Atrocidades
cometidas por Israel en Líbano y Gaza
Kirchner,
cómplice del sionismo
A
medida que las atrocidades cometidas por Israel en el Líbano
–y las que sigue cometiendo en Gaza, aunque éstas
quedaron en segundo plano para los medios– generan cada
vez más indignación en todo el mundo, se hace más patente
el carácter nefasto de la política de los gobiernos de la
región, y en particular de Kirchner, al respecto.
El
primer paso fue la vergonzosa declaración de la cumbre del
Mercosur, que ponía en pie de igualdad a víctimas y
victimarios “lamentando” tanto el accionar de Israel
como el de Hezbollah, aunque en verdad hacía más hincapié
en la milicia libanesa. La teoría de los “dos
demonios”, tan repudiada por el gobierno en cuanto de lo
ocurrido entre la dictadura militar y la guerrilla en
Argentina, funciona a pleno cuando se trata de Medio
Oriente.
Con la intensificación de las masacres israelíes,
hasta la ONU, esa cueva de bandidos donde los imperialistas
dirimen sus cuitas, se vio en la obligación de cargar un
poco más las tintas contra las barbaridades cometidas por
el ejército sionista contra la población civil libanesa.
La ONU se vio obligada a hacer declaraciones públicas un
poco menos amables con Israel, mientras EEUU, su principal
aliado y sostén, tragaba saliva.
Por
su parte, Hugo Chávez retiró el embajador venezolano de
Israel (el paso previo a romper relaciones diplomáticas) y
se despachó a gusto contra la agresión al Líbano. Actitud
“combativa” algo tardía, ya que ciertamente no la
exhibió en la cumbre de Córdoba –donde no trascendió
ninguna gran discusión referente a la declaración sobre el
conflicto–, pero que al menos expresa a su manera ese
“giro de la opinión pública” contra Israel.
En
cambio, uno de los pocos gobiernos que no acusó recibo
siquiera de ese hipócrita y lavado cambio de discurso de la
“comunidad internacional” en relación con Israel fue el
de Kirchner. Todos los medios del planeta que habían
satanizado a Hezbollah no tuvieron más remedio que difundir
los crímenes del estado terrorista de Israel que causaron
un horror generalizado, pero la posición oficial del
gobierno argentino no se movió un milímetro.
Kirchner
y su gobierno “progre” y “defensor de los derechos
humanos”, los amigos de las Madres de Plaza de Mayo, no
elevaron jamás su rechazo claro y abierto al mayor acto de
terrorismo de Estado, a la mayor violación de derechos
humanos y a los mayores crímenes de guerra desde la invasión
a Iraq, invasión que Kirchner tampoco nunca repudió. Otra
careta que se le cae a este gobierno, y van... Claro, es más
importante no perturbar los vínculos diplomáticos con el
“amigo americano”, con el gobierno de Bush, el que
alienta, sostiene y apaña a Israel.
La
última novedad es que Kirchner no quiere mandar tropas a la
“fuerza de paz”. Pero esta supuesta “independencia”
debe tomarse con pinzas. Primero, porque en realidad se
apoya en la postura de Brasil. Y segundo, porque puede darse
vuelta: después que el gobierno anunciara que no se iban a
mandar tropas a Haití, los “buenos oficios” combinados
de EEUU y la propia cancillería brasileña lograron
“convencerlo”. Y como ya vimos, este gobierno no se
mueve conforme a “compromisos éticos con los derechos
humanos” ni con ninguna de esas paparruchas. Es bien
concreto: hoy al gobierno de Kirchner no le conviene ir al Líbano.
Si mañana el imperialismo combina presión con alguna
oferta tentadora, allá irán militares argentinos a hacer
el mismo trabajo sucio que están haciendo hoy en Haití.
|