Ni capuchas, ni descargas eléctricas,
ni palizas. Indudablemente, estos iraníes son un hatajo de
salvajes
¿Llaman a esto humillación?
Por Terry Jones, de los Monty Phyton
Terry
Jones, actor, director de cine y escritor inglés, es una de
las figuras más conocidas del grupo Monty Phyton, que
continúa la antigua tradición británica de la sátira política
y social. En este texto de brillante ironía, publicado en
el diario londinense The Guardian
(31-3-07), Terry Jones se burla del vergonzoso final de la
provocación montada por Blair en aguas territoriales de Irán.
Comparto la indignación expresada por
la prensa británica con motivo del trato infligido a
nuestro personal militar acusado de entrar ilegalmente en
aguas territoriales iraníes. Es deplorable.
Nosotros jamás soñaríamos con tratar
así a unos prisioneros: permitirles fumar cigarrillos, por
ejemplo, cuando está perfectamente demostrado que fumar
mata. Y por lo que respecta a obligar a la pobre soldado
Faye a cubrirse la cabeza con un pañolón negro y a
continuación permitir que la fotografía sea distribuida
por todo el mundo, caramba, ¿acaso los iraníes no saben lo
que significa comportarse civilizadamente?
Por amor de Dios, ¿qué hay de malo en
cubrirle la cabeza con una capucha? Eso es lo que hacemos
nosotros con los musulmanes que capturamos: les cubrimos la
cabeza con sacos para que tengan dificultades para respirar.
Después es perfectamente aceptable hacerles fotos y pasárselas
a la prensa, pues de esa manera los cautivos no pueden ser
reconocidos ni humillados como ocurre con esos desdichados
soldados británicos.
Es intolerable también que obliguen a
los prisioneros británicos a hablar por la televisión y a
decir cosas que luego tal vez lamenten. Si los iraníes les
taparan la boca con cinta adhesiva, como hacemos nosotros
con nuestros prisioneros, no podrían abrir el pico. Por
supuesto, de esa forma quizá tendrían más dificultades
para respirar –especialmente con un saco cubriéndoles la
cabeza–, pero al menos no serían humillados.
¿Y qué es esa historia de permitir a
los prisioneros escribir cartas a sus casas diciendo que están
bien? Ya es hora de que los iraníes comiencen a comportarse
como el resto del mundo civilizado: deberían permitir a sus
prisioneros disfrutar de la privacidad del confinamiento
solitario. Ése es uno de los muchos privilegios que los
EEUU conceden a los prisioneros de Guantánamo.
El signo distintivo de un país
civilizado es que no se precipita a acusar a la gente que ha
detenido arbitrariamente en lugares que acaba de invadir.
Los internos de Guantánamo, por ejemplo, han estado
disfrutando de toda la privacidad que pueden desear durante
casi cinco años, y sólo hace poco se han presentado los
primeros cargos contra uno de los detenidos ¡Qué contraste
con la deplorable precipitación iraní para exponer a sus
prisioneros delante de las cámaras!
Más aún, está claro que los iraníes
no están ofreciendo a sus prisioneros británicos ningún
ejercicio físico decente. El ejército estadounidense se
asegura de que los prisioneros iraquíes disfruten de
ejercicio físico bajo la modalidad de excitantes
“posturas estresantes” que los prisioneros se supone
deben resistir durante horas para tonificar los músculos de
su estómago y pantorrillas.
Un ejercicio corriente consiste en
obligarles a erguirse sobre la parte anterior de la planta
del pie y luego encogerse hasta que sus muslos quedan
paralelos con el suelo. Esto produce un intenso dolor y
finalmente, ruptura muscular. Se trata de un saludable y
divertido ejercicio que tiene además la ventaja añadida de
que el prisionero acaba confesando cualquier cosa con tal de
escaparse de él.
Lo cual me lleva a mi último punto.
Está claro, a juzgar por su aparición televisiva, que la
soldado Turney ha sido sometida a presiones. Los periódicos
[británicos] han convencido a psicólogos conductistas para
que analicen la filmación, y todos ellos han concluido que
la chica manifiesta síntomas de “desdicha y estrés”.
Lo que es realmente escandaloso es la
sibilina manera como los iraníes la han hecho “desdichada
y estresada”. La soldado no muestra signos visibles de
electrocución o marcas de quemaduras, y tampoco presenta señales
de palizas en la cara. Eso es inaceptable. Si someten a los
prisioneros a situaciones de maltrato tales como obligarles
a adoptar posturas sexuales comprometidas o recibir
descargas eléctricas en los genitales, al menos que sean
fotografiados, como lo fueron en Abu Ghraib. Las fotografías
deberían luego hacerse circular por el mundo civilizado
para que todos puedan ver qué es lo que está ocurriendo
exactamente.
Como Stephen Glover señaló en el Daily Mail, tal vez no sea justo bombardear Irán como represalia
por la humillación de nuestros soldados, pero está claro
que los iraníes deben sufrir por ello, ya sea incrementando
las sanciones, como sugiere el Mail,
o simplemente consiguiendo que el presidente Bush acelere su
invasión de Irán, la cual planea realizar de todas formas,
y lleve de una vez por todas la democracia y los valores
occidentales al país, como ya ha hecho en Irak.
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