Honduras
¡Por un Plan de Lucha y
el Paro Cívico Nacional!
Por
Carlos Amaya
El Trabajador Nº 66, PST de Honduras, enero 2008
La
derrota del movimiento anti-TLC en Costa Rica en el tramposo
plebiscito del 7 de octubre pasado, no ha calmado las aguas
en Centroamérica. Ahora, en Honduras, mientras se produce una
crisis en las alturas, con duros enfrentamientos
interburgueses, se desarrollan luchas obreras, como
en la gran cervecera SAB Miller y en la maquila Star, donde
los trabajadores conquistaron el derecho a sindicalizarse.
El
año pasado, el 27 de agosto, se realizó una Jornada
Nacional de Lucha en la que grandes movilizaciones de
trabajadores y sectores populares paralizaron el país (ver
SoB, periódico, Nº 109, 31/08/07). Pero esta gran jornada
no tuvo continuidad. Ahora, el 1º de febrero, la CNRP (Coordinadora Nacional de Resistencia Popular) cita a un Encuentro
obrero y popular, para debatir la situación y tomar
medidas. Reproducimos las propuestas que llevarán los compañeros
del PST de Honduras a dicho encuentro.
La CNRP (Coordinadora Nacional de Resistencia Popular), en el Conversatorio
Nacional de La Ceiba el 3 de noviembre pasado, tomó la
iniciativa de proponer la realización de un Encuentro de
Organizaciones Obreras, Campesinas,
Comunitarias y Populares, conjuntamente con las centrales obreras y campesinas para discutir la
mejor forma de retomar la lucha del año pasado. El Encuentro
se realizará en San Pedro Sula el 1° de febrero.
Por primera vez en muchos años, el conjunto del movimiento popular se
sentará a discutir los principales problemas que enfrenta
el pueblo hondureño, para tomar acuerdos que conduzcan a la
movilización unitaria.
Tanto las organizaciones regionales de la Coordinadora Nacional de
Resistencia Popular, que ha sido la organización
centralizada nacionalmente que más luchas ha impulsado en
los últimos años, como las centrales obreras y campesinas,
tendrán la responsabilidad de tomar acuerdos que superen el
aislamiento en el que muchas luchas obreras se encuentran y
al mismo tiempo se abandone el espontaneísmo impulsando un
verdadero Plan de Lucha que permita fortalecer y
extender la organización popular nacionalmente y lograr la
fuerza necesaria para doblegar al gobierno neoliberal
Zelaya-Micheletti y su política económica al servicio de
los grandes capitales nacionales y extranjeros.
Las demandas populares no se logran sin lucha. Ahí tenemos el ejemplo del
raquítico aumento al salario mínimo decretado por el
gobierno sin ningún tipo de presión de la clase obrera; o
el famoso decreto de emergencia a favor de los campesinos
concertado con el Ina y que tampoco se ha aprobado.
Las demandas populares tampoco se lograrán con una lucha de un día como
quedó demostrado en las jornadas del 27 de agosto pasado.
Las demandas populares serán arrancadas por la movilización popular
permanente, por la sencilla razón que la burguesía de
Honduras y su gobierno han demostrado, más allá de sus
conflictos internos, que no les interesan para nada las
demandas populares.
Plan de lucha
En este contexto, el Encuentro debe debatir y aprobar un verdadero Plan
de Lucha y un Paro Cívico Nacional que supere la pobre
calendarización de feriados cívicos que hemos venido
impulsando.
Se trata de responder a la coyuntura actual de mayor ataque a las conquistas
populares y al nivel de vida de la población canalizando el
descontento popular y la mayor disposición a la lucha de
las masas para impulsar de manera sistemática acciones
coordinadas nacionalmente.
Conferencias de prensa nacionales y regionales, foros y asambleas
informativas en los centros de trabajo y comunidades;
mitines, plantones, actividades culturales, marchas y
movilizaciones tanto nacionales como regionales y locales
pueden ser parte de ese plan de lucha.
Se trata de incorporar los diferentes métodos de lucha tradicionales en
cada región o cada organización incorporada a la lucha.
Los obreros, los campesinos, los pobladores, los maestros y estudiantes se
deben incorporar con sus propios métodos de lucha decididos
democráticamente.
Todas las acciones deberán estar enmarcadas en las demandas unitarias
acordadas en el propio Encuentro y que debe retomar las
planteadas en Agosto pasado, sin dejar de lado las demandas
locales que pueden y deben plantearse al calor del Plan
de Lucha Nacional, y la permanente solidaridad militante
con los sectores que salgan a luchar por sus justas
demandas.
Paro cívico nacional
El PST considera que el plan de lucha debe incluir de manera clara y
contundente el acuerdo de realizar un paro cívico
nacional.
Hasta ahora, la CNRP ha venido impulsando jornadas de lucha consistentes en
bloqueos de carreteras y de puentes acompañados con los
paros de labores del magisterio.
El paro cívico deberá incorporar también los paros de labores y
asambleas informativas de los trabajadores organizados, según
sus propios niveles de organización y fortaleza. El plan de
lucha deberá servir para ir preparando dichas condiciones
de manera organizada.
El SITRAMEDYHS nos muestra el camino con sus asambleas informativas
progresivas. Ese es el método de lucha tradicional de la
clase obrera y debemos recuperarlo en la lucha popular.
Negociaciones y acuerdos
Un punto delicado en todo proceso de lucha es la negociación entre las
partes y la toma de acuerdos sobre los mismos.
En particular en luchas de envergadura nacional donde se levantan
reivindicaciones de diversos sectores y regiones es
fundamental para conservar la unidad. Debe haber un claro
compromiso de impulsar el conjunto de demandas aún cuando
se resuelvan las propias primero.
Desde el Encuentro deben quedar claro los mecanismos a tomar en cuenta en
cualquier posible diálogo con el gobierno y mucho más en
una negociación.
El PST considera que en las negociaciones deberían participar además de la
conducción unificada nacional, las organizaciones
directamente involucradas en cada demanda, con el compromiso
de continuar la lucha nacional aún cuando el punto propio
haya sido resuelto.
Al mismo tiempo, la facultad de suspender el Plan de Lucha y Paro
Cívico Nacional deberá ser necesariamente producto de
un acuerdo en un nuevo Encuentro Nacional de todas
las organizaciones participantes.
Manos a la obra
No hay tiempo que perder. La coyuntura histórica demanda de las
organizaciones nacionales pasar de los discursos a los
hechos y responder al clamor popular que exige cambio de
rumbo al país.
Las clases dominantes no tienen ningún interés en resolver los problemas
del pueblo, su único interés es continuar acumulando
ganancias a costa de los recursos naturales, humanos y del
estado hondureño.
Para ello preparan una nueva farsa electoral con la que buscarán que el
pueblo olvide sus problemas cotidianos y sobre todo que
olviden quiénes son los responsables de los mismos.
La historia de nuestro país nos muestra que sólo mediante profundas luchas
nacionales, como la huelga de mayo del 1954, se pueden
lograr conquistas. Demos el primer paso para retomar el
camino de mayo de la lucha obrera y popular.
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