Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 93, 07/12/06
 

 

 

 

 

 

La Plata: sigue la pelea por la aparición de López

Acciones sí, definiciones políticas también

Por Ariel Orbuch

El martes 28 de noviembre la policía bonaerense impidió con balazos de goma y gases lacrimógenos que desde la multisectorial de La Plata escracháramos a González Conti, director de Seguridad de la Policía de Buenos Aires entre 1977 y 1978, bajo la jefatura de Camps junto a Etchecolatz y hoy bajo “prisión domiciliaria”. En aquellos tiempos cumplía tareas en la comisaría 5ª, donde torturaban a López.

La represión a la manifestación fue a los pocos días de que plantaran las llaves en el jardín de la casa de López, en una demostración más de impunidad. Pese a la evidencia de que López está nuevamente desaparecido como en los 70, tanto Kirchner como Solá, se niegan a admitirlo y nos reprimen a los que sostenemos la lucha.

La multisectorial de La Plata, con HIJOS a la cabeza, está a la vanguardia de la lucha por la aparición con vida del compañero López. El espacio, que fue una palanca para hacer un acto independiente del gobierno de Kirchner por el 24 de marzo y que continuó activo en la lucha por condenar y encarcelar a Etchecolatz, organizó a toda la vanguardia de la ciudad y pone en pie múltiples iniciativas a ritmo semanal para instalar la pelea en las calles. El movimiento estudiantil es el que llena de vida las manifestaciones, que ganan en calidad con los paros de Astilleros y el Suteba La Plata. A su vez, la multisectorial se puso a la cabeza de coordinar con los espacios de todo el país donde se lucha por la aparición con vida de López.

En el marco de la unidad en la acción que sostenemos a diario, se empieza a procesar una discusión sobre cómo masificar la lucha por la aparición con vida de López. Recalcamos que la multisectorial es independiente del gobierno de Kirchner y rechazó las posiciones del MST, que sostenía que la vía para avanzar era ir a los pies del kirchnerismo. El silencio cómplice de Carlotto y los demás organismos cooptados por Kirchner, que desde el 6 de octubre no llaman a ninguna acción seria y se dedican a sembrar confusión, confirmó el desastre de ese tipo de posiciones, que nos hubiesen liquidado.

Sin embargo, esa independencia respecto del gobierno no se convierte en planteos políticos que ayuden a hacer la experiencia con el gobierno, lo que impide avanzar. HIJOS, el PCR e inclusive el PTS, entre otras organizaciones políticas y sociales, se niegan a pedir la renuncia de Aníbal Fernández y Arslanián, los responsables de las áreas políticas del gobierno que tendrían que dar respuestas. En una concepción sindicalista, consideran que pegarle al gobierno “es sectario” porque dejaría afuera a sectores ligados al gobierno que levantan aparición con vida.

En realidad, su argumento es equivocado, porque como ya hemos señalado, su negativa a subrayar la responsabilidad política de K en la desaparición de López no ha servido para que la CTA, Abuelas y Madres convocaran a las acciones de masas que podrían haber convocado y hasta ahora se han negado a hacer, a las cuales, desde ya, nos sumaríamos sin duda alguna.

Lo que pierden de vista estas organizaciones es que en la medida en que Carlotto, Bonafini y varios referentes más de la lucha democrática siguen hasta hoy cooptados por el gobierno, la negativa a sacarle la careta a K sólo puede hacer las veces de seguidismo a estos laderos del gobierno, y no la necesaria orientación de masificación de la lucha democrática que se necesita.

Esta es una tarea para nada sencilla, pero para la que no hay atajos. Para cada actividad que hicimos, desde la multisectorial empapelamos y pintamos toda la ciudad. El conjunto de la población está al tanto y sin duda no es indiferente. Pero mientras la gente le crea al gobierno o al menos tenga alguna mínima expectativa, queda atrapada en la gran cortina de humo de K y sus cómplices y se queda en su casa.

Ahí está el ejemplo de la lucha de Cromañón, en la que los familiares sostuvieron la consigna de cárcel a Ibarra, más allá de que a muchos del “campo popular” como la CTA y el PC los “dejara afuera”. Pero, pese a ser menos organizaciones las que impulsamos la lucha, apuntar con decisión a los verdaderos responsables consiguió encarcelar a Chabán y destituir a Ibarra.

A esta altura está claro que limitarse a exigirle al gobierno, sin apuntar directamente la movilización contra él, tampoco consiguió sumar. Un ejemplo gráfico fue la marcha de estatales del día siguiente a la represión, el 29 de noviembre, en la que la dirección de ATE y la CTA provincial se negó a darle la palabra a HIJOS en el acto, pese a que desde la base cantaban con nosotros contra la represión y por la aparición con vida de López. También en la expresa negativa de Yasky a llamar al paro, para no “desestabilizar” a Kirchner y “hacerle el juego a la derecha”.

La definición de no confrontar abiertamente con K, además, no toma en cuenta que empezó una experiencia de sectores de trabajadores y populares con el gobierno, que empieza a sentir los golpes. En la situación política no sólo hay elementos a derecha –como el zarpazo fascista del secuestro de López– sino otros a “izquierda”, a los que el gobierno les tiene que ceder. Entonces, pone una intervención “progre” en el Francés, no reprime en Gualeguaychú –lo que genera serios problemas con el Mercosur– y gira fondos al Clínicas, por poner algunos ejemplos.

Pero esa definición que no se toma en política se pretende sustituir con medidas más duras, que tienden a aislarnos. Entonces, el debate se centra en cómo “endurecer” más la lucha, si sacar o no las vallas que nos pone la policía y cuestiones por el estilo. Se pretende reemplazar con ultraizquierdismo una política conciliadora con la CTA y los organismos pro K que ya tocó sus límites.

A casi tres meses de la desaparición de López, es decisivo avanzar en esta discusión en el marco de fortalecer a la multisectorial.