Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 106, 19/07/07
 

 

 

 

 

 

Declaraciones del jefe de la Policía de Neuquén

“Poblete aún hoy es un referente de
la policía neuquina”

Por Martín Primo

La semana pasada, el jefe de la policía neuquina, el comisario general Rolando Figueroa, dijo que el cabo Poblete, único detenido por el asesinato de Carlos, “aún hoy es un referente de la institución”, dándole un contundente respaldo de parte de la jerarquía policial y buscando con esto que éste se abstenga de prender el ventilador y salpicar a “la institución”.

Estas declaraciones son parte una serie de provocaciones que se vienen desarrollando de parte de todos los poderes del Estado. Esta campaña busca desmoralizar a quienes venimos exigiendo que se castigue a los responsables del asesinato de Carlos, en pos de garantizar la impunidad de Sobisch y del conjunto del aparato represivo.

Pasemos revista: la Legislatura provincial dio el primer paso, y después de que la oposición “progre” montase el circo del juicio político a Sobisch cuando el conflicto estaba en su apogeo, los diputados votaron archivar el expediente sin pena ni gloria; Sobisch en su discurso en la escuela de policía le exigía a ATEN que se autocriticara por haber cortado la ruta el día que fusilaron a Carlos; el juez de la causa, Cristian Piana, le otorgó a Poblete el traslado a Zapala (donde vive su familia y su hermano es comisario), y esperó para dar a conocer esta decisión al 4 de julio, día en que se cumplieron tres meses del asesinato de Carlos (más de una semana después de efectivizado el traslado), y tres horas después que Sandra pidiese en el acto frente a la Casa de Gobierno que no trasladen a Poblete. Por otro lado el fiscal del caso declara que quienes desempeñaban los cargos de subsecretario de Seguridad y el jefe del operativo el día que mataron a Carlos, si es que tienen alguna responsabilidad, es por ser negligentes y no asesinos.

Estas actitudes y declaraciones nos muestran el carácter de este Estado. Nos muestran que es un Estado de la clase burguesa, que tiene la función de defender los intereses de los capitalistas y tratar de mantener a los trabajadores y todos los sectores explotados y oprimidos a raya. Y que para poder cumplir su finalidad cuenta con todo un aparato de funcionarios que va desde el presidente y los gobernadores hasta el ùltimo fiscal, pasando por los diputados y jueces. Pero especialmente cuenta con los aparatos de represión del estado sobre el pueblo, es decir, la policía, la Gendarmería y las Fuerzas Armadas, que cuando los patrones o los gobernantes los necesitan salen al choque contra los trabajadores y el pueblo. Y si hace falta, salen a matar, como fue el caso de la Semana trágica, la Patagonia rebelde, el Proceso militar, los asesinatos el 20 de diciembre del 2001, la masacre en Puente Pueyrredón y Carlos Fuentealba, entre tantos otros.

Por eso es que el comisario Figueroa no miente, lo que indigna es el cinismo con que declara su rol social. Poblete es un referente de la Policía, es un “buen policía” que simplemente estaba cumpliendo con el trabajo sucio de la burguesía para el cual fue preparado. Porque en el fondo la policía no es más que la garante de los intereses de una clase social minoritaria, reaccionaria y asustadiza que para mantener sus privilegios condena a la miseria, la explotación y la represión a millones de trabajadores.