La pesca en la Argentina:
Un negocio con empresarios
millonarios, el recurso depredado y trabajadores super
explotados
La pesca en la Argentina es un negocio que reporta unos
1.000 millones de dólares anuales en exportaciones. Este
negocio, que involucra a un recurso de propiedad común de
todos los argentinos, está en manos de unas pocas grandes
empresas que, con la complicidad de los sucesivos gobiernos
han manejado el recurso a su antojo y sólo en función de
mantener sus ganancias, dejando como saldo un recurso
depredado y miles de trabajadores en situación de
precariedad laboral.
Menem-De la Rúa-Kirchner:
la continuidad comenzó hace rato…
La actual estructura económica de la pesca argentina
comienza a perfilarse a partir del gobierno de Menem, esta
estructura tiene varios pilares: 1) los acuerdos de pesca
con la Comunidad Económica Europea que posibilitaron el
ingreso de barcos en desuso y que provocaron un aumento del
esfuerzo pesquero y de la depredación, 2) la sanción de la
ley de Pesca en 1997; que propone privatizar el recurso
pesquero, 3) la concentración de capitales; y 4) la
precariedad laboral, lograda a través de la destrucción
del convenio colectivo de trabajo del año 1975 y la
implantación de las pseudo-cooperativas como forma de
reducir los costos laborales.
Esta estructura, iniciada en la época de Menem,
continuada por De la Rúa-Cavallo y profundizada bajo el
gobierno K, es parte de lo que se denomina el “modelo de
los ‘90”, que más allá de los discursos, sigue más
vigente que nunca, tanto en la pesca, como en otros sectores
claves de la economía como el petróleo, la minería, el
monocultivo de soja transgénica, etc. Como ejemplo de esta
continuidad, podemos recordar que el Secretario de
Agricultura, Ganadería y Pesca de Menem, quién lidero el
llamado festival de permisos de pesca irregulares, fue el
ex-gobernador de Buenos Aires y actual diputado kirchnerista
Felipe Solá. Además, esta estructura considera que el
pescado es solamente una materia prima para exportación y
una fuente de dólares para los empresarios, mientras que el
pescado como alimento y fuente de proteínas, permanece
fuera del alcance de la gran mayoría de la población
debido a que los precios se encuentran dolarizados.
Perspectivas
Finalizado el 2007 y después del conflicto de los
fileteros que reclamaron por la registración laboral que
sacudió al puerto y a la ciudad, las perspectivas para el
2008 no son nada positivas para los trabajadores. Ya se
anunció una captura máxima de 270.000 toneladas de merluza
para el año próximo, lo que implica una reducción del 20%
respecto al 2007. Sin embargo, esta reducción no alcanzará
para recomponer el estado crítico en que se encuentra el
principal recurso pesquero y el costo de la crisis no la
pagarán los empresarios sino los trabajadores que sufrirán
nuevos despidos. Por eso creemos que la solución tiene que
incluir:
1) el conocimiento del estado real del recurso a través
de hacer públicos
los informes del Instituto Nacional de Investigación y
Desarrollo Pesquero (INIDEP) que hoy se mantienen
ocultos;
2) abrir los libros
de las empresas pesqueras para conocer las reales
ganancias de estos pulpos;
3) sacar de
servicio los barcos congeladores y elaborar todo el
pescado en tierra;
4) exigir el
cumplimiento del convenio que regula la actividad laboral (161/75);
5) manejo del
recurso pesquero por todos los sectores de trabajadores
involucrados: embarcados, fileteros, científicos y técnicos;
6) subsidios que
garanticen la canasta familiar para los trabajadores
desocupados o despedidos del sector;
7) se debe crear una empresa
estatal de pesca que concentre los desembarques y haga
un seguimiento de la materia prima;
8) las exportaciones deben quedar supeditadas al abastecimiento
del mercado interno a precios controlados.
Ningún político patronal (PJ, UCR, Pulti, Baragiola,
etc.) está dispuesto a llevar adelante un programa de estas
características ya que los llevaría a confrontar con
quienes “bancan” sus campañas políticas (los
empresarios), menos aún la burocracia de la CGT, ni tampoco
la CTA con su política de medias tintas, sumisión al
gobierno K y de negociar miserables “indemnizaciones por
despido”. Sólo la movilización masiva de todos los
trabajadores del sector basada en la más amplia democracia,
junto con la solidaridad de organizaciones sociales y políticas
será la garantía para lograr una solución de fondo a esta
situación.
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Movimiento al Socialismo
Mar del Plata
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