Hospital
Francés: ninguna confianza en la intervención
El
plan del gobierno deja afuera a los trabajadores
Trabajadores
de Sanidad del MAS
La nueva
intervención enviada por el gobierno de Kirchner ha
comenzado a “trabajar” en el Hospital Francés. Tiene
por delante una ardua tarea: convencer a los trabajadores de
que acepten mansamente la quiebra del hospital y su
reprivatización, con las consecuencias que ello trae.
El fracaso
de la intervención anterior que quiso imponer con la patota
un plan similar los ha obligado a cambiar de métodos, pero
ojo: mantienen el mismo objetivo. Por eso el nuevo
interventor Castrillón recibe a los trabajadores
inaugurando “un diálogo respetuoso para sacar el Hospital
adelante”. Al mismo tiempo, también desembarcó la Comisión
Asesora compuesta entre otros por Graciela Ocaña del PAMI y
la periodista Fanny Mandelbaum, demostrando que hay “gente
seria y responsable” que va a colaborar en lograr la meta
tan ansiada.
Todo parece
color de rosas comparado con las épocas del patotero
Salvatierra, pero la realidad es que si hoy el hospital no
está cerrado, se reincorporaron a despedidos y suspendidos,
se echó a la patota y la intervención de Salvatierra y se
cobró un mísero subsidio (no sueldo), fue gracias a la
lucha y no a que el gobierno es bueno.
Como era de
esperar después de tantos días de tensión e
incertidumbre, instalada la intervención muchos compañeros
aflojan la guardia, especialmente los que menos
estuvieron involucrados en la pelea de esos días. Estos
compañeros no alcanzan a ver que para negociar, ya sea con
el Gobierno o con la intervención que parece más buena, no
hay que bajar los decibeles sino todo lo contrario.
Esta
intervención es un lobo con piel de cordero. Al
reclamo de que pague el sueldo completo y la deuda contesta
respetuosamente que ésa no es su función; a la pregunta de
cuándo reactiva la atención responde que no sabe, lo que
dice (por supuesto) es que los trabajadores tienen derecho a
reclamar, pero… sin hacer lío. Al mismo tiempo que se
suceden las amables reuniones que no solucionan nada,
llueven las citaciones y los procesamientos a muchos compañeros.
Denunciamos que el gobierno está chantajeando a los
activistas y delegados del Francés con sus jueces amigos,
apretándolos con distintas causas para que se queden en el
molde.
En este
marco, una Asamblea minoritaria decidió realizar dos
marchas, una el martes 5, hasta Tribunales, para repudiar la
citación en una causa abierta por la vieja Dirección
vaciadora y otra el jueves 7, para reclamar que se pague
todo el sueldo y la deuda acumulada y una salida de fondo al
Hospital. No plantearon la exigencia de la estatización y
solicitaron a las organizaciones que vienen apoyando el
conflicto que concurran pero sin sus banderas.
Lamentablemente, la mayoría de la Comisión Interna avaló
este planteo, con el argumento de que había que “unificar
a todos los compañeros”, confundiendo a los activistas y
trabajadores que hasta ahora peleaban por todo el paquete.
En notas
anteriores advertíamos a los compañeros que no había que
depositar ninguna confianza en esta intervención y que se
debían mantener todos los reclamos juntos. Es un error
creer que por bajarse de la estatización el gobierno
mantendrá todos los puestos de trabajo, pagará los sueldos
o cerrará las causas judiciales.
En otro
momento ocurrió algo parecido con “la tregua” que se le
dio al gobierno, y a los pocos días los hechos obligaron a
la Interna y los trabajadores a rectificar el curso.
Vienen
momentos de definición, y la intervención y sus aliados
trabajan para enterrar el conflicto. Por eso la tarea número
uno de los activistas es el trabajo hombre a hombre,
explicando por qué no hay que tener confianza en la
intervención y que hay que mantener la lucha por la
estatización con control de los trabajadores, porque es la
única salida que garantiza la fuente de trabajo para todos.
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