Alerta
por la provocación de Blair-Bush en Irán
¡Fuera ingleses y yanquis del Golfo Pérsico!
No es ningún secreto que el
gobierno de EE.UU. está embarcado en una ofensiva política,
diplomática y militar contra Irán, con el pretexto del
“plan nuclear” anunciado por ese país. El mejor aliado
del genocida Bush, el británico Tony Blair, se encargó de
montar una provocación con el fin evidente de generar un
incidente internacional: 15 marinos británicos ingresaron
el viernes 23 en aguas jurisdiccionales iraníes, obviamente
fueron detenidos y ahora Blair
amenaza con ingresar en una “etapa diferente”.
No aclaró a qué se refería,
pero no hacía falta: sólo cuatro días después llegaba al
Golfo Pérsico una imponente flota yanqui que incluye dos
portaaviones, cuatro destructores, tres cruceros, tres
submarinos, un buque de asalto, 200 aeronaves y más de
12.000 soldados, lo que constituye el mayor despliegue naval
en la región desde la invasión a Iraq, de la que se acaban
de cumplir cuatro años.
Todo esto ocurre cuando en
EE.UU., hasta la timorata oposición demócrata empezaba a
tomar medidas parlamentarias para apurar el regreso de las
tropas yanquis en Iraq. La respuesta de Bush, que se niega
rotundamente a ponerle fecha a la retirada de Iraq, es
redoblar la apuesta, amenazando a Irán. Y ahora no se trata
de discursos, sino de plantar una flota en las narices del
país persa.
Por supuesto, cualquier ataque militar a Irán cuenta con el repudio de
antemano de toda la opinión pública mundial, más todavía
después de la barbarie incalificable que ha traído a Iraq
la invasión de los yanquis y sus aliados. Hasta algunos de
los gobiernos imperialistas europeos tienen temor por el
costo de una nueva irresponsabilidad criminal de los
“halcones” de un gobierno yanqui cada vez más
debilitado en el interior y en el exterior. Inclusive, un
historiador militar británico, Corelli Barnett, llegó a
decir que “un ataque a Irán desencadenaría la tercera
guerra mundial”. Aunque no llegue a tanto, es evidente que
si los yanquis, después de meter la pata en Iraq, meten la
otra en Irán, todo el escenario político mundial podría
cambiar.
Kirchner ayuda a los planes de Bush
En
el plano local, hay que decir que si hay algún terreno en
el que el gobierno de Kirchner muestra la hilacha de su
falso “progresismo” es en la política internacional.
Los incautos creen que hay enfrentamiento con los yanquis
por el acto de Chávez en Ferro. Eso es ver la superficie y
no el fondo de las cosas. La realidad es que cada
vez que Bush necesita un verdadero favor, ahí está
Kirchner. Pasó con la crisis en Bolivia, con el envío
de tropas a Haití en medio de la invasión a Iraq
–liberando marines en el Caribe para que viajen a Medio
Oriente–, con la “contención” del propio Chávez. Y
ahora, Kirchner le ofrece otro regalo: sumarse a la campaña
para demonizar a Irán y convertirlo, ante los ojos de la
opinión pública mundial, en un santuario de terroristas
contra el cual vale todo. En efecto, la escalada diplomática
del gobierno argentino contra Irán por la causa de la AMIA
–una acusación que, como denunciamos en estas páginas,
no aporta la menor prueba seria– es totalmente funcional
al interés de Bush de presentar a Irán como Satanás sobre
la tierra.
En
los hechos, Kirchner ha sido cómplice de la política de
Bush hacia Irán, que no consiste en otra cosa que en
preparar el terreno político y diplomático para pasar a la
acción militar contra ese país. Pruebas al canto: cuando
todas las corrientes no digamos de izquierda, sino
honestamente democráticas y pacifistas, denuncian las
intenciones bélicas de Bush y Blair hacia Irán, la única
señal que emite el gobierno argentino es acusar a Irán…
de terrorismo internacional. ¿Qué mejor favor se le puede
hacer a los planes de la Casa Blanca y la OTAN?
Preparar la movilización de repudio a la agresión a
Irán
Es hora de ponerse en alerta rojo: por más que cuenten con el seguro rechazo de los pueblos de todo el
planeta –incluidos el británico y el estadounidense–,
Bush y Blair son muy capaces de continuar la provocación y
la escalada hasta intentar “justificar” una agresión
militar a Irán. No podemos permitir otro genocidio y otro
desastre como el de Iraq: hay que volver a poner un pie el
movimiento mundial contra la guerra imperial de EE.UU. y
Gran Bretaña en Medio
Oriente.
No
hay tiempo que perder. Antes que la alianza anglo-yanqui
decida la intervención militar, las fuerzas de izquierda,
antiimperialistas y democráticas debemos coordinar la
manera de poner en
marcha el repudio a la amenaza de una nueva masacre contra
los pueblos de la región.
¡No a la agresión imperialista contra Irán!
¡Fuera yanquis e ingleses de Iraq y de todo el Golfo Pérsico!
¡Basta de complicidad del gobierno de Kirchner en la
campaña contra Irán!
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