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Hasta el Socialismo
siempre, Martín
Despedimos hoy a nuestro querido compañero Martín Díaz
quien decidió dejar la vida el pasado fin de semana. Se
destacó como docente de Ciencias de la Comunicación de la
UBA, escritor, periodista, traductor, teatrista y realizador
de medios audiovisuales.
El compañero, que primero fue militante de la agrupación
de minorías sexuales Carne Clasista y luego del Partido,
supo ganarse el respeto y el cariño de quienes lo conocimos
y disfrutamos de su alegre y firme entrega a la lucha. En un
muy corto período de meses, nuestro joven compañero logró
destacarse, realizando tareas de gran responsabilidad, donde
brillaron su capacidad de aprendizaje y su entusiasmo, su
compromiso militante y su calidez humana.
Quienes
pudimos conocer algo de su reservada intimidad, sabíamos de
la feroz batalla interna que sobrellevaba, y pudimos ver con
cuánto valor y conciencia se rescataba cotidianamente en
cada marcha, en cada tarea militante.
Por
eso, a muchos compañeros que recién empezaban a tratarlo,
y lógicamente sólo veían en el compañero nuevo una clara
promesa de cuadro revolucionario, todavía les resulta
incomprensible la determinación que precipitó su final.
Pero, todas y todos sus compañeros/as sin excepción,
debemos reconocer que disfrutamos de su contagiosa alegría,
la ironía zumbona de sus comentarios, su inteligencia y su
entrega generosa a la causa de la revolución.
Martín,
hubiéramos querido tener más tiempo para ayudarte,
conocerte y ayudarte a abrazar la vida con la convicción
que habías comenzado a abrazar la lucha. Aunque este corto
tiempo no alcanzó, y con todo el dolor de perderte, te
agradecemos por todo lo que compartimos y nos dejaste, y
porque nos enseñaste cuán hermosa, cuán alegre es la
conciencia de aquellos que trascendiendo su dolor personal,
luchan por terminar con la opresión y el dolor del mundo.
Nos
queda el consuelo, nos lo dijiste, de que en este tiempo
hubo momentos felices: fueron los vividos con tus cumpas y
el partido, de quienes estabas profundamente orgulloso.
La
lucha debe continuar, también en honor a tu memoria.
Sabemos, como dijimos al despedirte, que la revolución
también se hace para vengar a aquellos que ya no están
para hacerla, y que es sobre todo un acto de amor para
terminar con este mundo de miseria y dolor. En ese acto de
amor seguimos comprometidos y en esa lucha nos sostiene
ahora también tu memoria.
Compañero, amigo, hermano: ¡¡hasta
el socialismo siempre!!
Tus cumpas del MAS
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