Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 106, 19/07/07
 

 

 

 

 

 

La muerte de Ana María

No es un cuento de terror

Hace pocas semanas murió Ana María Acevedo. Esta joven de 20 años tenía tres hijos, de 4, 2 y 1 año. Ana María había solicitado ligarse las trompas, ya que no tenía más medios para sostener a sus hijos que un plan de $150. La autorización nunca llegó.

Meses después, a raíz de una infección provocada por una muela que no le extrajeron a tiempo, se detectó que Ana María tenía tumores en el cuello. Nadie le dijo que en su condición no podía quedar embarazada. En diciembre, Ana viajó a la ciudad de Santa Fe para someterse a quimioterapia y rayos. Se lo negaron, porque estaba embarazada.

Descubierto el hecho de que corría riesgo su vida, el hospital se negó a realizarle un aborto terapéutico. También le negaron el tratamiento contra el cáncer, justamente por estar embarazada. Tres meses después detectaron que había una incompatibilidad sanguínea entre Ana y el feto. El 26 de abril de este año le realizaron una cesárea. El bebé no sobrevivió ni 24 horas.

Mientras Ginés González García, Ministro de Salud de la Nación declaraba en su viaje a Córdoba que “…de hecho ahora no está funcionando en el país la penalización del aborto…”. Dos días después cayó en estado de coma farmacológico y, horas después, murió en la sala de terapia intensiva del Hospital Iturraspe.

Esto no es un cuento de terror. Es la dura realidad de la clandestinidad del aborto. Es la dura realidad que viven las mujeres pobres, que son obligadas a tener hijos, aunque no puedan, aunque no quieran, aunque no tengan cómo sostener una boca más, aunque corra riesgo su propia vida…

Por la presión de las mujeres santafesinas que se han venido movilizando, fue destituido de su puesto el director del Hospital Iturraspe, Andrés Ellena. La ministra de Salud de la provincia, Silvia Rosa Simoncini, fue citada por la legislatura provincial para explicar por qué si bien el caso de Ana María se encuadraba en el artículo 86 del Código Penal, se le negó la posibilidad de seguir con vida. Sus confusas declaraciones dejaron más dudas que certezas sobre su compromiso con la salud de la población. Sin embargo, el gobernador Obeid la mantiene en su puesto. El movimiento de mujeres santafesinas y las mujeres de todo el país exigimos la renuncia inmediata de esta funcionaria por su responsabilidad política.

¡Ana María Presente!

Luchemos por el castigo a los responsables políticos de su muerte

Luchemos por el derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito