Socialismo o Barbarie, periódico Nº 117, 27/12/07
 

 

 

 

 

 

Asumió Macri: despidos y cancelación de tres festivales

Poner en pie de lucha a la comunidad artística

Por César Rojas
Cesarrojas70@hotmail.com

Como parte de las medidas de ajuste fiscal y “limpieza social” que viene tomando el empresario Mauricio Macri, flamante jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, su secretario de Cultura anunció la cancelación de tres ya tradicionales festivales porteños: el Festival Internacional (artes escénicas), el de Tango y el BAFICI (de cine independiente).

Además del impuestazo sobre el ABL (que llegó en algunos barrios hasta el 300%), esta última semana hubo cruces entre el gobernador bonaerense Scioli y Macri por el tema de los hospitales porteños. Según el empresario del PRO, en los hospitales “debe darse prioridad a los porteños”, restringiéndose por lo tanto la atención a la población de la provincia de Buenos Aires que concurre a ellos, debido al déficit y el colapso sanitario de los hospitales provinciales.[1] Scioli salió inmediatamente al cruce recriminándole el envío de la basura de la ciudad a los basurales de la provincia. Más allá de esta polémica, que continúa, y del malestar por la suba del ABL, sorprendió la decisión de cerrar estos festivales. Aunque estas medidas no trascendieron por los grandes medios, la noticia apareció en medios alternativos y declaraciones por Internet, como la carta de la directora del Festival Internacional, G. Casabé, denunciando las violentas medidas de desalojo de las oficinas y comunicando su renuncia ante la conducción.

Hay que decir que la suspensión de estos festivales que periódicamente se realizan en Buenos Aires y que han sido caballitos de batalla de la política “progre” de Ibarra y Telerman en el plano cultural, significa la pérdida de la fuente laboral de cientos de compañeros/as que trabajan durante todo el año en su organización y realización. También es necesario denunciar que este trabajo se ha hecho desde hace años (con el aval del “progresismo cultural” de Ibarra y Telerman) siempre en las peores condiciones laborales de precariedad, de explotación y flexibilización: “contratos basura” que obligan a presentar facturación como monotributistas a los compañeros, sin ninguna cobertura social ni seguro de trabajo, etc. Estos contratos obligan muchas veces a cumplir horarios y tareas como cualquier asalariado, pero sin beneficios, estabilidad ni los aportes correspondientes.

Aunque el rumbo del macrismo en política cultural es más incierto que otros planos, está claro que lo que el recorte de presupuesto que implica el cierre de estos Festivales es su prioridad. Pero esto significa, como dijimos, más allá de la pérdida de los espacios culturales para la comunidad, la pérdida de la fuente de trabajo para cientos de compañeras/os. Los cuales, dicho sea de paso, por la modalidad de “contratos basura” jamás fueron admitidos por el gremio de los trabajadores municipales, Sutecba (Sindicato Único de Trabajadores de la Ciudad de Buenos Aires). Este gremio patronal dirigido hace décadas por la dupla de burócratas de Patricio Dartarmini y Amadeo Genta, debido a la modalidad contractual, jamás dio encuadramiento sindical a los compañeros de los Festivales, ni acompañamiento político, ni asesoramiento alguno. Estos compañeros/as se suman a los 20.000 trabajadores/as precarizados del Gobierno de la Ciudad, bajo distintas modalidades de contratación, a los que la gestión Macri debe dar respuestas.

Por lo pronto, parece que el macrismo intentará avanzar con su proyecto de ciudad autónoma que esté buena para “algunos” vecinos, con policía propia y hospitales “exclusivos” y excluyentes, calles libres de protestas sociales y libres de personas en situación de prostitución, como sucedió con las compañeras travestis del Rosedal de Palermo.[2] Ante todo, en suma, un proyecto de Ciudad con números que cierren.

Por su parte, el “progresismo” cultural porteño, sin atinar a nada, se rasga las vestiduras y ve en el empresario y su errática política cultural un enterrador cuasi-fascista, y hasta  habla de “la muerte de la cultura” bajo su administración. Para el PRO, la de Cultura fue una de las secretarías más difíciles para encontrar a alguien que quisiera hacerse cargo. Hubo un primer traspié con un ignoto reaccionario que se pronunció en “contra del arte moderno” hasta que asumió Lombardi, su actual titular.

Creemos que ante esta situación, los/as trabajadores/as de la cultura debemos reaccionar de manera urgente. Frente a la ausencia pasmosa y vergonzante de declaraciones de las personalidades artísticas, de los grupos teatrales y musicales, colectivos de videastas, etc., que participan año a año en las ediciones de los Festivales, se impone la denuncia y la movilización independiente y la convocatoria a toda comunidad artística para la preservación de estos puestos de trabajos en condiciones dignas y la conservación de los espacios culturales, que, más allá de la utilización para las campañas del progresismo, son y han sido patrimonio de la sociedad.

Es hora de que los que nos reivindicamos independientes en los ámbitos del teatro, la música y el cine, opongamos a medidas autoritarias y derechistas como ésta el repudio y la exigencia como trabajadores de la cultura que defienden su lugar y los espacios donde desplegamos y ejercemos nuestra creatividad y libertad artística.

- ¡Efectivización de todos/as los trabajadores/as de los festivales y todos los trabajadores precarizados del Gobierno de la Ciudad!

- ¡No al cierre de los festivales!

- ¡Movilicémonos y organicemos el repudio de toda la comunidad artística!


1- Según estadísticas hay un porcentaje de 35% de pacientes de la provincia de Bs As y el interior del país que concurren a los hospitales porteños.

2- Ver en SoB Nº 108- 17/08/07  nota sobre la discusión del Rosedal de Palermo y travestis en situación de prostitución.