A 32 años de la Masacre de La Plata
Reactivación ya de la causa Triple A
Por Oscar Alba
El 4 de septiembre de 1975, en horas de la noche, fueron
secuestrados y asesinados cinco militantes del Partido
Socialista de los Trabajadores cuando realizaban tareas de
solidaridad con los trabajadores de Petroquímica
Sudamericana que se encontraban en conflicto y estaban
ocupando la planta. Los
cuerpos sin vida de Adriana Zaldúa, Hugo Frigerio, Roberto
Loscertales, Ana María Guzner Lorenzo y Lidia Agostini
fueron hallados al día siguiente en cercanías de Punta
Lara. Inmediatamente el PST inició la denuncia del hecho y
los compañeros de trabajo de Frigerio y Zaldúa del
Ministerio de Obras Públicas cesaban sus tareas laborales
en repudio al asesinato de los mismos. Es entonces que otros
tres militantes del PST son secuestrados a la salida del
local partidario. Ellos eran Oscar Lucatti, Carlos Povedano
y Patricia Claverie que van a ser también asesinados.
Los
ocho militantes asesinados en menos de 24 horas significaron
un nuevo golpe al PST, que ya había sufrido el asesinato de
otros compañeros y pasaron a engrosar la lista de crímenes
cometidos contra los luchadores y la izquierda por las
bandas fascistas que se agrupaban en la siniestra Triple A,
al amparo del gobierno peronista.
La
Masacre de La Plata de septiembre de 1975, al igual que los
crímenes perpetrados por las bandas de derecha, fue
producto de la política represiva con que el gobierno y la
patronal respondieron al ascenso de luchas obreras.
Sobretodo, unos meses después que una gran huelga general
había echado por tierra los planes económicos del gobierno
de Isabel Perón y debe estar presente, más aún a pocos días
de cumplirse un año de la desaparición de Julio J. López,
en la conciencia de los trabajadores, puesto que se avecinan
luchas muy duras. La Triple A (que había nacido de las
entrañas del tercer gobierno de Perón) fue organizada con
elementos de la policía, la derecha peronista y los matones
de la burocracia sindical y sus crímenes siguen impunes. La
reapertura de la causa por los asesinatos de la Triple A
durante el actual gobierno de Kirchner está estancada y la
izquierda y los activistas debemos impulsar permanentemente
una movilización unitaria para que haya posibilidades de
que se investigue y se castigue a los responsables.
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