La corriente SoB en Centroamérica y Venezuela
Pinceladas de un viaje
Por José Luis Rojo
“Entró la locomotora y sacó
millones y millones de frutas para los gringos. Y mientras
en la capital de la republica los criollos imbéciles o
pillos aplaudían la obra de la ‘civilización’ de la
United, en Talamanca corría el guaro y el sudor y la sangre
también” (Mamita Yunai, Carlos Luis Fallas).
Recientemente una delegación de la corriente
Socialismo o Barbarie internacional estuvo en Centroamérica
y Venezuela.
En el viaje, visitamos a los compañeros del PST de Costa
Rica, del PST hondureño y a los compañeros del PRT
venezolano. Con los compañeros de ambos PST dimos el gran
paso de firmar un acuerdo de relacionamiento político
“formal” que publicamos en estas mismas páginas. Con
los compañeros del PRT iniciamos una muy fraternal relación
de mutuo conocimiento, por ahora en un terreno digamos más
“informal”. En lo que sigue presentaremos una serie de
“pinceladas” acerca de la situación política en estos
países de nuestro continente.
En lucha contra el Tratado de
Libre Comercio
En Centroamérica alcanzamos a visitar solo dos países:
Costa Rica y Honduras. Lamentablemente no alcanzamos a ir a
Nicaragua, donde también teníamos relaciones para
establecer. De la “mirada” general saltan dos o tres
trazos gruesos. En primer lugar, la situación política en
la región indica cambios importantes a partir –mas o menos– del año 2000. Es decir, siendo esta una región muy marcada por
las derrotas de la revolución sandinista y de los procesos
revolucionarios en El Salvador y Guatemala, sin embargo, en
los últimos años, ha habido síntomas muy importantes de recuperación
de las luchas.
En Costa Rica, alrededor de la lucha contra el TLC,
en la que, lamentablemente, en las últimas semanas, el
gobierno de Arias ha logrado dar un importantísimo paso
adelante en su implementación. Esto al lograr imponer –por
muy estrecho margen– el SI al Tratado de Libre Comercio con el amo del
Norte.
En Honduras, alrededor de un proceso extendido de
luchas populares y de la puesta en pie de la Coordinadora
Nacional de Resistencia Popular a partir de una gran
movilización nacional que convergió en Tegucigalpa
(capital del país) en agosto del año 2003 y cuyos efectos perduran
hasta hoy.
En puridad, está claro que como corriente
internacional SoB, recién estamos dando nuestros primeros
pasos en conocer esta región y en tomar contacto con dos
valiosos grupos de la tradición trotskista en la misma, con
lo cual nuestras observaciones deben –necesariamente– ser tomadas muy, pero muy
entre “pinzas”.
Respecto de Costa Rica, no se puede dejar de señalar
que se trata de un país muy particular; caracterizado
por una tradición e ideología de democracia burguesa de décadas
(la “excepcionalidad costarricense”, y donde elementos
del “Estado benefactor” (“Corporativo” lo llaman en
Costa Rica), a pesar de los avances del neoliberalismo en
los últimos 20 años, han continuado hasta el día de hoy.
Claro está que ahora, luego de la cuasi derrota
sufrida por el movimiento anti TLC, la burguesía y el
imperialismo van a tratar de avanzar a “toda marcha”
para imponer cambios de magnitud anti populares y anti
obreros alrededor de la implementación del TLC.
A lo largo de estos años que van del año 2000 hasta
el 7 de octubre pasado, la lucha recayó característicamente
sobre un movimiento estudiantil universitario muy activo
y de gran tradición en torno a la Universidad de Costa
Rica (UCR) y los sindicatos de trabajadores de la
electricidad (de gran tradición), estatales y docentes.
Llegado el pico de la eventualidad de una lisa y llana
huelga general en el país, el proceso logró –a partir de
finales del 2006– ser desviado por la burguesía
opositora del PAC hacia la trampa de un referéndum, que se
transformó en un callejón sin salida prácticamente
liquidando el movimiento opositor al TLC.
Para este montaje, se usufructuó la atrasada
conciencia “democratista” en obra entre amplios
sectores de masas que asumen como cierta la idea de que
Costa Rica sería una especie de “Suiza”
centroamericana. Como dicen los compañeros del PST
costarricense: “Aquí no puede haber anarquía, ni ha
habido anarquía o tendencia a la guerra contra la institución
del gobierno esta frase fue escrita por el famoso liberal
costarricense Pío Vásquez y señalaba bastante bien la ideología
privilegiada que ha construido la oligarquía desde
finales del siglo XIX (...); esta ideología consiste en
fundamentar ‘histórica’ y ‘filosóficamente’ la ‘excepcionalidad’
costarricense, su carácter de otredad radical en relación
al resto de Centroamérica (la “Suiza centroamericana”).
