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Travestis
en situación de prostitución y la discusión del Rosedal
Organizarse
por trabajo genuino para
las compañeras travestis
Por
César Rojas
Agrupación
Carne Clasista
carneclasista@yahoo.com.ar
Días
pasados la decisión de García Elorrio (subsecretario de Áreas
Protegidas del Ministerio de Medio Ambiente del Gobierno de
la Ciudad Autónoma de
Bs. As.) de expulsar del Rosedal de Palermo a compañeras
travestis en estado de prostitución, originó fuertes
discusiones y movilizaciones de las agrupaciones de minorías
sexuales hasta
la sede de la Jefatura de Gobierno porteño. Esto obligó a
Telerman a tener que suspender rápidamente la medida. Como
ya hay negociaciones en curso, creemos pertinente aportar a
la discusión de fondo que este hecho pone sobre la mesa, en
el sector más oprimido de las minorías sexuales en el que
la violencia patriarcal y la opresión de clase muestran sus
efectos más dramáticos. Intentaremos también profundizar
el debate sobre las posibles salidas al problema que como
movimiento enfrentamos.
La
resolución (ahora en suspenso) del ex Ucedeísta García
Elorrio, prohibía expresamente la oferta de servicios
sexuales en el Rosedal al considerarlo como sitio histórico.
La medida hacía lugar a un pedido que hace más de un año
la defensora del pueblo Alicia Pierini, formulara ante el
reclamo de unos “vecinos”. Según declaró luego a la
prensa, para el funcionario el problema no sería tanto la
oferta de sexo, sino “las 3.000 personas que circulan allí
por noche y que vandalizan, pisotean y ensucian el parque
histórico”. Pareciera ser que a los sensibles vecinos y a
los funcionarios del Gobierno de la Ciudad les preocupan más
un par de preservativos arrojados en los cientos de miles de
metros cuadrados que forman el Rosedal, que el hecho de que
una cantidad de personas se vean empujadas a sobrevivir en
estado de prostitución (1), exponiéndose a la violencia,
los maltratos de la policía y la explotación, las
enfermedades y el desamparo al que este mismo Estado las
arroja.
Ante
esta medida, las compañeras rápidamente se movilizaron y
tomaron la calle al grito “del Rosedal no nos vamos, y si
nos echan de acá nos vamos a la Plaza” (por Plaza de
Mayo). El Gobierno obligado a retroceder propuso una “mesa
de diálogo” entre distintas instancias gubernamentales,
los vecinos y las agrupaciones del reformismo que primero se
movilizaron: la Federación LGBT
y ATTTA
(2). La primera reunión de esta mesa de diálogo ya se
concretó la primera semana de agosto, quedando a las claras
que la propuesta no son más que espejitos de colores de una
gestión saliente desesperada por no “hacer olas” y en
dejar sus cuentas en orden al macrismo, pero que sus
promesas de solución quedarán en nada.
Recordemos
que las compañeras travestis son un sector muy vulnerado de
las minorías sexuales por su condición de clase y las
distintas dificultades que a diario deben enfrentar. La
mayoría de ellas son expulsadas tempranamente de sus
hogares, a los 12 y 13 años, con lo cual se les corta la
posibilidad de continuar los estudios (inclusive hasta los
primarios). Generalmente se desplazan a centros urbanos como
la Capital y la prostitución es el único medio de
subsistencia. Pero la imposibilidad de un trabajo digno, la
persecución y el hostigamiento policial, los problemas de
salud y vivienda que conllevan la situación de prostitución,
da un promedio de vida de no más de 35 años.
Para
entender la disputa sobre el Rosedal, una especie de “zona
roja” que se dio de hecho, es necesario mencionar que la
reforma del Código Contravencional de Buenoss Aires (antes
Código de “Convivencia”) de 2004,
establece que la “oferta de servicios sexuales en
la calle, sólo puede darse a más de 200 metros de
escuelas, iglesias o lugares públicos”. Esto obligó a
mujeres y travestis en estado de prostitución a desplazarse
de lugares y calles donde habitualmente
se ubicaban.
Como
en ocasión de la reforma del Código, lo que está en juego
es avanzar en el intento de “normalizar” la ciudad,
sacando de la vista las consecuencias de las políticas de
hambre, saqueo y superexplotación capitalistas.
