La heroica lucha del Casino en momentos de definición
Antes de que sea demasiado tarde
La heroica lucha de los compañeros del Casino ha
cumplido 80 días. Hace muchísimo tiempo no se veía una
lucha tan larga y heroica. Los compañeros han dado todo
de sí en una coyuntura malísima; una coyuntura en la
que el gobierno K viene de lograr su reelección y cuando a
lo largo de todos estos meses se ha configurado un momento
político de chatura. Es decir, donde todavía no alcanzan a
llegar los efectos de la creciente crisis financiera
internacional. Porque, inevitablemente, cuando ésta impacte
de lleno el país, muchas cosas van a cambiar.
En las condiciones ante dichas, han debido enfrentar
a un enemigo muy poderoso: una verdadera Santa Alianza
conformada por la patronal de Cristóbal López, el
Ministerio de Trabajo, las burocracia patoteras de ALEARA y
el SOMU, la represión de la Prefectura y la Federal, todo
esto comandado desde la mismísima Casa Rosada por los
esposos K!
Lo último que han debido padecer, ha sido la brutal
represión comandada desde el Ministerio del Interior (miércoles
29/01) con el explícito objetivo de “quebrarlos” para
suprimir su lucha. El accionar represivo ha sido típico
del estilo de la dictadura militar. Y el gobierno K se
llena la boca hablando de los “derechos humanos”!
Reorientar la lucha
La grave y dramática situación
en la que se halla la lucha (no hay cómo esconder esto, ni
sería correcto hacerlo), ha abierto un abanico de
discusiones y posiciones que se están procesando de
manera caótica. Como no tenemos ningún integrante
de nuestro partido en el Cuerpo de Delegados, esto nos
obliga a ser algo más “circunspectos” a la hora de
poder saber realmente, a ciencia cierta y con total
exactitud, cuales son las distintas posiciones que se están
barajando.
Pero están claros algunos elementos. Por un lado,
que la pelea viene casi totalmente desgastada por el
esfuerzo de haberla sostenido a lo largo de tanto tiempo y
enfrentando semejante enemigo.
Sin embargo y al mismo tiempo, todavía parece que la
empresa no ha sido normalizada del todo porque –con buen
sentido– buena parte de los compañeros se siguen
resistiendo a subir a un lugar de trabajo que ya a estas
alturas se parece más a un campo de concentración que a
otra cosa.
Al mismo tiempo, no se ha logrado abrir ninguna línea
cierta para ninguna negociación. Es que el gobierno K y la
empresa quieren lisa y llanamente destruir por completo
esta experiencia!
En estas condiciones, ¿qué se puede hacer? Desde el
nuevo MAS creemos que –casi in extremis– se puede ensayar
una última carta. No compartimos la visión de que haya
condiciones para levantar así, sin más, la pelea. Las
cosas han ido demasiado lejos y quedaría –por ese
camino– realmente poco para “salvar”. Pero tampoco nos
parece que sea correcto algo que se parece más a una
“pose” que a otra cosa, cual es la letanía de que se
podría “recuperar” el acampe en Puerto Madero...
Nuestra posición de fondo es la que venimos
esgrimiendo desde el comienzo mismo de la lucha. Aunque,
claro está, ahora las condiciones son muy distintas. Lo que
nos parece es que la energía que queda y todas las medidas
que se voten tomar, hay que reorientarla hacia hacerle
pagar el costo político al gobierno por la brutalidad
con la que ha actuado contra los justos derechos laborales y
sindicales de los trabajadores del Casino. Y hay que enlazar
esto con lo que casi inevitablemente se va a venir a lo
largo del año. Es decir, que esta Santa Alianza antiobrera
y antipopular que se ha conformado, va a intentar
hacerles pagar los platos rotos de la crisis que se viene a
los trabajadores.
Si los compañeros reorientan la lucha en este
sentido, si logran de esta manera hacer de su lucha una
bandera que pueda ser entendida por un conjunto más amplio
de los trabajadores que la situación de aislamiento
actual, hay una posibilidad de recuperar el terreno
perdido y forzar al gobierno K a una negociación.
En todo caso,
nos parece que el Cuerpo de
Delegados del Casino haría bien en dejar de escuchar a una
sola corriente y sentar a todos los que nos hemos venido
jugando por esta lucha para un intercambio de ideas franco y
abierto.
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