Socialismo o Barbarie, periódico, Nº 118, 24/01/08
 

 

 

 

 

 

Chile: asesinan a dirigentes y activistas mapuches

Bachelet defiende al Chile pinochetista con los
métodos de Pinochet

Corresponsal

Sólo el 5% de la región araucana pertenece hoy al pueblo mapuche. Siglos de conquista y expansión capitalista han sumido a este pueblo en una terrible pobreza, desempleo y mortalidad. En esta situación, la rebelión y organización mapuche se convierte en una de las causas más justas y acoge la simpatía y apoyo de los explotados y oprimidos a nivel internacional.

Bachelet, que se presentaba a la izquierda de Lagos, sólo le ofrece al pueblo mapuche migajas y represión. Aplica las leyes represivas que instauró Pinochet para derrotar a la clase obrera y al pueblo chileno, las “leyes de seguridad del interior del estado” y la “ley antiterrorista”. Al igual que cuando la rebelión de los estudiantes secundarios chilenos, Bachelet defiende al Chile pinochetista con los métodos de Pinochet en nombre de la democracia y de un “Chile para todos”.

El pueblo mapuche sufre la militarización de su vida, con constantes allanamientos y atropellos, la detención y persecución a sus dirigentes y activistas. El pasado 3 de enero la policía chilena, los Carabineros, fusilaron al joven combatiente mapuche Matías Catrileo Quezada, mientras reclamaba por tierra. La persecución ha llegado a tal punto que la presidenta Bachelet está dispuesta a dejar morir en huelga de hambre a la hermana combatiente Patricia “Chepa” Troncoso, que inició esta medida extrema el 10 de octubre ¡Hace 106 días que la Chepa está en huelga de hambre por la libertad de los presos políticos mapuches y el cese de la represión a su pueblo! ¡Bachelet piensa dejar morir de hambre a esta dirigente mapuche!

Bachelet cuenta con el apoyo directo de Kirchner, habituado a los reclamos mapuches, que ordenó a la Federal a detener manifestantes en Bariloche, que pedían por la libertad a la Chepa. También con el silencio cómplice del originario Evo Morales.

Pero el pueblo mapuche no está solo. Su lucha por su tierra y existencia digna cuenta con el apoyo de todos y todas las trabajadoras honestas y las y los luchadores sociales y políticos del continente y del mundo. Hagamos visible este apoyo exigiéndole a Bachelet y a sus aliados la libertad de los presos políticos mapuches y el cese a la persecución y represión a sus dirigentes y activistas.