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Mar
del Plata después de un primer triunfo
Impasse
del conflicto en el puerto
MAS,
Mar del Plata
mas_mardelplata@gmail.com
Hace
unas semanas Mar del Plata se vio sacudida por una enorme
lucha: la de los trabajadores cooperativizados del puerto.
Como informamos en SoB 107, en nuestra ciudad existen más
de 200 cooperativas del pescado impuestas desde la década
del 90 con el único objetivo de abaratar la mano de obra y
evitar que los sectores patronales se hagan cargo de los
aportes patronales, de la jubilación, obra social, etc.
Durante
años nada pasó, los obreros aceptaron esa imposición,
creyendo ingenuamente que con ello se convertían en socios
en las ganancias (tal fue la propaganda en los 90 destinada
a que se aceptara esta situación). Pero la paz de los
cementerios no es eterna y la paciencia de los explotados
tiene un límite. Bastó que una de las patronales, en este
caso Giorno (dependiente del grupo Valastro) diera la orden
a las 8 cooperativas que de ella dependen (pero que no
admite) de echar a parte de su personal para que todo
estallara. Los trabajadores dijeron basta y se plantaron
durante un mes en las entradas del puerto con los piquetes y
las carpas, impidiendo que pasara el pescado a las plantas
procesadoras.
Tanto
se plantaron y tan resuelta fue su lucha que soportaron los
aprietes, las amenazas, el extremo frío del invierno
marplatense, la traición del SOIP (Sindicato de la
Industria del Pescado), que en todo momento jugó para los
empresarios, la política de aislamiento de la CGT y la CTA,
la complicidad del gobierno de Kirchner que sostiene que
combate el trabajo en negro mientas acepta que sus amigos,
los Valastro, Moscuzza, Di Leva, Mellino, Solimeno, negreen
a los trabajadores, y la presión de las patronales, que
llegaron a cortar la ruta 2 pidiendo la represión a los
obreros del puerto.
Y
tanto se plantaron que obligaron a las patronales a
acercarles una oferta que consistió en lo siguiente: 1)
suma fija horaria de $800 mensuales en concepto de garantía
horaria, haya pescado o no; 2) abrir una mesa de negociación
durante 60 días hábiles entre los sectores patronales, los
delegados de cada una de las cooperativas, el sindicato y el
Ministerio de Trabajo que sea resolutivo con respecto al
blanqueo de los trabajadores cooperativizados; 3)
negociaciones en torno al convenio 161-171/75 (que rige a
todos los trabajadores del pescado en tierra); 4) no se
incluyó cláusula de paz social; 5) incluir en esta mesa la
situación del resto de las cooperativizadas del puerto a
fin de blanquear a los trabajadores.
Esta
propuesta fue aceptada por los trabajadores, que la percibieron como un triunfo. Desde entonces estamos viviendo un
impasse en la lucha de los trabajadores. Se negocia en el
Ministerio de Trabajo, con la CTA como intermediaria (con el
objetivo muy claro de crear un sindicato paralelo al SOIP,
dividiendo aún más a los trabajadores de la pesca, política
para la que cuentan con la ayuda inestimable del Partido
Comunista) y bombero de la situación, con las patronales
intentando que el blanqueo se circunscriba únicamente a las
8 cooperativas dependientes de Giorno y que el ejemplo de
lucha no se traslade al resto de las 200 cooperativas. Al
momento de escribirse esta nota, llega la noticia de que en
una cooperativa que no había estado en conflicto hubo 15
despidos ante el intento de los empresarios de obligar a los
trabajadores a aceptar condiciones de trabajo aún más
flexibilizadas ante la falta de pescado. Y que los obreros
de esa planta instalaron una carpa frente a la planta y se
van a movilizar al Ministerio.
El
trasfondo de toda esta situación es que el recurso, el
pescado, está en grave peligro por la sobreexplotación que
se ha hecho. Esto es normal para el capitalismo: si se agota
un recurso, se busca otro que genere más rentabilidad. De
hecho, ya se viene investigando la posible existencia de
petróleo frente a las costas de nuestra ciudad y de toda la
Patagonia (para ello se pidió un informe al INIDEP,
Instituto Nacional de Investigación Pesquera)
Hasta
ahora, los obreros del pescado, con sus métodos del
piquete, el acampe, las asambleas, dieron un pequeño paso
que sirvió para despertar a un gigante dormido. Las
patronales quieren darle un golpe a ese gigante. Es tarea de
los sectores clasistas apoyar con todas nuestras fuerzas
este proceso, aportando a clarificar la lucha. Porque los
empresarios y la burocracia sindical quieren que todo siga
como antes.
Los
compañeros del MAS estuvimos desde el primer día aportando
con nuestras fuerzas al desarrollo de esta lucha, llevando
la solidaridad, vinculando sectores, intentando que el
conflicto trascienda el puerto y se instale como conflicto
en la ciudad. Eso hicimos y eso seguiremos haciendo. Porque
de la lucha de los trabajadores por mejores condiciones de
trabajo y para que se le reconozcan sus derechos, depende
también que se detenga el saqueo de este recurso natural.
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