Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 110, 13/09/07
 

 

 

 

 

 

Hasta el Socialismo siempre, Martín

Despedimos hoy a nuestro querido compañero Martín Díaz quien decidió dejar la vida el pasado fin de semana. Se destacó como docente de Ciencias de la Comunicación de la UBA, escritor, periodista, traductor, teatrista y realizador de medios audiovisuales.

El compañero, que primero fue militante de la agrupación de minorías sexuales Carne Clasista y luego del Partido, supo ganarse el respeto y el cariño de quienes lo conocimos y disfrutamos de su alegre y firme entrega a la lucha. En un muy corto período de meses, nuestro joven compañero logró destacarse, realizando tareas de gran responsabilidad, donde brillaron su capacidad de aprendizaje y su entusiasmo, su compromiso militante y su calidez humana.

Quienes pudimos conocer algo de su reservada intimidad, sabíamos de la feroz batalla interna que sobrellevaba, y pudimos ver con cuánto valor y conciencia se rescataba cotidianamente en cada marcha, en cada tarea militante.

Por eso, a muchos compañeros que recién empezaban a tratarlo, y lógicamente sólo veían en el compañero nuevo una clara promesa de cuadro revolucionario, todavía les resulta incomprensible la determinación que precipitó su final. Pero, todas y todos sus compañeros/as sin excepción, debemos reconocer que disfrutamos de su contagiosa alegría, la ironía zumbona de sus comentarios, su inteligencia y su entrega generosa a la causa de la revolución.

Martín, hubiéramos querido tener más tiempo para ayudarte, conocerte y ayudarte a abrazar la vida con la convicción que habías comenzado a abrazar la lucha. Aunque este corto tiempo no alcanzó, y con todo el dolor de perderte, te agradecemos por todo lo que compartimos y nos dejaste, y porque nos enseñaste cuán hermosa, cuán alegre es la conciencia de aquellos que trascendiendo su dolor personal, luchan por terminar con la opresión y el dolor del mundo.

Nos queda el consuelo, nos lo dijiste, de que en este tiempo hubo momentos felices: fueron los vividos con tus cumpas y el partido, de quienes estabas profundamente orgulloso.

La lucha debe continuar, también en honor a tu memoria. Sabemos, como dijimos al despedirte, que la revolución también se hace para vengar a aquellos que ya no están para hacerla, y que es sobre todo un acto de amor para terminar con este mundo de miseria y dolor. En ese acto de amor seguimos comprometidos y en esa lucha nos sostiene ahora también tu memoria.

Compañero, amigo, hermano: ¡¡hasta el socialismo siempre!!

Tus cumpas del MAS