Los grupos oligárquicos y todos sus intelectuales a sueldo
han ‘chorreado tinta’ para demostrar que la sociedad
costarricense estaría marcada por una incapacidad intrínseca
de transformación revolucionaria (...)”.
Continuemos. La campaña por el NO dio lugar, sin
embargo, a la experiencia de los Comités Patrióticos
que en el interior del país tuvieron elementos de frente único
para la lucha junto a sectores de trabajadores, pero que en
la ciudad capital (San José), rememoraron los alcances y límites
de las Asambleas Populares en la Argentina en el 2002; y que
de conjunto, tuvieron más claramente elementos “poli
clasistas” provenientes de la dirección burguesa de
la campaña.
En estos momentos, esta misma dirección burguesa,
conjuntamente con la burocracia sindical, está trabajando
por desmontar y desmoralizar en todo lo posible, las
fuerzas opositoras al TLC, así como en la transformación
de los comités en las bases para la campaña electoral de
la burguesía “opositora” al TLC...
En el marco anterior, una de las particularidades de
la conformación de la clase obrera costarricense, es el
hecho que entre los núcleos del proletariado industrial y
“maquilador” del país, es hegemónico el reaccionario
“Movimiento Solidarista” (fenómeno bastante original
costarricense), movimiento que explícitamente predica la no
politización de los trabajadores y la “conciliación”
con los patrones. De ahí que importantes porciones de
la clase obrera productiva, no hayan formado parte activa
del movimiento anti-TLC. Por el contrario, fueron uno de los
sectores más “sensibles” al discurso del miedo
instrumentado por la embajada yanqui de que si ganaba el
NO... sé “irían todas las inversiones del país”.
En síntesis, la actual coyuntura está marcada por
la necesidad de poner en pie una batalla contra la
implementación concreta –en cada frente– del TLC,
lo que pasado el actual momento de “desmoralización”
seguramente se retomará en la medida que comience la experiencia
con el significado concreto de este tratado de
sometimiento.
Del banano a la maquila
Honduras es muy distinto a Costa Rica. En este país
estuvimos en la localidad de El Progreso, próximo a la
segunda ciudad del país, San Pedro Zula. El Progreso no es
cualquier localidad: ha sido la sede histórica de los
obreros agrícolas del banano,
con una inmensa tradición de lucha contra la United Fruit
Company y las empresas imperialistas que le sucedieron, huelga
general revolucionaria mediante en el año 1954
(gran fecha nacional de la clase obrera del país).
El devastador huracán Mitch (a mediados de la década
del ’90) termina de dar la excusa al capital imperialista
para levantar una producción que ya era deficitaria.
Sin embargo, no por esto esta localidad perdió su tradicional
peso de trabajadores. Hoy día, casi 150.000 jóvenes
trabajadores y trabajadoras son literalmente
esclavizados (en este caso no es una mera formula
“literaria”) en las maquiladoras, una forma de producción
y contratación laboral que campea por toda Centroamérica y
que es –en gran medida– desconocida mayormente en la
Argentina.
La maquiladora –expresando un enorme contingente de
nueva clase obrera–, plantea sin embargo un grave desafío
a las corrientes socialistas revolucionarias aún no
resuelto. Este es acerca de cómo colaborar en la
organización de sus trabajadores y en sus luchas, en la
medida que carecen casi completamente de tradiciones de
pelea y de organización sindical, estando estas últimas prohibidas
taxativamente.
Para que se entienda el grado de explotación
del trabajo que impera en ellas, sólo basta un “botón”:
en determinadas fabricas,
la jornada laboral alcanza la
friolera de las 17 horas ininterrumpidas de trabajo diarias!
Sin embargo, un proceso de experiencia y acumulación
de los obreros y obreras amenaza en estos momentos con
comenzar, como podemos ver en el reporte de una importante y
muy dura lucha obrera que nos han enviado los compañeros
del PST hondureño.
Lo anterior, está enmarcado en una serie de características
más “estructurales” de estos países llamadas a tener
determinadas consecuencias en el futuro. El vendaval
neoliberal (el TLC ya ha sido implementado en todos los demás
países de la región salvo Costa Rica, donde ahora comienza
la cosa) ha significado que Centroamérica, como un todo,
tenga una importantísima porción de su clase trabajadora
en Estados Unidos y España.
Es decir, toda una fracción de sus trabajadores está
haciendo su forja como clase integrando un contingente
de importancia de la nueva clase trabajadora inmigrante del
país del norte, lo que está llamado a tener sus
consecuencias en la medida que el proceso de lucha (que se
expresó en la huelga latina del 1° de mayo del 2006) tenga
una continuidad.
