Habla una trabajadora del Casino
“Somos tres veces explotadas: por mujeres,
por madres y
por trabajadoras”
La marcha del 23 por
el Día internacional contra la violencia hacia las mujeres
tuvo la participación destacada de las compañeras en
lucha. Luego de la marcha hablamos con Olga, una joven
trabajadora del Casino.
SoB: ¿Cómo ves el
conflicto?
O.: Vemos que es un conflicto duro, con mucha paciencia de
los compañeros. Creo que a medida que pasan los días se
está remarcando la importancia de esta lucha, sobre todo
porque ellos saben que de alguna manera somos la
“cabeza” para darle valor al resto de la clase, por eso
vinieron a pegarnos. Justamente hoy estaba mirando una foto
de la segunda marcha que realizamos por la reducción de la
jornada, y ese mismo día, cuando nos enteramos de que los
compañeros del INDEC estaban en conflicto, fuimos y nos
solidarizamos. Creo que ese fue el último palo que ellos
recibieron, y ahí largaron el intento de que no sigamos
ejerciendo la solidaridad entre la clase trabajadora, sobre
todo porque en la misma semana enviamos compañeros a Mar
del Plata al conflicto del pescado; entonces creo que ellos
veían que podíamos ser el eje de todos los trabajadores, o
al menos de un sector.
SoB: ¿Qué te
pareció la marcha del viernes por el día de la no
violencia hacia la mujer?
O.: Primero me emocioné mucho, porque estábamos ahí con
un grupo de compañeras y compañeros del Casino y sentir
que toda la gente estaba absolutamente interiorizada de lo
que nos sucedía fue fuerte, porque también nos encontramos
con compañeras con las que en su momento también nos habíamos
solidarizado, y fue mucho más fuerte ver
tantas mujeres en la calle bajo una misma consigna de lucha.
Me parece que día a día eso se va sintiendo y me
pareció muy positivo, y no fue casualidad que aparezca ese
recital en esa oportunidad; fue muy emocionante, me parece
que se nota que la conciencia va creciendo y se nota en la
cantidad de compañeras que se van sumando.
SoB: ¿Cómo ves la
pelea que tienen ustedes por las compañeras que pierden sus
embarazos, y la lucha por el derecho al aborto?
O: En el marco de que estamos luchando por la
reincorporación de nuestros compañeros, que lo único que
hicieron fue defendernos, no solamente de la patota, sino
que también estaban ayudándonos a organizarnos para
defender la vida de nuestros hijos y la vida de nosotras
mismas. En ese marco nos solidarizamos, porque el Estado no protege a la mujer que quiere ser madre y tampoco a la que
no quiere serlo.
El Estado no da educación sexual, no pone a disposición
los anticonceptivos y mucho menos la posibilidad de un
aborto legal y gratuito, y al mismo tiempo les da la vía
libre a los patrones para que puedan hacer de la vida de
nuestros hijos lo que quieran; con nacimientos prematuros o
abortos espontáneos, por las largas jornadas de trabajo,
que era lo que estaba sucediendo con todas nosotras.
SoB: ¿Nos podés
contar un poquito más sobre eso?
O: Yo personalmente tuve una situación así, no me avergüenzo
porque son muchos los compañeros que saben que hace dos años
perdí un embarazo entrando al cuarto mes. Uno al principio
piensa que es porque es madre primeriza y los médicos
llegan a decirte eso, pero cuando mirás a tu alrededor ves
que tus compañeras tienen el mismo problema y a veces en el
segundo embarazo, y recién en el tercer embarazo tienen la
posibilidad de conservar su bebé, pero después con
investigación te vas dando cuenta que es por estar tantas
horas paradas, por rozar tus caderas con zonas duras, por la
contaminación ambiental a que estamos expuestas y todas las
condiciones que hacen a la larga jornada de laburo que una
tiene. A nosotras, si bien el año pasado logramos tener un
poco más de descanso, eso no nos garantiza que no estemos más
de hora y media en la mesa si el jefe se equivoca, además
del hostigamiento y la violencia que a veces ejercen
nuestros jefes con nosotros. También estamos expuestos a
una clase de público que, en su gran mayoría, su patología
no pasa sólo por jugar sino por maltratar a la persona que
está enfrente.
Esto que te cuento de lo que sufrimos las trabajadoras del
Casino es lo que les pasa a las mujeres en todos los ámbitos:
somos tres veces
explotadas, primero por ser mujer, por ser madre y por ser
trabajadora.
SoB: Se notó en la
marcha la fuerza que tienen.
O: De hecho, durante el primer ataque que sufrimos de la
patota, el 11 de junio, los jefes se encargaron de que
quienes estábamos abajo fuéramos todas mujeres. La primera
en cobrar en esa oportunidad fui yo; nadie dudó en salir a
defenderse, pero fue de las mujeres de quien los patoteros
se llevaron más recuerdos. Eso marca la fortaleza que hay.
De todas maneras, una de las cosas que me quedó muy grabada
y el orgullo que siento de ser parte de este conjunto de
mujeres es que el 5 de junio, cuando nos golpearon, cuando
sufrimos la represión de la policía frente al Ministerio
de Alem, fue ver que había muchas compañeras con sus bebés
y muchas de ellas dejaban a sus chicos con otra compañera
en un hall del edificio y salían a defender a sus compañeros.
Eso marcó la solidaridad y ese lazo que se formó entre
compañeros: ninguna
de ellas dudó en dejar al hijo en custodia con otra compañera
y salir a defender a los compañeros que estaban siendo
fuertemente reprimidos. Eso me llenó de orgullo y te llena
de fuerzas para seguir adelante.
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