Metrovías,
la burocracia y el gobierno contra los trabajadores
Defendamos a los delegados del subte
Durante
las últimas semanas, los trabajadores y delegados del Subte
vienen reclamando y denunciando que la empresa Metrovías es
la responsable de las deficiencias en el servicio porque
“se come” los millones de pesos que recibe del gobierno
en vez de ponerlos en el mantenimiento de las unidades e
instalaciones.
Este
reclamo aparentemente inofensivo desató una campaña feroz
contra los delegados, orquestada conjuntamente por la
empresa, la burocracia de la UTA y el gobierno K, con el
objetivo de “ponerlos en caja”. En esta campaña todo
vale, los alcahuetes de la UTA reparten volantes diciendo
que “es mejor que los delegados estén fuera del
gremio”, amenazan que “el Tribunal de Ética los
expulsará por inconducta gremial” y por si esto fuera
poco, aparte de amenazar y golpear a la familia del delegado
Néstor Segovia, una patota de matones anda dando vueltas
tratando de meter miedo a los compañeros. La empresa, por
su parte los denunció por “sabotaje”, pagó costosas
solicitadas y miles de afiches acusándolos de vandalismo
gremial, llegando en los últimos días a pedir el desafuero
gremial de algunos delegados para “poder despedirlos
con causa”. El gobierno por boca de la viceministra de
Trabajo Noemí Rial se sumó diciendo “que hay seis o
siete delegados que están haciendo sabotaje” y que ahora
“la Justicia tiene que decidir”.
Por
cómo viene la mano, ningún trabajador del subte o de otro
lado tiene dudas que el problema no es uno o seis delegados:
no sólo quieren la cabeza de los delegados, en el fondo la
empresa, la UTA y el gobierno quieren
disciplinar a todos los trabajadores del subte para en
un futuro atacar sus conquistas como las 6 horas y de paso
darle un ejemplo de lo que se viene a todos los trabajadores
que salgan a luchar cuando el gobierno de Cristina firme el
“pacto social” con los patrones y los sindicalistas
traidores de la CGT y la CTA.
Es
la “normalización” que le prometió Cristina a los
empresarios, por eso el gobierno de Kirchner metió la
gendarmería en el Hospital Francés, la Infantería en el
INDEC y ahora ataca a los luchadores del subte.
Las
bases del subte hierven de bronca por los aprietes y
amenazas. Todo indica que se viene una prueba de fuerza, los
dirigentes y trabajadores tienen que preparar una respuesta
contundente con asambleas en todas las líneas y
talleres para salir al paro en defensa de los delegados y
las 6 horas.
La
pelea va a ser dura pero se puede triunfar, hay que salir a
ganar el apoyo de los colectiveros y el resto de los
trabajadores, para eso es urgente que el cuerpo de delegados
convoque a todos los sectores de la vanguardia obrera y
luchadora para unirse y pegar como un solo puño hasta
derrotar a nuestros enemigos.
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