Por esta misma razón, existe un elemento de
“distorsión” económica de no menor importancia: dentro
de los ingresos nacionales, uno de los componentes más
grande proviene de las remesas de divisas enviadas al
país precisamente por parte de estos trabajadores
emigrantes, lo que completa un cuadro económico-estructural
que ha sido descripto como una formación económica de
“enclave”.
En general, la suma de la histórica colonización
yanqui de la región, agregado a los nuevos mecanismos de
subordinación y sometimiento como el TLC y la dependencia
de las economías nacionales de los ingresos provenientes de
las remesas de dólares y euros, expresan un grado de
semicolonizacion proporcionalmente mayor que en otros países
de la América Latina. Hasta se podría decir que esta
presencia imperialista es omnipresente; literalmente el
“patio trasero” del imperio. Al mismo tiempo, esto no
deja de estar presente en la conciencia antiimperialista de
amplios sectores de masas, que justamente repudian esta
realidad de sometimiento.
“Un elemento central para comprender el capitalismo
semicolonial centroamericano es que éste desde inicios del
siglo XX, es un coto de caza privado del imperialismo
norteamericano, a eso habría que agregarle que
militarmente somos su patio trasero. Este proceso que aumentó
considerablemente después de la mal llamada ‘transición
a la democracia’ de los años noventa, dio un salto
espectacular en los últimos años al iniciar el siglo
XXI”.
Esta “impronta” se expresa –por ejemplo, en el
caso hondureño– en fenómenos que atraviesan y devastan
de punta a punta a las generaciones jóvenes. Se trata del
fenómeno de las “maras”. Es decir, de bandas
delictivas de jóvenes que llegaron a organizar años
atrás de manera activa hasta 50.000 integrantes; de alguna
manera un caso “homólogo” del fenómeno que ocurre
entre los jóvenes latinos y negros en los Estados Unidos.
Se dice que de estas bandas solo se sale muerto o
evangélico... y la tasa de mortandad de sus integrantes es
inmenso. A modo de expresión de esto, el ciclo vital de un
joven “marero” no pasa de los 17 o 18 años...
Este fenómeno de descomposición social de las
clases explotadas y oprimidas no es, sin embargo, un
elemento aislado: el grado de violencia de las relaciones
sociales es enorme. En el año 2005, los compañeros del PST
hondureño han sufrido –por ejemplo– el asesinato de un
joven dirigente campesino integrante de sus filas a manos de
un sicario que le pegó 6 tiros en la nuca a plena luz del día.
Claro que este escandaloso hecho sigue impune.
Por último, las percepciones
acerca de Nicaragua, Guatemala y El Salvador son mucho más
difusas. Solo señalar que Nicaragua quedó devastado luego
de los desastres del Sandinismo en los ’80 (y la “piñata”
en los ’90) y de la intervención yanqui en la guerra
civil. El gobierno de Ortega de hoy, es una versión
extremadamente derechista y si se quiere hasta vergonzosa.
Por ejemplo, acaba de derogar el derecho al aborto que tenia
en este país una tradición de 100 años!
Centroamérica, una sola nación
Entre los compañeros trotskistas
de la región, hay una discusión acerca de la extrema
balcanización centroamericana. En su momento, Nahuel Moreno
había insistido en que se trataba, en realidad, de una
sola nación artificialmente dividida por el imperialismo.
No hemos estudiado realmente este debate y no nos podemos
pronunciar al respecto. Tampoco hemos estudiando aún, las
características específicas de las guerras de la
independencia en Centroamérica.
En este marco, también está el
planteo acerca de la necesidad de construir un solo partido
revolucionario centroamericano. En todo caso, lo más que
podemos decir hoy, es que estos puntos de vista no dejan de
ser sugerentes y a ser encarados ante los próximos
desarrollos de la lucha de clases en la región.
Dedicamos
este texto a Clara, joven madre trabajadora hondureña
de cuatro hijos que harta de la esclavitud de la
maquila, intentó probar suerte en España... y no la dejaron entrar.
[3]
Para ampliar en el estudio de la realidad de Centroamérica
en general y de Costa Rica en particular, ver el valioso
artículo de los compañeros del PST costarricense
“Neoliberalismo y reacción democrática en Centroamérica”.
Revista Socialismo o Barbarie Nº 21.
[4]
La multinacional de software INTEL, tiene una enorme
planta en el país, aportando de manera totalmente
desproporcionada al PBI del país
[5]
Libros sobre las condiciones de vida y trabajo en el
bananal, como el del costarricense Carlos Luis Fallas
(“Mamita Yunai”), o el del hondureño Ramón Amaya
Amador (“Prisión Verde”), son verdaderas obras
nacionales en estos países.
[6]
Un testimonio de esta enorme lucha se puede ver en “El
silencio quedó atrás”, de Marvin Barahona.
[7]
Ver www.socialismo-o-barbarie.org
[8]
“Neoliberalismo y reacción democrática en Centroamérica,
SoB Nº 21.
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