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Declaraciones del jefe de la Policía de Neuquén
“Poblete aún hoy es un referente de
la policía
neuquina”
Por Martín Primo
La semana pasada,
el jefe de la policía neuquina, el comisario general
Rolando Figueroa, dijo que el cabo Poblete, único detenido
por el asesinato de Carlos, “aún hoy es un referente de
la institución”, dándole un contundente respaldo de
parte de la jerarquía policial y buscando con esto que éste
se abstenga de prender el ventilador y salpicar a “la
institución”.
Estas
declaraciones son parte una serie de provocaciones
que se vienen desarrollando de parte de todos los poderes
del Estado. Esta campaña busca desmoralizar a quienes
venimos exigiendo que se castigue a los responsables del
asesinato de Carlos, en pos de garantizar la impunidad de
Sobisch y del conjunto del aparato represivo.
Pasemos
revista: la Legislatura provincial dio el primer paso, y
después de que la oposición “progre” montase el circo
del juicio político a Sobisch cuando el conflicto estaba en
su apogeo, los diputados votaron archivar el expediente sin
pena ni gloria; Sobisch en su discurso en la escuela de
policía le exigía a ATEN que se autocriticara por haber
cortado la ruta el día que fusilaron a Carlos; el juez de
la causa, Cristian Piana, le otorgó a Poblete el traslado a
Zapala (donde vive su familia y su hermano es comisario), y
esperó para dar a conocer esta decisión al 4 de julio, día
en que se cumplieron tres meses del asesinato de Carlos (más
de una semana después de efectivizado el traslado), y tres
horas después que Sandra pidiese en el acto frente a la
Casa de Gobierno que no trasladen a Poblete. Por otro lado
el fiscal del caso declara que quienes desempeñaban los
cargos de subsecretario de Seguridad y el jefe del operativo
el día que mataron a Carlos, si es que tienen alguna
responsabilidad, es por ser negligentes y no asesinos.
Estas
actitudes y declaraciones nos muestran el carácter de este
Estado. Nos muestran que es un Estado de la clase burguesa,
que tiene la función de defender los intereses de los
capitalistas y tratar de mantener a los trabajadores y todos
los sectores explotados y oprimidos a raya. Y que para poder
cumplir su finalidad cuenta con todo un aparato de
funcionarios que va desde el presidente y los gobernadores
hasta el ùltimo fiscal, pasando por los diputados y jueces.
Pero especialmente cuenta con los aparatos de represión del
estado sobre el pueblo, es decir, la policía, la Gendarmería
y las Fuerzas Armadas, que cuando los patrones o los
gobernantes los necesitan salen al choque contra los
trabajadores y el pueblo. Y si hace falta, salen a matar,
como fue el caso de la Semana trágica, la Patagonia
rebelde, el Proceso militar, los asesinatos el 20 de
diciembre del 2001, la masacre en Puente Pueyrredón y
Carlos Fuentealba, entre tantos otros.
Por eso es que el comisario Figueroa no miente, lo que indigna es el cinismo con que declara su rol
social. Poblete es un referente de la Policía, es un
“buen policía” que simplemente estaba cumpliendo con el
trabajo sucio de la burguesía para el cual fue preparado.
Porque en el fondo la policía no es más que la garante de
los intereses de una clase social minoritaria, reaccionaria
y asustadiza que para mantener sus privilegios condena a la
miseria, la explotación y la represión a millones de
trabajadores.
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