Luis Patti preso
Triunfos
y contradicciones de la lucha democrática
Por Ana Vázquez
Luis Patti fue detenido en
el marco de la megacausa Campo de Mayo que investiga delitos
de lesa humanidad. Tiene dos detenciones previas por
torturas y asesinato. En este caso, está acusado de apresar,
torturar y asesinar al entonces diputado Diego Muñiz
Barreto. También se lo acusa de secuestro de otras seis de
sus víctimas. Luis
Patti es y será (más allá de los avatares de su carrera
política) un símbolo de la tortura, la represión y la
mano dura.
Su caída entre rejas es
un paso adelante en la lucha democrática y popular.
Pero también se corresponde
con el momento político en el país, previo a la asunción
de la señora CK. Siguiendo una línea de continuidad con su
política en materia de derechos humanos, en los días
previos a su llegada a la Casa Rosada, el gobierno dio varias estocadas fuertes. En el caso de Patti,
encarcelando a un personaje emblemático, aprovechando también
la poca cantidad de votos que sacó en las recientes
elecciones (2,48% como candidato a gobernador de la
provincia de Buenos Aires). Entre otras resoluciones, la
Justicia negó la apelación presentada ante la Cámara por
el cura Von Wernich y aunque es muy probable que este apele
ante la Corte Suprema, la sentencia -hasta ahora- quedó
firme. Continúa en curso, por otro lado, el juicio al ex
prefecto Héctor Febres, cuya finalización se supone será
para el 14 de diciembre.
Al mismo tiempo, donde el
gobierno (acompañado de su corte de funcionarios y
organismos de derechos humanos afines)
desplegó su política oficialmente y sin tapujos,
fue en la inauguración del Museo de la Memoria. Este
predio, aparentemente testimonial, va a ser administrado y
orientado por un ente integrado por el Estado Nacional, el
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, organismos de
Derechos Humanos, entre ellos Madres (las dos
organizaciones) y Abuelas.
Como si esto fuera poco,
el Presidente felicitó a la Cámara de Casación (a la que
le había tirado de las orejas hace unos meses) por dar
“un paso trascendente” en la sustanciación de los
juicios. [1] Por su parte, la señora CK , además de pedir
que se sigan dando pasos “para equilibrar el país”, se
encargó de aclarar sobre las “virtudes” de las FF.AA.
que “de una vez por todas se separe la paja del
trigo”... Los aplausos colmaron el recinto.
Dos caras para una misma política
¿Cómo se entiende que el
mismo gobierno que es querellante en causas contra los
genocidas haga votar una Ley Antiterrorista que les
restituye en parte el poder que tuvieron en otras épocas?
[2]
El gobierno quiere
demostrar mano dura frente “a los malos” del Proceso y
embellecer “a los buenos” militares de hoy porque son
los pilares para la relegitimación de las FF.AA. como
garantes de la normalización burguesa. Y “los buenos”
de hoy encubren a los genocidas y sus cómplices que siguen
siendo parte del aparato represivo o de distintas agencias
de seguridad. Es sencillamente por esto que no hay
posibilidad de combate a fondo contra todos los asesinos de
la dictadura si no es
desmantelando todo el aparato represivo.
Junto con esto,
institucionaliza su relación con los organismos de derechos
humanos que lo apoyan. No sólo les cede una emisora a las
Madres, sino que crea un ente común con ellos, que los
compromete directamente con el Estado.
Como muestra de confianza,
la ex ministra de Economía Felisa Miceli será la
coordinadora general de Madres de Plaza de Mayo línea Hebe
de Bonafini. Y los hace propagandistas de su política para
crear en la población esta conciencia de gobierno
“combativo” por los derechos humanos, bajo el prestigio
de quienes fueron en su momento y durante muchos años,
vanguardia de ese movimiento.
Se hace intérprete de los
presuntos sentimientos de los 30.000 desaparecidos... pero no
toma una sola medida seria para esclarecer el secuestro de
Jorge Julio López cometido con total impunidad durante su
gestión.
Cerró la persiana en la
causa contra la Triple A, a pesar de la cantidad de
denuncias presentadas, porque por allí se filtraba la
complicidad de empresarios, políticos burgueses peronistas
y radicales, y poderosos.
Son pasos hacia la
normalización y aplicación en todo el país de su política en derechos humanos, al tiempo que se busca preservar
(debidamente “saneado”) el aparato represivo.
Y si
los instrumentos “normales” no funcionan del todo
para frenar las luchas obreras y estudiantiles (o estas
“se van de madre”), también tiene a mano a sus patotas
obedientes, como lo han hecho en el Hospital Francés o en
el Casino.
Junto a las luchas obreras, profundizar la movilización
La detención de Patti
(aunque por ahora sea provisoria) es
uno de los triunfos logrados en largos 30 años de lucha
democrática y popular. Junto con las condenas efectivas al
Turco Julián, a Etchecolatz y a Von Wernich son mojones que
la afirman, potencian y ayudan a continuarla.
Para esto es
imprescindible enfrentar la multifacética política K, que
se pone el traje de “duro” con los represores de ayer
para mejor preparar la represión de los futuros
enfrentamientos sociales.
Como declaró el Equipo de
Educación Popular “Pañuelos en Rebeldía” en un
comunicado del 22 de noviembre, al pronunciarse en contra de
participar del Centro de Educación Popular orientado por
las Madres que va a funcionar en el Museo de la Memoria:
“Es también parte de este debate imprescindible, la
necesidad de relacionar las batallas históricas por los
derechos humanos, con la necesidad de su vigencia y defensa
en la actualidad, terminando con todas las modalidades de
criminalización de la protesta, y de judicialización de
los luchadores y luchadoras sociales.”
Enfrentamientos que nos
exigirán profundizar
la lucha democrática pegada a los conflictos obreros y
sociales, porque de su unidad y masividad dependerá que
avancemos en logros que paren la “mano dura” contra los
que se atrevan a enfrentar el Pacto Social y sus
consecuencias.
Notas:
1. La Cámara de Casación
(Sala II) ratificó la validez de la reapertura de las
causas por violaciones a los derechos humanos al rechazar un
recurso presentado por la defensa del ex capitán de navío
Raúl Scheller
hace cuatro años.
2.
En
uno de sus puntos, vuelve a legalizar que los servicios de
las FF.AA. realicen nuevamente espionaje interno.
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