Preparando
el terreno para su próxima gestión, sectores del gobierno
afines al macrismo comienzan a “testear” hasta dónde
podrán avanzar con la represión y “la limpieza social”
para imponer su proyecto político: una ciudad que “va
estar buena”, sólo para los empresarios de los negocios
inmobiliarios y de servicios para turistas ricos. Por
supuesto que para allanar el camino a esto, este sector de
la derecha intentará avanzar en la autonomía porteña con
policía propia, cárcel contravencional, y “ números que
cierren” en las cuentas del Estado, aunque esto sea a
costa de represión a las minorías sexuales y
mujeres en situación de prostitución, la
criminalización de la protesta social, los despidos de
trabajadores precarizados del Gobierno de la Ciudad y más y
más ajustes. Para eso cuentan con la complicidad de la
gestión saliente y la venia del gobierno nacional.
Aclaremos
de paso, que este “giro electoral a la derecha” que fue
el triunfo de Macri, no implica en modo alguno la lisa y
llana entrada a un escenario “neofascista”, ni mucho
menos, pero sí que habrá que prepararse para enfrentar
eventuales embates represivos, donde por distintos medios la
derecha buscará amedrentar la protesta social, sacar al
activismo de la calle y deshacerse de todo aquello que vaya
en contra de su proyecto político.
Ante
esta situación desde Carne Clasista creemos que debemos
organizarnos de manera independiente del Gobierno y del
Estado sin depositar ninguna confianza en el Gobierno, no
como hacen las agrupaciones del reformismo. De ninguna
manera hay que entrar en la trampa de confundir la discusión
hacia la que pretende llevarnos el gobierno. La “mesa de
diálogo”, como tantas otra mediaciones a la que nos tiene
acostumbrado el gobierno, y en la que también estarán los
“paquetes vecinos” molestos por la presencia de las
compañeras y la suciedad del Rosedal, no es más que una
“cortina de humo” para confundir la discusión de fondo.
Allí no hay nada que conciliar ni negociar con ellos, se
trata de exigirle al Estado y al Gobierno soluciones de
fondo para las compañeras, esto es: trabajo
genuino, planes de capacitación y formación que permita a
las compañeras salir del estado de prostitución,
desarrollarse y acceder a sus derechos conculcados en
educación, salud, vivienda y trabajo. Por
eso el conjunto de las minorías sexuales debemos
organizarnos para dar esta pelea junto a las compañeras.
Pero para lograrlo, como siempre es imprescindible la
organización, el debate y el avance en la conciencia de la
lucha. También debemos pedir la solidaridad de todas las
agrupaciones de minorías sexuales, del movimiento de
mujeres y organizaciones políticas y sociales para exigir
soluciones de fondo. Ligado a esto, sigue en curso el desafío
de lograr la derogación
de los Códigos represivos como el Código
Contravencional de Bs As, profundizando y extendiendo la
lucha con la Campaña Nacional contra los Códigos
Contravencionales y de Faltas, para terminar con la represión
hacia las minorías sexuales. Desde la agrupación de minorías
sexuales Carne Clasista, hacemos un llamamiento a todas las
organizaciones y activistas para continuar con el debate y
la construcción de una coordinación organizada de estas
luchas.
Notas:
1-
Al igual que en el caso de las mujeres, hay agrupaciones que
reivindican la prostitución como un “trabajo”, llegando
algunas a tener un encuadramiento sindical dentro de la CTA
como “trabajadoras sexuales”. Tal es el caso de AMMAR
CTA (asociación de mujeres meretrices argentinas en CTA).
Desde ya que en modo alguno adherimos a esta postura
totalmente equivocada que perpetúa bajo una supuesta
“sindicalización progresista” los valores
patriarcales más reaccionarios, violentos y explotadores
sobre mujeres y travestis. Conservamos sí la denominación
de “estado o situación de prostitución” como muchas
agrupaciones de minorías y de mujeres (Las Rojas, ALITT,
AMMAR Capital, etc).
2-
La Federación Argentina Lésbica Gay Bisexual Trans y
Asociación Travestis,
Transexuales y Trangéneros de Argentina, en la pasada Campaña
electoral de Capital, salieron a hacer campaña abiertamente
por Daniel Filmus
el candidato K, en la segunda vuelta y se encuentran
trabajando codo a codo hace tiempo con el Instituto Nacional
contra la Discriminación, que dirige la “conversa”
kirchnerista de
M. J. Lubertino; así que no resulta extraño su espíritu
“conciliador” y esperanzado en las “promesas” del
gobierno y la confianza en el Estado burgués y patriarcal.
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