Mafissa
– La Plata
Trabajo
ya para los 62 suspendidos
Por
Ariel Orbuch
Los
trabajadores de Mafissa están ante una parada difícil ya
que hace más de dos meses que 62 compañeros se encuentran
suspendidos, aunque con la posibilidad de concurrir a la fábrica
cinco horas sin cumplir tareas. La patronal mantiene en esa
situación a activistas y compañeros que realizan
"trabajos adecuados" ante los problemas físicos
sufridos por la superexplotación.
En realidad, los
62 jamás regresaron a trabajar tras la lucha por aumento
salarial y efectivizaciones, entre otros puntos, a la que la
empresa contestó con un lock out, que fue respondido con
una toma de fábrica de 42 días.
En
nuestro periódico SoB 106 habíamos advertido que la
patronal no tenía pensado darle trabajo a un sector para
que el aumento lo pagaran los propios trabajadores con el
aumento de la explotación al tener que hacer la misma
producción con menos gente. Además, remarcamos que busca
por todos los medios reventar la organización que
conquistaron los trabajadores con su lucha que ya lleva dos
años, en la que recuperaron la comisión interna.
Al
advertir la maniobra de la patronal, los trabajadores
retomaron las medidas de lucha. Primero hicieron un bloqueo
de la puerta para impedir que salieran los camiones con la
producción, medida que levantaron tras una intimación del
Ministerio de Trabajo. A su vez, retomaron las marchas al
propio Ministerio provincial. La patronal contraatacó
presentando un "preventivo de crisis" para
justificar las suspensiones y abriendo la puerta a los
despidos. Nuevamente la respuesta no se hizo esperar y los
obreros viajaron al Ministerio de Trabajo de la Nación en
cuatro micros repletos en los que los acompañamos el nuevo
MAS y el PTS.
La
lucha se encuentra en una encrucijada. Los obreros saben que
para que les den trabajo ya a los 62 compañeros tienen que
endurecer el conflicto. Sin embargo, en un sector importante
pesa el desgaste de la toma de 42 días, con todo lo que
ello implica. Si sigue pasando el tiempo, la impotencia de
terminar el conflicto sin 62 compañeros va a ser un duro
golpe para el riquísimo proceso de los obreros de Mafissa.
Desde
el nuevo MAS creemos que es central sacar la conclusiones de
la primera parte del conflicto para retomar a fondo la
pelea. Comprender que el Ministerio de Trabajo, el mismo que
ahora eliminó la doble indemnización, jugó
para la empresa al negarse a declarar el lock out ilegal. En
cambio, cuando se bloqueó la puerta, enseguida intimó a
los trabajadores. Que el intendente Alak también ayudó a
destrabar el conflicto a favor de la empresa al aconsejar
que se levantara la toma sin todos adentro desde el primer día
que se volvió a producir. La lucha de los trabajadores fue
ejemplar pero no terminó de embretar con claridad al
gobierno, de mostrar que si Curi (dueño de la empresa)
prepotea con un lock out, el estado tiene que hacerse cargo
de la fábrica con el control de sus trabajadores. Curi dobló
la apuesta con el lock out. Los trabajadores con la toma, en
el plano sindical. Pero los conflictos se definen también
en el plano político. En ese plano se logró la estatización
del Hospital Francés, que salvó la fuente de trabajo, y en
el Casino, donde la denuncia de que el empresario es amigo
del Presidente, inclinó la balanza.
Con
la democracia de base que se practica en Mafissa, el apoyo
de los trabajadores, estudiantes y la izquierda y dándole
un carácter político a la lucha, se puede volver a salir
para ganar. ¡Viva la lucha de los trabajadores de Mafissa!
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