Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 93, 07/12/06
 

 

 

 

 

 

Hospital Francés: ninguna confianza en la intervención

El plan del gobierno deja afuera a los trabajadores

Trabajadores de Sanidad del MAS

La nueva intervención enviada por el gobierno de Kirchner ha comenzado a “trabajar” en el Hospital Francés. Tiene por delante una ardua tarea: convencer a los trabajadores de que acepten mansamente la quiebra del hospital y su reprivatización, con las consecuencias que ello trae.

El fracaso de la intervención anterior que quiso imponer con la patota un plan similar los ha obligado a cambiar de métodos, pero ojo: mantienen el mismo objetivo. Por eso el nuevo interventor Castrillón recibe a los trabajadores inaugurando “un diálogo respetuoso para sacar el Hospital adelante”. Al mismo tiempo, también desembarcó la Comisión Asesora compuesta entre otros por Graciela Ocaña del PAMI y la periodista Fanny Mandelbaum, demostrando que hay “gente seria y responsable” que va a colaborar en lograr la meta tan ansiada.

Todo parece color de rosas comparado con las épocas del patotero Salvatierra, pero la realidad es que si hoy el hospital no está cerrado, se reincorporaron a despedidos y suspendidos, se echó a la patota y la intervención de Salvatierra y se cobró un mísero subsidio (no sueldo), fue gracias a la lucha y no a que el gobierno es bueno.

Como era de esperar después de tantos días de tensión e incertidumbre, instalada la intervención muchos compañeros aflojan la guardia, especialmente los que menos estuvieron involucrados en la pelea de esos días. Estos compañeros no alcanzan a ver que para negociar, ya sea con el Gobierno o con la intervención que parece más buena, no hay que bajar los decibeles sino todo lo contrario.

Esta intervención es un lobo con piel de cordero. Al reclamo de que pague el sueldo completo y la deuda contesta respetuosamente que ésa no es su función; a la pregunta de cuándo reactiva la atención responde que no sabe, lo que dice (por supuesto) es que los trabajadores tienen derecho a reclamar, pero… sin hacer lío. Al mismo tiempo que se suceden las amables reuniones que no solucionan nada, llueven las citaciones y los procesamientos a muchos compañeros. Denunciamos que el gobierno está chantajeando a los activistas y delegados del Francés con sus jueces amigos, apretándolos con distintas causas para que se queden en el molde.

En este marco, una Asamblea minoritaria decidió realizar dos marchas, una el martes 5, hasta Tribunales, para repudiar la citación en una causa abierta por la vieja Dirección vaciadora y otra el jueves 7, para reclamar que se pague todo el sueldo y la deuda acumulada y una salida de fondo al Hospital. No plantearon la exigencia de la estatización y solicitaron a las organizaciones que vienen apoyando el conflicto que concurran pero sin sus banderas. Lamentablemente, la mayoría de la Comisión Interna avaló este planteo, con el argumento de que había que “unificar a todos los compañeros”, confundiendo a los activistas y trabajadores que hasta ahora peleaban por todo el paquete.

En notas anteriores advertíamos a los compañeros que no había que depositar ninguna confianza en esta intervención y que se debían mantener todos los reclamos juntos. Es un error creer que por bajarse de la estatización el gobierno mantendrá todos los puestos de trabajo, pagará los sueldos o cerrará las causas judiciales.

En otro momento ocurrió algo parecido con “la tregua” que se le dio al gobierno, y a los pocos días los hechos obligaron a la Interna y los trabajadores a rectificar el curso.

Vienen momentos de definición, y la intervención y sus aliados trabajan para enterrar el conflicto. Por eso la tarea número uno de los activistas es el trabajo hombre a hombre, explicando por qué no hay que tener confianza en la intervención y que hay que mantener la lucha por la estatización con control de los trabajadores, porque es la única salida que garantiza la fuente de trabajo para todos.