Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 110, 13/09/07
 

 

 

 

 

 

Metrovías, la burocracia y el gobierno contra los trabajadores

Defendamos a los delegados del subte

Durante las últimas semanas, los trabajadores y delegados del Subte vienen reclamando y denunciando que la empresa Metrovías es la responsable de las deficiencias en el servicio porque “se come” los millones de pesos que recibe del gobierno en vez de ponerlos en el mantenimiento de las unidades e instalaciones.

Este reclamo aparentemente inofensivo desató una campaña feroz contra los delegados, orquestada conjuntamente por la empresa, la burocracia de la UTA y el gobierno K, con el objetivo de “ponerlos en caja”. En esta campaña todo vale, los alcahuetes de la UTA reparten volantes diciendo que “es mejor que los delegados estén fuera del gremio”, amenazan que “el Tribunal de Ética los expulsará por inconducta gremial” y por si esto fuera poco, aparte de amenazar y golpear a la familia del delegado Néstor Segovia, una patota de matones anda dando vueltas tratando de meter miedo a los compañeros. La empresa, por su parte los denunció por “sabotaje”, pagó costosas solicitadas y miles de afiches acusándolos de vandalismo gremial, llegando en los últimos días a pedir el desafuero gremial de algunos delegados para “poder despedirlos con causa”. El gobierno por boca de la viceministra de Trabajo Noemí Rial se sumó diciendo “que hay seis o siete delegados que están haciendo sabotaje” y que ahora “la Justicia tiene que decidir”.

Por cómo viene la mano, ningún trabajador del subte o de otro lado tiene dudas que el problema no es uno o seis delegados: no sólo quieren la cabeza de los delegados, en el fondo la empresa, la UTA y el gobierno quieren disciplinar a todos los trabajadores del subte para en un futuro atacar sus conquistas como las 6 horas y de paso darle un ejemplo de lo que se viene a todos los trabajadores que salgan a luchar cuando el gobierno de Cristina firme el “pacto social” con los patrones y los sindicalistas traidores de la CGT y la CTA.

Es la “normalización” que le prometió Cristina a los empresarios, por eso el gobierno de Kirchner metió la gendarmería en el Hospital Francés, la Infantería en el INDEC y ahora ataca a los luchadores del subte.

Las bases del subte hierven de bronca por los aprietes y amenazas. Todo indica que se viene una prueba de fuerza, los dirigentes y trabajadores tienen que preparar una respuesta contundente con asambleas en todas las líneas y talleres para salir al paro en defensa de los delegados y las 6 horas.

La pelea va a ser dura pero se puede triunfar, hay que salir a ganar el apoyo de los colectiveros y el resto de los trabajadores, para eso es urgente que el cuerpo de delegados convoque a todos los sectores de la vanguardia obrera y luchadora para unirse y pegar como un solo puño hasta derrotar a nuestros enemigos.