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Alcoyana
“Ganamos
un round”
El
21 de septiembre no fue un día de la primavera más para
los 550 trabajadores de Productos Textiles. La empresa, más
conocida por su marca insignia Alcoyana, decidió despedir a
124 trabajadores. Los compañeros despedidos se fueron
amontonando junto al portón, las caras extrañadas y
sorprendidas se iban llenado de bronca, fueron llegando más
compañeros de los otros turnos. La indignación iba en
aumento porque los despidos eran justificados por crisis
empresaria, cuando hace no más de 20 días trabajaban hasta
los sábados y domingos. El primer telegrama que llegó
invocaba el art. 247 y
confirmó todas las sospechas: la empresa despedía con el
50% de la indemnización. Ahí la bronca estalló contra la
empresa y contra el gobierno; un cartel era más que
elocuente: “sin doble indemnización hay despidos”.
“Todos adentro”.
El
nuevo MAS estuvo apoyando desde el primer momento. Hablamos
con un compañero para que nos cuente el conflicto y en qué
situación está ahora.
SoB:
Contanos un poco cómo es la fabrica.
M.:
Alcoyana es una fábrica de mucha antigüedad, que fue
cambiando de nombres a lo largo del tiempo, y de dueños. En
algún momento llegó a tener unos 3.000 obreros, en estos
momentos trabajamos unos 550, entre empleados y operarios,
afiliados a SETIA que son los empleados y a AOT que es el
gremio de los operarios. Durante la crisis del 2001 la fábrica
llegó a tener unas 80 personas trabajando y en el 2003
comenzó la reactivación. El
grueso de los compañeros son gente grande, no hay
obreros jóvenes que sepan el oficio. Esto quizás es lo que
explica que hubo muchos atropellos a lo largo de los últimos
años y nunca habían tenido una respuesta. También porque
los delegados acordaban siempre con la empresa, entonces si
te querías presentar a delegado te echaban, si querías
reclamar también, siempre hubo una costumbre del despido:
era una cuestión habitual. Por eso la empresa y la
burocracia no esperaban la respuesta contundente que dimos.
SoB:
¿Cómo es que se decide la toma de la fábrica?
M.:
Los delegados de AOT
estaban haciendo una reunión con los compañeros que no habían
sido despedidos, dividiendo todo. Para mí que sabían todo
y estaba todo arreglado con la empresa. Bueno, ahí los
despedidos empezamos a llamar a todos para hacer una
asamblea en común. En esa asamblea participan los delegados
de SETIA, que son muy queridos en la fábrica por todos,
porque ellos vienen denunciando las maniobras financieras
del dueño desde hace rato, y los empleados despedidos y no
despedidos. Es una asamblea de
toda la fábrica y se debaten ahí distintas cosas, pero
básicamente que había que defender la fuente de trabajo, que no tenía que aceptarse que pasen
los despidos. Entonces se decide ahí: se rompe el portón y
entramos.
SoB:
A partir de ese momento, ¿cómo se organizan?
M.:
Una vez que entramos hubo una sorpresa muy grande de parte
de todos, inclusive de los compañeros que habíamos
entrado. Comenzamos a hacer carteles, organizamos los turnos
para quedarnos a la noche y para pasar el fin de semana.
Costó bastante, porque no había costumbre de lucha; llevó
mucho trabajo resolverlo, pero al final poco a poco los
compañeros fueron superando la sorpresa y comenzaron a
involucrarse cada vez más. Hubo que resolver el problema de
la comida, de los turnos, etc., pero pasada la primer noche
en planta, que fue tranquila, fue todo bastante más fácil.
Poco a poco, cada vez más compañeros se involucran más,
ahora ya no es solamente una cuestión de los despedidos:
la gente que no fue despedida ve peligrar no sólo su fuente
de trabajo, sino las condiciones laborales, que es obvio
que el dueño quiere modificar. Pero básicamente, la base
de la organización es la asamblea común de todos,
despedidos y no despedidos, empleados y operarios. Eso es la
base, es lo más importante. Es muy raro en este gremio el
hecho de que la gente de SETIA trabaje en conjunto con la
gente de AOT, es una de las cosas más positivas que
tenemos. La patronal siempre divide y esa es una de las
causas, que hay dos gremios, pero acá lo más positivo
es que trabajamos en conjunto y en unidad, alertándonos y
ayudándonos mutuamente y siempre en asamblea.
