Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 110, 13/09/07
 

 

 

 

 

 

Mafissa – La Plata

Trabajo ya para los 62 suspendidos

Por Ariel Orbuch

Los trabajadores de Mafissa están ante una parada difícil ya que hace más de dos meses que 62 compañeros se encuentran suspendidos, aunque con la posibilidad de concurrir a la fábrica cinco horas sin cumplir tareas. La patronal mantiene en esa situación a activistas y compañeros que realizan "trabajos adecuados" ante los problemas físicos sufridos por la superexplotación.

En realidad, los 62 jamás regresaron a trabajar tras la lucha por aumento salarial y efectivizaciones, entre otros puntos, a la que la empresa contestó con un lock out, que fue respondido con una toma de fábrica de 42 días.

En nuestro periódico SoB 106 habíamos advertido que la patronal no tenía pensado darle trabajo a un sector para que el aumento lo pagaran los propios trabajadores con el aumento de la explotación al tener que hacer la misma producción con menos gente. Además, remarcamos que busca por todos los medios reventar la organización que conquistaron los trabajadores con su lucha que ya lleva dos años, en la que recuperaron la comisión interna.

Al advertir la maniobra de la patronal, los trabajadores retomaron las medidas de lucha. Primero hicieron un bloqueo de la puerta para impedir que salieran los camiones con la producción, medida que levantaron tras una intimación del Ministerio de Trabajo. A su vez, retomaron las marchas al propio Ministerio provincial. La patronal contraatacó presentando un "preventivo de crisis" para justificar las suspensiones y abriendo la puerta a los despidos. Nuevamente la respuesta no se hizo esperar y los obreros viajaron al Ministerio de Trabajo de la Nación en cuatro micros repletos en los que los acompañamos el nuevo MAS y el PTS.

La lucha se encuentra en una encrucijada. Los obreros saben que para que les den trabajo ya a los 62 compañeros tienen que endurecer el conflicto. Sin embargo, en un sector importante pesa el desgaste de la toma de 42 días, con todo lo que ello implica. Si sigue pasando el tiempo, la impotencia de terminar el conflicto sin 62 compañeros va a ser un duro golpe para el riquísimo proceso de los obreros de Mafissa.

Desde el nuevo MAS creemos que es central sacar la conclusiones de la primera parte del conflicto para retomar a fondo la pelea. Comprender que el Ministerio de Trabajo, el mismo que ahora eliminó la doble indemnización, jugó para la empresa al negarse a declarar el lock out ilegal. En cambio, cuando se bloqueó la puerta, enseguida intimó a los trabajadores. Que el intendente Alak también ayudó a destrabar el conflicto a favor de la empresa al aconsejar que se levantara la toma sin todos adentro desde el primer día que se volvió a producir. La lucha de los trabajadores fue ejemplar pero no terminó de embretar con claridad al gobierno, de mostrar que si Curi (dueño de la empresa) prepotea con un lock out, el estado tiene que hacerse cargo de la fábrica con el control de sus trabajadores. Curi dobló la apuesta con el lock out. Los trabajadores con la toma, en el plano sindical. Pero los conflictos se definen también en el plano político. En ese plano se logró la estatización del Hospital Francés, que salvó la fuente de trabajo, y en el Casino, donde la denuncia de que el empresario es amigo del Presidente, inclinó la balanza.

Con la democracia de base que se practica en Mafissa, el apoyo de los trabajadores, estudiantes y la izquierda y dándole un carácter político a la lucha, se puede volver a salir para ganar. ¡Viva la lucha de los trabajadores de Mafissa!