Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 93, 07/12/06
 

 

 

 

 

 

Tras la absolución de Eli Díaz

Sólo la movilización va a liberar a Romina

Las Rojas

Dos días después de la marcha del Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, el 27 de noviembre, se conoció el fallo de la Cámara Criminal de Villa Dolores, Córdoba, que absolvió a María Elizabeth Díaz, juzgada por la muerte del bebé producto de una violación. Eli, ahora de 19 años, fue sistemáticamente violada durante 10 años por Alberto Benavídez, el empresario para el que trabajaba como empleada doméstica.  La situación de abuso reiterado desde su infancia y su estado al momento del parto fueron los justificativos del fallo.

El mismo 27 llegó a Jujuy el dictamen de la Corte Suprema que le solicita al Superior Tribunal de Justicia de Jujuy rever los fundamentos por los cuales le niega la excarcelación a Romina Tejerina. Esto podría dar lugar a la liberación (no definitiva) de Romina, que cumple una condena de 14 años de prisión, también por la muerte del bebé producto de una violación. Pero el pedido de la Corte recién llegó a manos de los jueces el 28 de noviembre. Inexplicablemente, el Correo argentino, “nacionalizado” por el gobierno de Kirchner, tardó 21 días en hacer llegar el pedido a manos de los jueces jujeños.

El presidente del Tribunal jujeño es el escritor Héctor Tizón, que entre otras vergonzosas declaraciones ha señalado que Romina nunca fue violada y que por lo tanto cometió un asesinato.

Los casos de Romina, Eli y las chicas embarazadas producto de violación en Guernica y Mendoza reflejan que la violencia y violación de mujeres es muy extendida y es sistemática. El estado y el gobierno son responsables de apañar esta situación, por la impunidad con la que cuentan golpeadores y violadores, que saben de la complicidad de la policía. Kirchner hace ademanes progresistas, por ejemplo, al hacer votar la Ley nacional de salud reproductiva. Pero esa ley está sujeta a que los contenidos los pueda definir la Iglesia y los estados provinciales. No hay verdadera educación sexual en las escuelas para que las mujeres podamos decidir con información cómo evitar, por ejemplo, embarazos que no queremos.

Mientras tanto, el gobierno mantiene presa a Romina y no da un paso concreto fundamental: la legalización del derecho al aborto. Por eso, es el principal responsable de que todavía las mujeres en Argentina no podamos decidir sobre nuestro propio cuerpo.

Tanto el fallo a favor de Eli como la revisión de la libertad de Romina son producto de la lucha de las mujeres. El movimiento ha logrado hacerse oír fuerte en Jujuy y viene creciendo, como se demostró en la masiva marcha del Día de la no violencia.

A pesar de los intentos de algunos sectores, como el PCR o la CTA, de separar la pelea por Romina de la pelea por el derecho al aborto, para no hacer enojar a “aliados” como la Iglesia; a pesar de algunas feministas “históricas” que ven el caso de Romina como una traba para conseguir la legalización del aborto, la mayoría de las mujeres que estuvimos en el Encuentro Nacional de Mujeres de Jujuy y en las calles en el Día de la no violencia, así como las mujeres de Córdoba que se movilizaron por Eli, demostramos que el camino es la movilización por la libertad de Romina y Eli y por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.