XXII Encuentro Nacional de Mujeres en Córdoba, el 13, 14 y
15 de octubre
Por un plan de lucha para conseguir el
derecho al aborto
Las Rojas - lasrojas@gmail.com
Cristina ya lo dijo varias veces. Su
casi seguro próximo gobierno se asentará sobre el Pacto
Social. En toda la campaña que hace frente a los foros
empresariales, repitió que este pacto social entre el
gobierno, los empresarios y la burocracia sindical será
para garantizarle los negocios a las privatizadas, a las
grandes empresas extranjeras y nacionales. Y para los
trabajadores y las trabajadoras significa que no habrá
aumento de salarios, ni presupuesto para las necesidades de
la población trabajadora, como educación ni salud.
A un año de la desaparición de Jorge Julio López, el
gobierno de los Derechos Humanos es el responsable de que no
haya avanzado en nada el reclamo popular de aparición con
vida. Y tampoco ha hecho nada por el castigo a los
responsables políticos y materiales del asesinato del
docente Carlos Fuentealba.
Al mismo tiempo, los trabajadores que dan pelea son
demonizados por el gobierno, como ocurre con los
trabajadores del Subte, y al mismo tiempo, se militariza el
Hospital Francés, el Hospital de Clínicas y la provincia
de Santa Cruz.
El gobierno de los derechos humanos tiene un desaparecido,
un asesinado y cientos de presos políticos. ¡Más que el
gobierno de los derechos humanos, es el
gobierno de la impunidad!
La burocracia sindical de la CGT y la CTA también ve con
buenos ojos un acuerdo con el gobierno. No hace falta que lo
aclaren: este año empezó con el acuerdo para ponerle un
techo al salario y con la levantada del paro docente, que
facilitó la represión en Neuquén.
Kristina y las
mujeres
En el capítulo dedicado a las mujeres, el pacto social de
Kristina significa lisa y llanamente una continuidad de la
política de Kirchner, a pesar de sus mensajes “a las
mujeres” y de repetir que este será el siglo de las
mujeres.
Hace pocas semanas, en un acto por la inauguración del
Parque Mujeres Argentinas en Puerto Madero, se refirió al
“rol que el género cumple en la sociedad y la política”
y señaló que tiene "muchas ilusiones cifradas en
ustedes (las mujeres), vamos a tener que trabajar mucho,
pero al lado de ellos, las feministas también, no atrás ni
adelante, al lado" (ver www.cristina.com.ar).
Bajo este discurso supuestamente progre, Cristina no habló
ni una sola vez de las necesidades de las mujeres. Nunca
mencionó que mueren más de 800 mujeres por año por
abortos clandestinos mal practicados. No tuvo un minuto para
hablar de Romina Tejerina, presa en Jujuy hace más de
cuatro años y medio. Y jamás dijo que legalizará el
derecho al aborto.
El ENM se realizará sólo quince días antes de las
elecciones nacionales. Y seguramente habrá una invasión de
cristinistas queriendo convencernos de que confiemos en que
ella, por ser mujer, logrará avances para todas.
Pero veamos qué pasa en el planeta realidad. MFC es una
joven entrerriana de 19 años, que tiene la mente de una
nena de 5. Fue violada y quedó embarazada. Su madre la llevó
al hospital de Paraná para que le practicaran el aborto
terapéutico, contemplado como excepción en el Código
Penal. Los médicos se negaron, y una jueza decidió que no
debía realizarse el aborto. Y además enviaron a la joven a
un hogar, separándola de su madre. Días después apareció
el padre de MFC, que no tenía contacto con ella desde su
nacimiento. Sin embargo, este hombre se ofrecía a criar a
su “nieto”. La Iglesia católica hizo campaña diciendo
que este buen cristiano garantizaría la vida del niño por
nacer. El Superior Tribunal de la provincia dictaminó que
debía realizarse el aborto. La chica volvió con su
familia, pero los médicos se negaron nuevamente a realizar
el aborto por “motivos de conciencia”. Finalmente, la
joven fue trasladada a Mar del Plata, donde se le practicó
la interrupción del embarazo.
