica, en los hechos cotidianos
todo tipo de compromisos con sectores políticos
patronales y el propio gobierno K. Es público que esto
lo ha llevado a no firmar el programa de varios de
los últimos actos del 20 de diciembre o el 1° de Mayo.
Pero
hay más. Integra el “Encuentro de Rosario” con el
banquero Carlos Heller, Margarita Stolbizer (secretaria
general de la UCR) y Víctor De Gennaro, de la CTA. Es
“amigo” del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (del
cual el MTL recibe jugosos subsidios). Es amigo de los
amigos del gobierno K (apoyaría la candidatura a gobernador
de Hermes Binner en Santa Fe). Internacionalmente, apoya a
Lula, a Chávez y a Evo Morales, todos gobiernos
capitalistas.
En
síntesis: con el PC es imposible poner en pie una
alternativa de independencia de clase. Lo que se impondría
sería algo muy distinto: un frente de colaboración con
sectores burgueses. Lamentablemente, esta política
es la que defiende el MST Alternativa.
El
carro delante del caballo
Los
compañeros del MST-El Socialista parecen tener un sesgo
algo más a la izquierda. Su llamado es “al Partido
Obrero, MAS, PTS, FOS y demás fuerzas de izquierda” (El
Socialista 40). Si bien no descartan al PC, señalan que
“por el momento, el PC no levanta un frente de
izquierda” (El Socialista 39).
Sin
embargo, también su procedimiento, producto de su carrera
desenfrenada contra el otro MST, es al revés de como
debería ser. Porque el lanzamiento de la precandidatura
de Patricia Walsh viene acompañado de una serie de valoraciones
que el resto de la izquierda no tiene por qué compartir,
y de hecho, en nuestro caso, de ninguna manera
compartimos. Por ejemplo, Patricia Walsh reivindica públicamente
en Página 12 (11-8-06) la experiencia de Izquierda
Unida, así como su actuación en el Congreso en oportunidad
de la votación (junto con el PJ y el kirchnerismo) de la
nulidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
Posiciones que, como es sabido, en su momento criticamos.
Quizás
los compañeros se ilusionen con lo que está pasando
en el Brasil, donde es un hecho que la candidatura de
Heloisa Helena está alcanzando altísimas intenciones de
voto. Es público que se trata de una candidatura a
izquierda de Lula y el PT y que, por su composición, el
acuerdo PSOL-PSTU-PCB expresa, en los hechos, un frente
independiente de todo sector burgués.[1]
Pero
si hay que tomar el ejemplo del Brasil en el sentido del carácter
“clasista” del frente, de ninguna manera se podría
considerar que Patricia Walsh pudiera ser un factor
“aglutinante” como es el caso de Heloisa Helena. Esto
sería perder todo sentido de las proporciones.
Por
lo tanto, hay que poner el caballo delante del carro: comenzar
la discusión sobre los posibles integrantes, el perfil y el
programa de un eventual frente de la izquierda. Un
programa que nos delimite respecto del gobierno K, pero
también respecto de la ola “progresista” que está
“barriendo” toda la región: los gobiernos de Lula, Chávez
y Evo Morales.
Poner
en pie un Frente Clasista y Socialista
Insistimos
en que el punto de partida debe ser el opuesto al del
MST-Unite: hay que excluir toda posibilidad de
acuerdo con el PC y de “rearmar” Izquierda Unida. Hay
que arrancar al revés: por la discusión de las características
de un eventual frente, de sus componentes y su programa.
Luego,
a partir de esa ubicación, se puede pasar a la discusión
de las candidaturas. Incluso en ese terreno, cabe argumentar
alrededor de cuáles serían las mejores para expresar una
eventual unidad clasista y socialista: nadie es aquí
“figura puesta”. Y esto tiene que ver también con la
posibilidad de proyectar compañeros trabajadores
representativos de las mejores experiencias de la lucha
de clases en los últimos años: las opositoras del SUTEBA,
los compañeros del Subte, Ferroviarios, los hospitales
Garrahan y el Francés, etc., así como representantes de
las distintas corrientes de la izquierda.
Llamamos
entonces a los compañeros del PO, de ambos MSTs, a Patricia
Walsh y al PTS a que realicemos a la brevedad una reunión
donde podamos poner en discusión estas cuestiones.
Nota:
1.
Esto no quita que nuestra defensa de la postulación de
Heloisa Helena no deje de ser crítica. Las
declaraciones de H.H. a lo largo de la campaña (como las
del candidato a vicepresidente del frente), han ido más en
el sentido de una salida meramente democrática “dentro
del marco de la Constitución” que de trabajadores y
socialista. No por nada nuestros compañeros de Praxis en el
Brasil, fueron minoría absoluta en la Conferencia electoral
del P-SOL a la hora de la votación del programa para la
campaña.
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