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La Plata: hacia el XXII encuentro de mujeres
Por una perspectiva totalmente independiente de
la Iglesia
Por María - Las Rojas - La Plata
La Plata llega a este Encuentro con grandes avances, tras
un año de debates y actividades que nos fortalecen para dar
una disputa estratégica clara sobre cómo encaramos hoy la
lucha de género.
Venimos de un
festival con más de 400 personas el 28 de septiembre,
exigiendo nuestro derecho al aborto legal, seguro y
gratuito, organizado desde las
comisiones de género de la facultad de Periodismo y la de
Humanidades, de las cuales somos una de las fuerzas
motoras. La comisión de género de Humanidades surge el año
pasado previo al encuentro en Jujuy, integrada en su mayoría
por compañeras independientes. Es al calor de los debates
en este espacio que nosotras nos fortalecemos como Las Rojas
en La Plata y cristaliza políticamente otra fuerza que hoy
son las Mariposas Mirabal (mujeres feministas), con quienes
a pesar de que tenemos grandes diferencias políticas
apostamos a la construcción de este espacio. Desde allí es
que articulamos para el 8 de marzo pasado con la
Multisectorial La Plata (donde convergen partidos de
izquierda, agrupaciones estudiantiles, comisiones internas y
organismos de DDHH) y dimos el debate ante la necesidad de
impulsar en conjunto una marcha después de mucho tiempo en
el día internacional de la mujer. Esta actividad se dio en
el marco del pedido de justicia por Sandra Ayala Gamboa, una
chica peruana que en busca de un puesto de trabajo fue
asesinada en el edifico de Rentas y de cuya brutal muerte
nadie se hace responsable, por lo que nos movilizamos los 22
de cada mes junto a sus familiares exigiendo justicia.
Llamadas por esta experiencia y con mayor lugar para la
autoorganización después de barrer con más de 20 años de
peronismo, en la facultad de Periodismo se conforma un
espacio similar de articulación y debate. Fue con quienes
coorganizamos por primera vez en la ciudad una radio abierta
y proyectamos un video en perspectiva de abrir la discusión
sobre el estado del movimiento de minorías y sus
principales reivindicaciones en el marco de la conmemoración
de la revuelta de Stonewall, y en vista también de comenzar
un trabajo común de construcción de espacios de
autoorganización democráticos y participativos. Así
llegamos hace unas semanas al congreso de la Federación
Universitaria, donde traccionados por esta construcción y
como expresión de una necesidad real del activismo de
problematizar la opresión de la mujer y las minorías
sexuales, se impuso una comisión específica de debate
sobre género. Aquí nos encontramos con las compañeras de
la CEPA-PCR, quienes plantearon la necesidad de formar la
secretaría de género de la Federación, pero que dependa
políticamente de la mesa representativa, o sea de su política…
Esta propuesta implicó duras discusiones, en las que, más
allá de matices, junto con las compañeras independientes
de la comisión de Humanidades que estuvieron presentes y la
comisión de Periodismo dimos una batalla común por el
reconocimiento del trabajo de autoorganización que veníamos
impulsando y por que la conducción de la FULP reconozca la
autonomía política de estos espacios. Ya sabemos que la
CEPA no tiene una perspectiva de lucha y organización
claramente delimitada de la Iglesia (lo padecemos en cada
encuentro) lo que no
nos permite ir a fondo al momento de salir a luchar contra
uno de los principales bastiones que sostiene a este Estado
capitalista y patriarcal.
Es a todo este activismo que viene haciendo un trabajo
conjunto con nosotras, a las organizaciones independientes
de mujeres y GLTTTBI (gay, lésbico, travesti, transgénero,
transexuales, bisexuales e intersex), que llamamos a dar una
batalla conjunta en este encuentro, jaqueado por las
elecciones presidenciales, donde la elección de Kristina
promete la “normalización del país” (léase sacar la
protesta de la calle) y el “aumento de la productividad”
(en base a la mayor explotación laboral, claro está),
proyecto que se recuesta sobre el pregonado pacto social
entre empresarios, gobierno y burocracia sindical. Es la
misma Cristina que ya ha expresado que no tiene intenciones,
y en un escenario como éste tampoco posibilidad alguna, de
romper sus buenas relaciones con la Iglesia, como nos viene
demostrando a través de sucesivas declaraciones en contra
de la despenalización del aborto.
Creemos que nuestras exigencias hoy están ordenadas por la
consecución de este “triste derecho”, y para esto
debemos aprovechar cada espacio en estos 3 días, para poner
en pie una campaña nacional que tome las calles como medio
esencial para la lucha, independiente del gobierno de
Kirchner y de sus funcionarios “progres”. Para esto es
necesario dar el debate en cada comisión, en la asamblea
auto convocada y en disputa clara con las compañeras que
dirigen el encuentro, que son las encargadas de mantenerlo estancado año a año, con su lógica
de conciliación etapista y separando a quienes si estamos
dispuestas a luchar, en miles de comisiones que no pueden
resolver nada, donde tampoco permiten el ingreso de lxs
compañerxs del movimiento de minorías que nos acompañan
en cada Encuentro, y a quienes es necesario integrar
entendiendo que tenemos que dar una lucha común. Porque no
podemos seguir permitiendo la muerte de más de 800 mujeres
pobres al año, porque el Estado burgués debe devolvernos
el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y nuestra
sexualidad, y garantizar que todas podamos hacerlo. Porque
queremos a Romina Tejerina en libertad ya, y es el gobierno
K quien la mantiene en prisión hace más de 3 años, el
mismo gobierno cómplice de las redes de trata y prostitución
que se llevan diariamente mujeres y niños para reducirlos a
la esclavitud sexual. Por esto es urgente que en Córdoba
podamos discutir y resolver un plan de lucha común, y así
poder organizar las tareas de las miles de mujeres que
volvemos a encontrarnos en este nuevo Encuentro.
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