Momento
de duras luchas contra el techo salarial K
¡Apoyemos
a los obreros de Fate y
los docentes del interior!
El
gobierno viene manejando la coyuntura política del país.
Se esmeró por que el 24 de marzo no estuviera en la agenda
de las grandes masas y concentrar toda la atención mediática
en su acto en La Perla (Córdoba, ver pág.10). Y la agenda
más permanente de las últimas semanas no ha sido otra que
las elecciones, donde fuerzas afines a K se han alzado con
el triunfo en las provincias de Entre Ríos y Catamarca,
terminando de disipar los efectos de la derrota en Misiones
de noviembre del 2006.
A
este operativo de estabilidad y “achatamiento” de la
coyuntura vienen contribuyendo las direcciones de la CGT y la CTA, al dejar
totalmente fuera de la agenda la eventual convocatoria a
medidas nacionales de conjunto. Todo está pautado para
ser gremio por gremio o, incluso, seccional por seccional.
Un muy importante ejemplo de esto es el caso de los docentes
del CTERA. La dirección burocrática –en manos de Hugo
Yasky y Roberto Baradel (SUTEBA)– concretó días atrás la
vergonzosa levantada del paro que se insinuaba como el más
importante en los últimos años en la provincia de Buenos
Aires, buscando dejar al interior aislado.
Amenaza
abrirse paso una oleada de duros conflictos
Sin
embargo, sería un
error creer que el gobierno las tiene todas consigo.
Esto no es así: alrededor de las paritarias y el techo
salarial K están en
desarrollo una serie de duros conflictos de importancia que
en varios casos rozan o amenazan desbordar a los dirigentes
sindicales y hacer saltar por los aires el andamiaje
oficial.
Por
ejemplo: la levantada del paro docente en Buenos Aires buscó
evitar la nacionalización de la lucha docente, aislando las
peleas de las seccionales del interior. Sin embargo,
no ha podido evitar el estallido y desarrollo de una serie
muy importante de conflictos docentes en las provincias
Algunas de estas luchas están adquiriendo proyección
nacional: es el caso
de la lucha docente (acompañada ahora de estatales y
judiciales) en Santa
Cruz, cuya base trabajadora está harta ya de la dinastía K
de más de 15 años. Para el jueves 29 está anunciado
un paro provincial de todos los trabajadores dependientes
del Estado. Y las movilizaciones que se vienen desarrollando
en la provincia son
las más multitudinarias en años. No se trata sólo de
los docentes santacruceños: están
en dura lucha los neuquinos y salteños (bajo la forma de
autoconvocatoria por fuera de la burocracia) y, con diversas
modalidades, los de Santa Fe, Corrientes, San Juan, Jujuy,
Chaco, San Luis, La Rioja, Tucumán y Formosa. Y, junto
con ellos, los hospitales del Gran Buenos Aires, sectores
del gremio grafico, de la UTA, etc.
Con la
lucha en Fate, el proletariado industrial empieza a entrar a
la pelea
En
este marco hay que destacar el
proceso en curso en el neumático y sobre todo en la fábrica
Fate (ver pág. 4) que estuvo parada por varios días por la
base obrera. No se trata de cualquier cosa: en
la zona norte del gran Buenos Aires hace años que no se
vive la eventualidad de una huelga obrera de la magnitud que
puede llegar a alcanzar la de Fate. Se trata de una de
las fábricas más importantes de la zona, con cerca de
2.000 trabajadores organizados en cuatro turnos
“continuos” (es decir, sin fines de semana). Compañeros
que están totalmente hartos de los salarios de miseria y de
las condiciones de esclavitud laboral, con
enormes ganas y fuerza para salir a la pelea.
Si
el resto de las plantas del gremio (Firestone y Pirelli) sólo
se han limitado hasta ahora al acatamiento de las medidas
llamadas por la dirección del neumático (Pedro Wasiejko,
secretario general del SUTNA) en el marco de las
negociaciones paritarias, en el caso de Fate no se han
limitado a eso. Los compañeros, desde
la base y con la fuerza de una nueva generación obrera que
entró a trabajar en la última década, vienen imponiendo
varios días de huelga “salvaje” dentro de la planta,
resolviendo soberanamente en asamblea de cada turno.
Hasta
ahora, y ante el hecho consumado de los paros impuestos por
la base, la burocracia, buscando no perder pie ante los
obreros, se ha visto obligada a legitimar sus decisiones (lo
que no ha dejado de tener utilidad), “legalizando” estos
paros que van más allá de sus convocatorias, al
declararlos post facto como “oficiales” de la seccional
sindical.
Métodos
duros y paritarios electos en asamblea
El ejemplo de los compañeros de Fate ilustra dos
aspectos más: el método
de asamblea soberana con la elección de “paritarios”
y/o veedores de la base para las negociaciones y la
disposición de ir a medidas más duras que expresan los
compañeros. Ambos puntos son clave para poder ganar.
Porque hay que romper
con el mecanismo de que la burocracia pacte con las
patronales y el gobierno de espaldas a la base. Y si
bien en muchos lugares será seguramente muy difícil elegir
paritarios de la base y hacer asambleas, donde se pueda
hacerlo hay que ir a fondo con esto.
En el caso de Fate, los compañeros le han impuesto a
Wasiejko la realización de asambleas soberanas. E, incluso,
la votación de 8
compañeros de base como “veedores” de las negociaciones,
que la empresa se ha venido negando rotundamente a admitir.
Sin embargo, a pesar de esto, los compañeros terminan sentándose
en una oficina contigua a la de las negociaciones, lo que
hasta ahora está posibilitando que cumplan
su rol de “fiscales”, metiéndoles gran presión a los
burócratas, y de punto de referencia de dirección de
alternativa ante la primera agachada del sindicato.
Pero hay algo más: la base de Fate ha dicho basta.
Los compañeros, correctamente, estiman que “ahora
es cuándo”, hay que salir a la lucha. Con las
lecciones de la dura derrota de 1991 marcadas a fuego (la
patronal organizó un lock-out un fin de semana y dejó a
los compañeros peleando por dos meses fuera de la planta),
se ha venido rechazando realizar los paros fuera de la fábrica:
todo se ha venido realizando adentro, lo que es absolutamente clave para
poder ganar esta dura pelea.
En síntesis, los
métodos democráticos y duros de pelea son los que pueden y
deben crear las condiciones para ganar, dándoles una buena
lección a patrones, gobierno K y dirigentes.
La izquierda
independiente y revolucionaria debe jugar todas sus fuerzas
para apoyar a los que luchan y están marcando el camino. Un
triunfo claro de algunos de los conflictos existentes podría
romper el achatamiento que quieren imponer. Marchar en apoyo
a los docentes en lucha del interior y estatales de varias
provincias. Rodear de
solidaridad efectiva los conflictos es la tarea del momento.
Difundir y extender las luchas que se dan en los gremios
industriales y en algunas fábricas, llevar los reclamos a
la sociedad, a las escuelas, facultades y lugares de
trabajo; hacer visible lo que quieren que sea invisible: la
lucha contra la miseria salarial K y contra la esclavitud
laboral.
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