Paro
de las opositoras del SUTEBA y escándalo para la lista Lila
El gobierno, Baradel y Perillo contra los
docentes
Docentes del nuevo
MAS
Agrupación Carlos Fuentealba / Lista Gris
Al momento de la salida de esta edición se está
realizando un muy duro
paro de las seccionales opositoras del SUTEBA (La Plata,
General Sarmiento, Lomas de Zamora, Marcos Paz y otras). Con
asambleas masivas la semana pasada, sobre todo en La Plata
(1.000 compañeros) y Gral. Sarmiento (500 asistentes), se
votó este paro de 24 horas, que en los últimos dos días
ha debido enfrentar la “apretada” conjunta de la
Celeste, la Azul y Blanca y los telegramas del gobierno de
Solá, amenazando a los docentes que paren con descontarles
el día.
Es sabido que en el SUTEBA
las seccionales no tienen ningún poder de negociación
formal sobre el salario y condiciones de trabajo, lo que
convierte a los paros de la oposición en medidas de fuerza
fundamentalmente políticas.
Por eso, que las opositoras docentes logren, nuevamente,
imponer un paro con la fuerza y decisión con que lo está
haciendo, contra viento, marea, el gobierno y la burocracia,
es un elemento de inmensa
importancia.
La
base del actual reclamo fue el contraste entre el feroz
salto que está dando a diario la inflación real (el precio
de los zapallitos fue “el” comentario en la asamblea de
Sarmiento) y el miserable aumento “conseguido” a
principios de año por la CTERA y el SUTEBA. Un aumento que
–como era de esperar– fue devorado
por los aumentos de precios con la velocidad de un rayo.
Esta es la razón de fondo para que la medida de lucha venga
fuerte y masiva por
la base.
La Celeste y la Azul y Blanca contra el paro
Lo
particular del caso en el conflicto que se ha abierto es el
lugar que tiene en él la campaña para las elecciones del
gremio. Que las direcciones del CTERA y SUTEBA estuvieron y
están enfeudadas con todos los gobiernos patronales, que
son entregadoras
de una y mil luchas, es algo de lo que muchos compañeros y
compañeras son concientes. Por no ir más lejos, en marzo
pasado levantaron el paro en ciernes en la provincia de
Buenos Aires con la excusa de un aumento miserable, dejando
aisladas las luchas del interior del país (cuya más trágica
consecuencia fue el asesinato de Carlos Fuentealba).
Siguiendo
esta línea, el martes 14 por la noche, en el plenario de
secretarios generales del SUTEBA, Baradel
y Perillo votaron conjuntamente
contra el paro de las opositoras, quitándoles así toda
cobertura legal de manera tal de facilitar el descuento por
parte del gobernador Solá del día de trabajo. Una
canallada que no tiene nombre, y que anticipa el verdadero
contenido que va a tener el “pacto social” (estado,
gobierno y sindicatos) que se viene de la mano de Cristina
K.
Pero
la nueva circunstancia es que la lista Lila, confirmando su
carácter de engendro electoralista, está integrada no sólo
por sectores o agrupaciones que vienen de la izquierda, sino
también por la Azul y Blanca, precisamente encabezada por
el mismo Darío Perillo (secretario de Organización del
SUTEBA), ¡que acaba de votar con
la burocracia del SUTEBA contra
el paro!
Ahora
se ve que lograr la “unidad” a cualquier precio no era
un problema meramente “electoral”. Porque en la actual
coyuntura, Perillo no sólo maniobró
tratando de evitar que las opositoras lanzaran el paro
de manera independiente, sino que, con el paro en la calle, actúa
abiertamente de rompehuelgas.
Lo
más lamentable del caso es que lo hace contando con la complicidad de agrupaciones como Alternativa Docente (MST) o
Docentes en Marcha (IS), integrantes del MIC, que al formar
la Lila juegan, inevitablemente, el papel de comparsas
de Perillo. Esto no
puede disimularse con la pretendida “alternativa” que
propusieron a la medida de paro, la marcha del viernes 10, a
la que presentaron como una marcha “de las opositoras”
cuando en realidad sólo lo era de su propia lista. Fue una
marcha puramente
electoral, que pasó sin pena ni gloria.
La
conclusión que se impone es que las seccionales dirigidas
por la Azul y Blanca no sólo no se suman al paro, sino que la
Lila incluye abiertos rompehuelgas
que pretenden entregar a los docentes luchadores a las
apretadas del gobierno.
La bancarrota del seguidismo
Esta situación plantea un interrogante. ¿Hasta cuándo
agrupaciones que se dicen de “izquierda” van a seguir
haciendo acuerdos por arriba, llenándose la boca de una
falsa “unidad” de espaldas a las necesidades de la base docente que estalla por el
aire en el preciso instante donde se debe salir a luchar?
Pero en vez de cambiar de proceder, esas mismas agrupaciones
seguramente ahora estarán especulando con el supuesto
“error” de haber convocado a esta pelea “por fuera del
sindicato”, por fuera de los marcos “orgánicos”.
Porque
precisamente este punto es parte de las discusiones estratégicas con la Lila. En primer lugar, con corrientes como la
de Perillo: ya
en oportunidad de las discusiones por la conformación de
una lista opositora en el SUTEBA, desde el nuevo MAS habíamos
salido a rechazar el ataque de la Azul y Blanca a los
docentes salteños por ser “autoconvocados”. Pero no sólo
con ella, sino también con el MST e Izquierda Socialista (y además,
otros
grupos “sindicalistas” como Izquierda de los
Trabajadores o el FOS, con presencia en alguna seccional y
que asimismo integran el “rejunte” sindical oportunista
que es el MIC).
El
debate es con la Lila en su conjunto,
porque le temen como a la peste a la acción independiente de la base docente. Paradójicamente, aunque desde
hace años viven llenándose la boca con la palabra
“lucha”, su comportamiento no ha pasado mayormente de
ser “oposiciones de
Su Majestad”, es decir, buscan llevar todo a la vía muerta de la mera “exigencia”, acusando a las agrupaciones
que impulsamos el accionar independiente de
“divisionistas”.
Pero la realidad vale más que mil palabras. Porque las
acciones independientes de las opositoras son cada vez más legítimas y masivas. Y porque la recuperación del SUTEBA y la
CTERA como herramientas nacionales de lucha sólo podrá
venir de que crezca, de manera exponencial, el desborde
a una dirección que, desde el lejano 1988, nos ha ido
llevando de derrota
en derrota.
Parar y votar a la Rosa-Gris-Roja
En estas condiciones, en las próximas semanas, hay que
redoblar esfuerzos alrededor de garantizar e impulsar las
medidas de fuerzas y las instancias organizativas
independientes.
A la vez, ante la cercanía del 6 de septiembre, hay que
desarrollar con fuerza la recorrida de escuelas, la
explicación de por qué ni la Celeste ni la Lila son
alternativas para la base de nuestro gremio y la organización
de las compañeras y compañeros para fiscalizar la elección
del 6.
Llamamos a votar por la Rosa-Gris-Roja, porque sólo ella
levanta un programa de lucha consecuente contra el gobierno
K y por una real alternativa de dirección para nuestro
gremio.
|