SoB:
¿Cómo quedó la situación con la AOT y sus delegados?
M.:
Todo mal, no los quiere nadie. Aparte, como te decía, somos
todos textiles de mil años; entonces todos se acuerdan de
alguna traición, de alguna cagada que le hicieron los de la
AOT, y les decían: “Vos nos cagaste acá o allá”.
Entonces, cuando el Ministerio de Trabajo de Vicente López
llamó una audiencia para el lunes, la gente decía: estos
no nos van a cagar otra vez.
Ese día a la mañana se hizo una asamblea donde se
resolvió qué se iba a discutir en el Ministerio, y por una razonable
desconfianza hacia los delegados
se votó un grupo de compañeros textiles que vayan como
representantes de los trabajadores, como veedores.
Además se resolvió marchar: fueron más de 100 compañeros
con bombos a la delegación, mientras el resto quedaba en
planta por las dudas. Después de la conciliación se
juntaron firmas, casi toda la fábrica firmó. Aclaro que
los delegados de SETIA son muy queridos y respetados, pero
los delegados de AOT son repudiados por todos. De ahí que
hicimos ese petitorio pidiendo elecciones inmediatas, a lo
cual la AOT plantea que hasta que no termine la conciliación
no puede dar elecciones. Nosotros mantenemos la exigencia de
que se convoque a elección de delegados ya, de todos modos los representantes siguen
yendo al Ministerio y por ahora se mueven como delegados por
toda la fábrica. Porque, de hecho, la patronal quedo muy
golpeada.
SoB:
¿Qué pasó en la audiencia?
M.:
No me acuerdo si fue SETIA o AOT que tira lo de la
conciliación obligatoria. La empresa, de forma totalmente
ilegal, dice que va a rechazar dicha conciliación, que no
la va acatar porque no puede seguir así. Se producen
discusiones, no hay acuerdo por la actitud tiránica del dueño
que por teléfono manejaba a los representantes que había
enviado al Ministerio de Trabajo, y se queda para una nueva
audiencia al otro día. El
Ministerio le cede a la patronal, dado que no dicta la
conciliación obligatoria. Estaba en condiciones y tiene
facultades para dictarla y no lo hace, cediendo a la presión
del dueño. Al día siguiente la empresa modifica su actitud
ante la dureza de los trabajadores, y al día siguiente
aumenta la cantidad de gente que asiste a acompañar a los
representantes a la audiencia en el Ministerio. Quiero
aclarar que la burocracia de la AOT fue desbordada por la
actitud de la gente, no tuvieron más remedio que defender
el ingreso de todos los compañeros, pero al otro día el
dueño, viendo la dureza de los trabajadores, modifica su
actitud y el Ministerio de Trabajo dicta la conciliación
obligatoria y se hace constar en el acta las condiciones:
que ingresan de manera efectiva todos adentro. Cuando los
representantes vuelven a la planta es una fiesta, se toma
como un triunfo, ya que todos los compañeros logran
ingresar. Obviamente que esto todavía no se ganó, ya
que la patronal mantiene su postura de los despidos y
modificar condiciones de trabajo. Después de todos los
chanchullos financieros que se mandaron y vaya a saber qué
otras cosas que hicieron, mantienen su posición de despido.
Es un round que
ganamos los trabajadores al poder ingresar a planta.
SoB:
¿Cuáles son las perspectivas que vos le ves al conflicto?
M.:
En primer lugar la patronal mantiene su postura. Todo
depende de la fuerza y la organización que nosotros desde
adentro podamos lograr para torcerle el brazo
definitivamente, porque la empresa amenaza con la quiebra. Y
muchos compañeros no verían mal irse cobrando la
indemnización que corresponde, pero eso es justamente lo
que la patronal no quiere hacer. Pero para mí, la
perspectiva es que ingresen todos. Es una lucha bastante
dura, pero si
es real que el “viejo” Abad no puede mantener la fuente
de trabajo de todos, hay
que plantear que el Estado la expropie y que produzca bajo
nuestra administración y control. Vamos a ver si da pérdida
y si se funde o es una quiebra fraudulenta, un lavado de
dinero y un intento de descargar sus problemas en la espalda
de los trabajadores.
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