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Clínicas,
Francés, hospitales bonaerenses…
La
salud en pie de lucha
Trabajadores
de la Salud del MAS
El
estallido del conflicto en el Hospital de Clínicas hizo
saltar nuevamente a la primera plana de todos los medios el
desastre que hay en la salud.
En este
caso se trata de una institución que supo tener en otros
tiempos un prestigio intocable. Era un “hospital
escuela” que dependía directamente de la Universidad,
donde durante largas décadas se formaron miles de
profesionales, médicos y no médicos, con un alto nivel de
excelencia, brindando a los pacientes la atención con los
últimos adelantos en tecnologías medicas
Ese pasado
glorioso quedó definitivamente enterrado cuando frente a
las cámaras de televisión los trabajadores del Hospital
denunciaron la situación terminal en la que se encontraban
después de años de sufrir un deterioro progresivo,
provocado por la aplicación sistemática por parte de los
distintos gobiernos de una política que privilegia la salud
para los ricos, en detrimento de la mayoría de la población
que se tiene que arreglar como puede.
La salud es
otro terreno donde el gobierno de Kirchner mantiene a
rajatabla las políticas privatizadoras impuestas en los 90.
Para corroborar esto no hay que estudiar mucho: basta ir
cualquier día a los hospitales del Gran Buenos Aires o de
cualquier ciudad del interior para verlo.
Prácticamente
todos los sectores hablan de que la salud está en crisis.
Hasta el propio gobierno K lo reconoce mediante el discurso
hipócrita del ministro de Salud Ginés González García.
Pero lo que pocos dicen, y el gobierno oculta, es que hoy la
salud es un gran negocio en manos de un puñado de
capitalistas que coparon el mercado gracias a la ayuda de
los funcionarios de los últimos gobiernos (como Alberto
Fernández, ligado a Provincia Salud). Estos empresarios se
han hecho dueños de las prepagas VIP donde sólo entran los
ricos y, por otro lado, controlan en sociedad con la
burocracia sindical las ex obras sociales sindicales de los
trabajadores, que ahora están aranceladas. Gracias a todo
esto embolsan fabulosas ganancias. Para lograr esto también
hicieron quebrar numerosos sanatorios y clínicas privadas,
algunos de los cuales reabrieron con menos personal, bajos
salarios y convenios flexibilizados, como fue el caso del Güemes.
La superexplotación de los trabajadores es la otra cara del
negocio; eso es lo que hoy intenta la nueva intervención en
el Hospital Francés.
En los últimos
tiempos, especialmente desde el año pasado con el duro
conflicto del Garrahan (donde Ginés García acusó a los
trabajadores de “terroristas sanitarios”), se sucedieron
innumerables luchas en el sector público y privado. A los
tradicionales de provincia de Buenos Aires se sumaron los de
Córdoba, Neuquén, Chaco, Mendoza, Capital Federal y otros.
Durante este año, y por primera vez, salieron los
hospitales de Santa Cruz contra el contrato precario y por
aumento de salarios, y nuevamente Córdoba, Buenos Aires y
los casos ya mencionados del Hospital Francés y del Clínicas.
Lo nuevo
que se destaca de este proceso de luchas es que en muchos
casos el protagonismo de los conflictos lo tuvieron las
asambleas de trabajadores, y también que tienen al frente
nuevas direcciones que enfrentan más decididamente la política
del gobierno. Además se logran triunfos, como el aumento
salarial en el Garrahan y en Córdoba, rompiendo los techos
salariales que querían imponerles, el pase a planta
permanente de 4.800 trabajadores en Córdoba, lucha
impulsada por el nuevo sindicato ATdeMIS (Asociación
Trabajadores del Ministerio de Salud), la derrota y expulsión
de la intervención patotera K del Hospital Francés y
recientemente el envío de dinero fresco y el compromiso del
gobierno de mayor presupuesto después de una semana de paro
en el Hospital de Clínicas.
Estas
luchas tienen el inmenso valor de cuestionar y en algunos
casos quebrar las políticas del gobierno y la burocracia
sindical, pero aún se dan aisladas y sin un plan de
conjunto.
Los
trabajadores de la salud del nuevo MAS participamos de y
apoyamos todas estas luchas, y estamos comprometidos para
que avancen. Con ese objetivo, y aprovechando los días en
los que se realizará el IV Congreso del nuevo MAS,
invitamos a compañeros activistas y delegados de ATdeMIS,
del Garrahan, del Francés, del Fiorito, del Argerich, de
Moreno y de otros hospitales a reunirnos para debatir entre
todos cómo poner en pie una agrupación nacional de salud
que pelee por un programa político-sindical formulado por
los propios trabajadores, que sea una alternativa al
continuismo K responsable hoy de la crisis de la salud del
pueblo trabajador.
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