Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 99, 29/03/07
 

 

 

 

 

 

Momento de duras luchas contra el techo salarial K

¡Apoyemos a los obreros de Fate y
los docentes del interior!

El gobierno viene manejando la coyuntura política del país. Se esmeró por que el 24 de marzo no estuviera en la agenda de las grandes masas y concentrar toda la atención mediática en su acto en La Perla (Córdoba, ver pág.10). Y la agenda más permanente de las últimas semanas no ha sido otra que las elecciones, donde fuerzas afines a K se han alzado con el triunfo en las provincias de Entre Ríos y Catamarca, terminando de disipar los efectos de la derrota en Misiones de noviembre del 2006.

A este operativo de estabilidad y “achatamiento” de la coyuntura vienen contribuyendo las direcciones de la CGT y la CTA, al dejar totalmente fuera de la agenda la eventual convocatoria a medidas nacionales de conjunto. Todo está pautado para ser gremio por gremio o, incluso, seccional por seccional. Un muy importante ejemplo de esto es el caso de los docentes del CTERA. La dirección burocrática –en manos de Hugo Yasky y Roberto Baradel (SUTEBA)– concretó días atrás la vergonzosa levantada del paro que se insinuaba como el más importante en los últimos años en la provincia de Buenos Aires, buscando dejar al interior aislado.

Amenaza abrirse paso una oleada de duros conflictos

Sin embargo, sería un error creer que el gobierno las tiene todas consigo. Esto no es así: alrededor de las paritarias y el techo salarial K están en desarrollo una serie de duros conflictos de importancia que en varios casos rozan o amenazan desbordar a los dirigentes sindicales y hacer saltar por los aires el andamiaje oficial.

Por ejemplo: la levantada del paro docente en Buenos Aires buscó evitar la nacionalización de la lucha docente, aislando las peleas de las seccionales del interior. Sin embargo, no ha podido evitar el estallido y desarrollo de una serie muy importante de conflictos docentes en las provincias Algunas de estas luchas están adquiriendo proyección nacional: es el caso de la lucha docente (acompañada ahora de estatales y judiciales) en  Santa Cruz, cuya base trabajadora está harta ya de la dinastía K de más de 15 años. Para el jueves 29 está anunciado un paro provincial de todos los trabajadores dependientes del Estado. Y las movilizaciones que se vienen desarrollando en la provincia son las más multitudinarias en años. No se trata sólo de los docentes santacruceños: están en dura lucha los neuquinos y salteños (bajo la forma de autoconvocatoria por fuera de la burocracia) y, con diversas modalidades, los de Santa Fe, Corrientes, San Juan, Jujuy, Chaco, San Luis, La Rioja, Tucumán y Formosa. Y, junto con ellos, los hospitales del Gran Buenos Aires, sectores del gremio grafico, de la UTA, etc.

Con la lucha en Fate, el proletariado industrial empieza a entrar a la pelea

En este marco hay que destacar el proceso en curso en el neumático y sobre todo en la fábrica Fate (ver pág. 4) que estuvo parada por varios días por la base obrera. No se trata de cualquier cosa: en la zona norte del gran Buenos Aires hace años que no se vive la eventualidad de una huelga obrera de la magnitud que puede llegar a alcanzar la de Fate. Se trata de una de las fábricas más importantes de la zona, con cerca de 2.000 trabajadores organizados en cuatro turnos “continuos” (es decir, sin fines de semana). Compañeros que están totalmente hartos de los salarios de miseria y de las condiciones de esclavitud laboral, con enormes ganas y fuerza para salir a la pelea.

Si el resto de las plantas del gremio (Firestone y Pirelli) sólo se han limitado hasta ahora al acatamiento de las medidas llamadas por la dirección del neumático (Pedro Wasiejko, secretario general del SUTNA) en el marco de las negociaciones paritarias, en el caso de Fate no se han limitado a eso. Los compañeros, desde la base y con la fuerza de una nueva generación obrera que entró a trabajar en la última década, vienen imponiendo varios días de huelga “salvaje” dentro de la planta, resolviendo soberanamente en asamblea de cada turno.

Hasta ahora, y ante el hecho consumado de los paros impuestos por la base, la burocracia, buscando no perder pie ante los obreros, se ha visto obligada a legitimar sus decisiones (lo que no ha dejado de tener utilidad), “legalizando” estos paros que van más allá de sus convocatorias, al declararlos post facto como “oficiales” de la seccional sindical.

Métodos duros y paritarios electos en asamblea

El ejemplo de los compañeros de Fate ilustra dos aspectos más: el método de asamblea soberana con la elección de “paritarios” y/o veedores de la base para las negociaciones y la disposición de ir a medidas más duras que expresan los compañeros. Ambos puntos son clave para poder ganar. Porque hay que romper con el mecanismo de que la burocracia pacte con las patronales y el gobierno de espaldas a la base. Y si bien en muchos lugares será seguramente muy difícil elegir paritarios de la base y hacer asambleas, donde se pueda hacerlo hay que ir a fondo con esto.

En el caso de Fate, los compañeros le han impuesto a Wasiejko la realización de asambleas soberanas. E, incluso, la votación de 8 compañeros de base como “veedores” de las negociaciones, que la empresa se ha venido negando rotundamente a admitir. Sin embargo, a pesar de esto, los compañeros terminan sentándose en una oficina contigua a la de las negociaciones, lo que hasta ahora está posibilitando que cumplan su rol de “fiscales”, metiéndoles gran presión a los burócratas, y de punto de referencia de dirección de alternativa ante la primera agachada del sindicato.

Pero hay algo más: la base de Fate ha dicho basta. Los compañeros, correctamente, estiman que “ahora es cuándo”, hay que salir a la lucha. Con las lecciones de la dura derrota de 1991 marcadas a fuego (la patronal organizó un lock-out un fin de semana y dejó a los compañeros peleando por dos meses fuera de la planta), se ha venido rechazando realizar los paros fuera de la fábrica: todo se ha venido realizando adentro, lo que es absolutamente clave para poder ganar esta dura pelea.

En síntesis, los métodos democráticos y duros de pelea son los que pueden y deben crear las condiciones para ganar, dándoles una buena lección a patrones, gobierno K y dirigentes.

La  izquierda independiente y revolucionaria debe jugar todas sus fuerzas para apoyar a los que luchan y están marcando el camino. Un triunfo claro de algunos de los conflictos existentes podría romper el achatamiento que quieren imponer. Marchar en apoyo a los docentes en lucha del interior y estatales de varias provincias. Rodear de solidaridad efectiva los conflictos es la tarea del momento. Difundir y extender las luchas que se dan en los gremios industriales y en algunas fábricas, llevar los reclamos a la sociedad, a las escuelas, facultades y lugares de trabajo; hacer visible lo que quieren que sea invisible: la lucha contra la miseria salarial K y contra la esclavitud laboral.