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Dana
(ex Eaton)
Fuera
la cana de la Fábrica
Reincorporación
de los despedidos
Dana Spicer
es una multinacional de capitales yanquies y líder en la
producción de ejes y transmisiones para transportes
pesados. El lunes 7 de enero, los trabajadores volvían de
vacaciones y se encontraron con que la patronal los recibía
de la peor manera posible: 60 despidos, entre ellos los delegados independientes a la conducción
del Gordo “desaparecedor” Rodríguez, cómplice de la última
dictadura militar.
La patronal
conjuntamente con la burocracia tienen el objetivo político
de derrotar a la única interna independiente del SMATA, y
un objetivo económico: modificar el convenio para meter el
cuarto turno, aumentar los ritmos, sacar otras conquistas
como el comedor en planta. Es decir, quieren dar una vuelta
de rosca más en la flexibilización laboral.
La
respuesta obrera no se hizo esperar. Los trabajadores
decidieron hacer asamblea permanente y acamparon en la
puerta de la fábrica. En la noche del lunes 14, una patota
de la burocracia del SMATA atacó brutalmente a un grupo de
obreros que estaba en esos momentos en el acampe. 50 matones
irrumpieron sorpresivamente, golpeando y acuchillando a los
compañeros reunidos, cuatro de ellos debieron ser
hospitalizados por la gravedad de sus heridas, un compañero
del MAS también fue golpeado. Incendiaron el auto de un
compañero, rompieron otros 6. Además, robaron televisores,
aparatos de sonido, destrozaron todo lo que estaba en el
acampe. La patota actuó en complicidad, la policía que
liberó la zona.
En una
charla con un corresponsal de SoB, un trabajador de esta
autopartista nos contó lo siguiente: “Dana es una fábrica
de 600 trabajadores, en el piquete habría unos 100 compañeros,
después 200 que nos acompañaban pasivamente, el sindicato
llamaba a reuniones donde iban al rededor de 300 compañeros.
Había muchos que iban por miedo, porque estaban confundidos
y otros porque son carneros y tienen intereses con la
burocracia. El sindicato les daba licencia los viernes, los
invitaba a comer asados, solamente si estabas con ellos, lo
hacían para dividirnos. El SMATA tiene un grupo de carneros especializados: son un grupo
de 50 personas que van rotando por todas las fabricas del
gremio, como un grupo de choque, que los mandan donde el
sindicato ve que empieza a ver unidad entre los trabajadores
y que empiezan a organizarse para reclamar por sus derechos
y los mandan a pudrir el nido".
La empresa
comenzó a mandar telegramas de intimación par que se
vuelva a trabajar, la burocracia organizó micros en puntos
de encuentro para evitar que se juntaran los trabajadores y
para quebrar el acampe. Finalmente el viernes 18 los
trabajadores decidieron levantar el acampe. La fábrica hoy
está militarizada. El compañero nos describió la situación
dentro de la plata: “Hay policías como si fuéramos
delincuentes, hicieron cordones de policías alrededor de la
puerta para que entren a trabajar, y no podamos juntarnos
con los compañeros despedidos. Ahora te revisan, adentro
parece una cárcel, te juro... nunca había sentido algo así.
Está lleno de policías, están en los vestuarios, en los
baños, en el comedor uno por cada compañero, policías
uniformados. La empresa ya hizo una reestructuración donde
había 6 compañeros dejó 3 para que hagan todo el trabajo,
a donde había 8 ahora hay 4. Antes teníamos dos tiempos de
30 minutos para fumar y tomar mate, ahora nos dan 15
minutos, antes teníamos 45 minutos para comer, ahora
tenemos 35 min. Y para marzo están pensando en meter el
cuarto turno.”
Al cierre
de esta edición se realizó un escrache en las oficinas de
la multinacional en la zona de retiro. Si bien las
condiciones de la pelea son muy distintas los compañeros
están decididos a seguir la lucha. Y desde el Movimiento al
Socialismo y su juventud los acompañaremos en sus acciones
y brindando nuestro apoyo como lo hicimos desde el primer
momento.
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