El PTS frustró una
posibilidad unitaria
Lamentablemente, y
cuando las conversaciones estaban avanzadas en cuanto a
conformar una alianza electoral entre el PTS y el MAS para
las elecciones porteñas del 3 de junio, el acuerdo no se
concretó y ambas organizaciones nos presentaremos por
separado. Las razones son sencillas de determinar y combinan
dos problemas. Por un lado, ciertas diferencias de ubicación
política y perfil de la campaña. Por el otro, una actitud
de los compañeros usual en la izquierda argentina,
relacionada con un “hegemonismo” prepotente que sólo
concibe alguna forma de acción en común sobre la base de
subordinar y/o avasallar a la otra parte.
Las diferencias políticas
fueron esencialmente dos, ambas vinculadas a una evaluación
de la coyuntura por parte de los compañeros que veíamos desequilibrada y que minimizaba la
posibilidad de luchas importantes de los trabajadores, como
lo refleja su prensa.
Primero, el PTS
proponía una campaña a nuestro juicio demasiado “local”, y el perfil
contra el gobierno nacional quedaba relegado a
un segundo
plano.
Para nosotros, eso resulta desubicado: los ejes
“locales” son los de campaña de las fuerzas burguesas
mayoritarias, pero no puede ser así en el caso de
corrientes de vanguardia como las nuestras. Veíamos, por el
contrario, la necesidad de hacer
una campaña
“nacionalizada”, con eje en darle
duro al gobierno de Kirchner y ser los
más intransigentes defensores de los duros conflictos y
luchas de trabajadores (esto, antes que estallara lo de
Neuquén).
El segundo aspecto es que, inexplicablemente, los compañeros
insisten en que la pelea por el
progreso de la causa de la Triple A no
tendría mayor importancia o sería meramente
“propagandística”. Esto nos parece muy serio, porque
hace a desnudar la
política de impunidad de Kirchner para todo lo que atañe
al peronismo y a sus aliados actuales.
A esto se le agregó la cuestión de los
cargos. Desde el nuevo MAS, nos parecía indiscutible
que por su mayor peso militante el PTS debía encabezar la candidatura a jefe de gobierno, y
planteamos que sobre esa base el acuerdo debía ser
estrictamente paritario.
Los compañeros del PTS querían un acuerdo en el que su
hegemonía fuera “visible”, llegando al ridículo de
pretender determinar quiénes podían ser candidatos
nuestros y quiénes no. Lógicamente, con tales premisas la
unidad era imposible.
El escenario electoral se presenta poco favorable para
la izquierda revolucionaria, con múltiples mediaciones
centroizquierdistas y un gobierno que apunta a la reelección.
En ese marco, es lamentable que la falta de sentido de las proporciones y el
hegemonismo hayan privado a un sector de vanguardia pequeño
pero real de la posibilidad de tener una expresión
electoral más fuerte contra el gobierno de Kirchner y las
variantes capitalistas.
Los compañeros interesados están invitados a
consultar en nuestra página web ( www.mas.org.ar/en_el_pais/070404_p_porquenosalioacuerdoptsmas.htm
) el texto presentado por el
PTS y las correcciones y agregados que propuso el MAS, que
sintetizan las diferencias en el plano político.
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