Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 106, 19/07/07
 

 

 

 

 

 

Mafissa

Firmes contra las provocaciones

Corresponsal-La Plata

La patronal de Mafissa pretende utilizar la paritaria abierta para pagar el aumento de 300 pesos que los trabajadores ganaron en heroicos 42 días de toma de la fábrica con reducción de personal y un nuevo convenio flexibilizador, achicando las secciones, acelerando los ya de por sí altos ritmos de producción y haciendo que cada operario haga de todo. Es decir, quiere que los propios obreros se paguen su aumento con la reorganización de la producción a favor de la empresa.

Para intentar avanzar, el burgués Curi puso en marcha toda una serie de provocaciones. Los primeros que entraron a trabajar para poner a andar la producción tras el lock out fueron trabajadores que no participaron de la toma. La empresa profundiza su política de fortalecer una base de trabajadores leal con la patronal y con los viejos delegados de la burocracia echados hace casi 8 meses. A su vez, pese a que se había acordado que quienes no tuvieran tareas también irían a la fábrica, "aconseja" a los operarios que se queden en su casa "total te pagamos el 75%". La medida busca desmoralizar a los que estuvieron en la lucha con el desgaste de largos días sin trabajar, mientras ven que quienes hicieron los deberes con la empresa están en funciones y cobrando la totalidad del sueldo.

Otro punto es que en determinadas tareas que se pusieron en marcha, antes a cargo de los activistas, ahora está otra gente, con lo que da una clara señal de que se juega con todo a la reorganización de la planta y la flexibilización, lo que intentará generar además, el enfrentamiento entre el compañero y su "reemplazante".

Pero lo más preocupante, es que al cierre de esta edición se había puesto en marcha sólo una parte de la producción a más de dos semanas del fin de la toma, cuando, según los propios compañeros cuentan, poner a andar la fábrica a pleno se puede hacer en "3 días o una semana como mucho". Si siguen pasando los días, estamos ante “un lock out de baja intensidad” mientras dure la paritaria para volcar las negociaciones a favor de la empresa. Y cada día que pasa, se puede profundizar el conservadurismo de quien no luchó y hoy trabaja con normalidad. La empresa se juega a que ese sector "se ponga de pie" para frenar a la interna y el activismo si empieza una lucha para volver a trabajar haciendo las mismas tareas que antes del lock out de quienes hoy, de hecho, están "suspendidos" aunque con posibilidad de concurrir a la fábrica.

Durante la toma, la convicción y firmeza en las asambleas del activismo impidió que quienes querían terminar la lucha hicieran pie. Más de una vez, los que sostuvieron la lucha demostraron que no había margen para que metan una brecha los carneros de la burocracia y la patronal.

El gran proceso de reorganización de los trabajadores de Mafissa, con su comisión interna a la cabeza, pasó la prueba de fuego del lock out y se encuentra ante otra dura batalla en otro terreno. Desde el MAS planteamos: pago del 100 por ciento del sueldo a todos los trabajadores, más allá de si hoy la patronal les asigna tareas. Basta de provocar poniendo a trabajar a un obrero en el puesto de otro y de pretender cambios de tareas. ¡Reactivación ya de la producción, con cada trabajador en su puesto! ¡No más excusas para poner a andar la fábrica!

Hay que empezar a calentar motores ya para volcar la paritaria a favor de los trabajadores. El gobierno, tanto nacional, provincial como municipal, permitió que Curi jugara con fuego con el lock out y se negaron a que se declare la responsabilidad de la empresa en la paralización de la planta. Si no pudieron desalojar fue por la firmeza de los trabajadores y porque la presencia de la Multisectorial en las calles les generaría un gran costo político si la represión se les va de las manos en la misma ciudad donde desapareció López y se enjuicia al cura genocida Von Wernich.

A la firmeza en las medidas de lucha hay que acompañarla con un claro embrete al gobierno, darle un firme carácter político a la lucha desde el principio. Los conflictos, más allá de que parten de cuestiones reivindicativas, se definen en el ámbito político. Así pasó en el Hospital Francés donde se consiguió la estatización cuando los trabajadores dejaron claro la responsabilidad de Kirchner en la patota que los quiso desalojar. O en el Casino, cuando denunciaron que el gobierno jugaba para la patronal, que tiene como titular a una persona del entorno del Presidente.

Mafissa se pone de pie junto a la clase obrera. ¡Viva la lucha de Mafissa!