Rápidamente la Iglesia emitió un comunicado en el que se
dice que “la adopción es la respuesta a la pobreza, la
incapacidad o la imposibilidad de criar un niño. Matar es
inhumano. Cuando quien mata es el gobierno, pierde toda
credibilidad y también muere la democracia”. Pues bien, la
Iglesia no está a favor de la vida. Está a favor del
asesino Von Wernich, cura de la dictadura que está
siendo juzgado por torturas y desapariciones. Está a favor
de que las mujeres pobres que no tienen los $1.500 para un
aborto en condiciones razonables sigan condenadas a muerte.
Está a favor de difundir ideas falsas sobre el cuidado de
la salud sexual, por ejemplo, recomendando no usar
preservativo “porque no evita el contagio de HIV”.
Si finalmente se logró que se diera curso al derecho de
MFC es por la fuerza de la presión que venimos ejerciendo
las mujeres que nos movilizamos por este y otros casos. Y
porque la mayoría de la población está de acuerdo con la
despenalización del aborto. Por eso están dadas las
condiciones para conseguir frenar el genocidio del aborto
clandestino.
El 28 de mayo de este año se presentó un proyecto de ley
de legalización del derecho al aborto. Fue presentada por
la Campaña Nacional identificada con el color verde.
Lamentablemente, estas compañeras, en lugar de llamar a la
unidad de todas las que peleamos por el derecho al aborto,
para salir a las calles a exigir que se apruebe la ley, nos
llaman a confiar en los funcionarios del gobierno, en
diputados y senadores que se conmoverían tomando el té con
las mujeres.
El 28 de septiembre es el Día Internacional de lucha por
el derecho al aborto. Las compañeras de la “Campaña”
en lugar de confluir en una marcha unitaria, realizaron una
conferencia de prensa. Entre otras cosas, el documento que
presentaron señalaba “por
todas las mujeres que no pueden ejercer sus derechos
reproductivos exhortamos: a los/as profesionales médicos/as
a que opten por la vida, la salud y el derecho a decidir de
las mujeres, a los ministerios de Salud nacional y
provinciales, a los tribunales de todas las jurisdicciones a
que sean guardianes celosos, rápidos y efectivos de estos
derechos, a los/las legisladores/as que nos respeten como
sujetas morales autónomas y aprueben, sin demoras, la
reglamentación del aborto no punible y el proyecto de ley
de legalización del aborto presentado por la campaña”.
En
ningún momento las compañeras llaman al conjunto de las
mujeres a movilizarse de forma independiente del gobierno K y de funcionarios
de toda calaña. Todo lo contrario: nos invitan a confiar en
el ministro Ginés González García, quien dicho sea de
paso no ha hecho nada por la legalización.
Por nuestra parte, impulsamos y participamos todo el año
de las movilizaciones y actividades por la libertad de
Romina Tejerina, por Ana María Acevedo, los días 3 de cada
mes por el desmantelamiento de las redes de trata de
mujeres, por el castigo al violador de Cinco Saltos, en la
presentación del proyecto de Ley, frente a la Casa de Entre
Ríos para reclamar que se garantizara el derecho de FMC.
Además, organizamos junto con otras agrupaciones un Pre
Encuentro Regional, del que participaron 200 compañeras. De
este Pre Encuentro salimos con mucha fuerza para impulsar
unitariamente la marcha del 28 de septiembre.
Nos preparamos para intervenir en el ENM convencidas de que
es necesario que el Encuentro avance más allá de
discusiones sin resolución.
Creemos que es necesario que de este Encuentro surja
un plan de lucha para que todas las mujeres podamos
coordinar actividades de movilización, para sumar más
compañeras y ser miles las que exijamos en las calles:
- No al paKto social
- Derecho al aborto
libre, legal, seguro y gratuito
- Libertad inmediata
a Romina Tejerina
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