Honduras:
jornada nacional de lucha unitaria
Ahora
hay que preparar el paro cívico nacional
En
las últimas ediciones de SoB
publicamos una serie de artículos de los compañeros
del PST de Costa Rica sobre
la resistencia al TLC en ese país y las consecuencias
devastadoras de éste en toda la región. La lucha contra
las consecuencias del tratado ha tenido un nuevo hito en la
Jornada Nacional de Lucha en Honduras. Reproducimos –como
parte del valioso acuerdo de relacionamiento mutuo– un artículo
que nos enviaron los compañeros del Partido de los
Trabajadores hondureño.
La
Jornada Nacional de Lucha Unitaria, organizada por la
Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP), la CUTH
y el COCOCH fue un éxito total. Se registraron 16 tomas de carretera en todo el
país involucrando a más de cincuenta mil personas,
exigiendo al gobierno respuesta a un pliego de demandas.
El
pueblo hondureño se hizo sentir a lo largo y ancho del
territorio. Los bloqueos se realizaron en Colón, Ceiba, El
Progreso, La Guacamaya, San Pedro Sula, Santa Bárbara, Copán,
Ocotepeque, Siguatepeque, Comayagua, Tegucigalpa, Juticalpa,
Danlí, Choluteca incomunicando el país.
Las
tomas se iniciaron de manera sincronizada desde tempranas
horas de la mañana por las distintas expresiones del
movimiento popular: maestros, sindicalistas, así como
campesinos, pobladores, pueblos originarios, estudiantes
universitarios y de secundaria que participaron en este
movimiento.
El
éxito de esta jornada de lucha se debe al carácter democrático
con el que fue concebida, organizada y garantizada desde las
bases logrando una masiva incorporación y el reconocimiento
de la CNRP como una fuerza política beligerante, en la que
se ha logrado agrupar importantes fuerzas políticas y
sociales.
Este
hecho no debe ser menospreciado, tiene una gran importancia
pues la CNRP como un espacio de lucha unitario y democrático,
articulada desde las bases y las distintas regiones del país
se ha ganado un espacio en el movimiento popular, disputándole
y en esta ocasión desplazando a las centrales obreras, como
representante del pueblo movilizado.
La
movilización aunque muy fuerte, no ha sido suficiente para
arrancarle alguna de las demandas planteadas al gobierno
reaccionario de Mel Zelaya y Roberto Michelleti, señal de
ello es que el gobierno planteó que el encargado de la
negociación fuera el canciller Milton Jiménez, un
funcionario de segundo orden. Esa falsa negociación fue
correctamente rechazada por todas las regiones de la CNRP.
Analistas
y sindicalistas a sueldo de la burguesía como Juan Ramón
Martínez o como Sara Suyapa Mendoza de la Confederación de
Trabajadores de Honduras (CTH), acusaron que la movilización
era de "compadre hablado" con el Poder Ejecutivo.
El COHEP acusó que las manifestaciones eran
"oscuramente financiadas". Uno de sus
representantes tuvo el descaro de calcular en 12 ó 14
millones de lempiras lo que se necesitaba para hacer un
movilización como la del 27.
Esto
muestra la ceguera de la burguesía y sus empleados
"intelectuales" y sindicales incapaces de
comprender el profundo descontento social que se manifestó
el 27 de Agosto.
La
movilización se da en medio de una extrema debilidad del
gobierno y una batalla feroz de las distintas facciones
liberales por el control del "pastel" del Estado y
la candidatura presidencial del Partido Liberal. Por lo cual
no es de descartar que el gobierno intente utilizar algún
sector del movimiento popular.
Justamente
por esto se vuelve cada vez más importante que el
movimiento popular defina una estrategia para aumentar y
profundizar su movilización, para coordinar a todas las
expresiones del movimiento popular que se movilizaron en
esta jornada y que no hacen parte de la CNRP.
Esta
estrategia debe partir del principio de la más
absoluta independencia del movimiento popular, de las
distintas facciones burguesas en pugna que intentan
"llevar agua a su molino" y de la más amplia
democracia desde las regiones y las bases.
Por
eso creemos desde el Partido de los Trabajadores que es
necesario la convocatoria a
un Encuentro Obrero, Campesino y Popular organizado desde
las bases y las regiones donde confluyan las
organizaciones de la CNRP, la CUTH y el COCOCH. Este
encuentro debe plantear un pliego de demandas unificado y un
plan concreto de acciones para preparar un paro cívico
nacional contra el gobierno de Zelaya-Micheletti,
esa es la única forma en la que el gobierno burgués y
neoliberal cederá a nuestras peticiones.
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