Mafissa
Firmes
contra las provocaciones
Corresponsal-La
Plata
La
patronal de Mafissa pretende utilizar la paritaria abierta
para pagar el aumento de 300 pesos que los trabajadores
ganaron en heroicos 42 días de toma de la fábrica con
reducción de personal y un nuevo convenio flexibilizador,
achicando las secciones, acelerando los ya de por sí altos
ritmos de producción y haciendo que cada operario haga de
todo. Es decir, quiere que los propios obreros se paguen su
aumento con la reorganización de la producción a favor de
la empresa.
Para
intentar avanzar, el burgués Curi puso en marcha toda una
serie de provocaciones. Los primeros que entraron a trabajar
para poner a andar la producción tras el lock out fueron
trabajadores que no participaron de la toma. La empresa
profundiza su política de fortalecer una base de
trabajadores leal con la patronal y con los viejos delegados
de la burocracia echados hace casi 8 meses. A su vez, pese a
que se había acordado que quienes no tuvieran tareas también
irían a la fábrica, "aconseja" a los operarios
que se queden en su casa "total te pagamos el
75%". La medida busca desmoralizar a los que estuvieron
en la lucha con el desgaste de largos días sin trabajar,
mientras ven que quienes hicieron los deberes con la empresa
están en funciones y cobrando la totalidad del sueldo.
Otro
punto es que en determinadas tareas que se pusieron en
marcha, antes a cargo de los activistas, ahora está otra
gente, con lo que da una clara señal de que se juega con
todo a la reorganización de la planta y la flexibilización,
lo que intentará generar además, el enfrentamiento entre
el compañero y su "reemplazante".
Pero
lo más preocupante, es que al cierre de esta edición se
había puesto en marcha sólo
una parte de la producción a más de dos semanas del fin de
la toma, cuando, según los propios compañeros cuentan,
poner a andar la fábrica a pleno se puede hacer en "3
días o una semana como mucho". Si siguen pasando los días,
estamos ante “un
lock out de baja intensidad” mientras dure la
paritaria para volcar las negociaciones a favor de la
empresa. Y cada día que pasa, se puede profundizar el
conservadurismo de quien no luchó y hoy trabaja con
normalidad. La empresa se juega a que ese sector "se
ponga de pie" para frenar a la interna y el activismo
si empieza una lucha para volver a trabajar haciendo las
mismas tareas que antes del lock out de quienes hoy, de
hecho, están "suspendidos" aunque con posibilidad
de concurrir a la fábrica.
Durante
la toma, la convicción y firmeza en las asambleas del
activismo impidió que quienes querían terminar la lucha
hicieran pie. Más de una vez, los que sostuvieron la lucha
demostraron que no había margen para que metan una brecha
los carneros de la burocracia y la patronal.
El
gran proceso de reorganización de los trabajadores de
Mafissa, con su comisión interna a la cabeza, pasó la
prueba de fuego del lock out y se encuentra ante otra dura
batalla en otro terreno. Desde el MAS planteamos: pago
del 100 por ciento del sueldo a todos los trabajadores,
más allá de si hoy la patronal les asigna tareas. Basta
de provocar poniendo a trabajar a un obrero en el puesto de
otro y de pretender cambios de tareas. ¡Reactivación ya de
la producción, con cada trabajador en su puesto! ¡No más
excusas para poner a andar la fábrica!
Hay
que empezar a calentar motores ya para volcar la paritaria a
favor de los trabajadores. El gobierno, tanto nacional,
provincial como municipal, permitió que Curi jugara con
fuego con el lock out y se negaron a que se declare la
responsabilidad de la empresa en la paralización de la
planta. Si no pudieron desalojar fue por la firmeza de los
trabajadores y porque la presencia de la Multisectorial en
las calles les generaría un gran costo político si la
represión se les va de las manos en la misma ciudad donde
desapareció López y se enjuicia al cura genocida Von
Wernich.
A
la firmeza en las medidas de lucha hay que acompañarla con un claro embrete al gobierno, darle un firme carácter político a
la lucha desde el principio. Los conflictos, más allá de
que parten de cuestiones reivindicativas, se definen en el
ámbito político. Así pasó en el Hospital Francés donde
se consiguió la estatización cuando los trabajadores
dejaron claro la responsabilidad de Kirchner en la patota
que los quiso desalojar. O en el Casino, cuando denunciaron
que el gobierno jugaba para la patronal, que tiene como
titular a una persona del entorno del Presidente.
Mafissa
se pone de pie junto a la clase obrera. ¡Viva la lucha de
Mafissa!
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