Socialismo o Barbarie, periódico Nº 119, 07/02/08
 

 

 

 

 

 

La Plata: la lucha de Mafissa en un momento difícil

Para acorralar a Curi hay que apuntarle a Scioli

La gran lucha que desde 2005 vienen dando los obreros de Mafissa se encuentra frente a una parada decisiva: al cierre de esta edición se cumplían dos semanas de lock out total de la empresa con 103 despedidos y la suspensión sin goce de sueldo del resto de los trabajadores. Ahora más que nunca queda claro que la lucha se enfrenta a una alianza entre el gobierno, la patronal y la burocracia de la AOT.

Legalmente, el gobierno de Scioli tiene todos los elementos para denunciar el lock out y obligar al dueño, Curi, a que ponga a producir la fábrica con todos adentro. Sin embargo, su respuesta, en una reunión en Casa de Gobierno con la comisión interna, fue decir por boca de un funcionario de segunda línea que “todavía no habían leído el expediente”. Una verdadera tomada de pelo. Ante el lock out de 42 días realizado el año pasado, Solá también se había rehusado a sancionar a la patronal.

A su vez, la burocracia nacional de la AOT volvió a aparecer junto a los viejos delegados con una política clara después de varios meses de ausencia: “Las cosas no se consiguen luchando sino charlando con el gobierno nacional y provincial”. La AOT fue derrotada en una asamblea en la que trató de que no participen los despedidos y de que se vote con urna y no a mano alzada, para diluir al activismo. Sin embargo, consiguió que a algunas  acciones de Mafissa “no se pueda ir con las banderas rojas” de los que acompañamos desde el primer día y siempre respetamos las decisiones de las asambleas.

La burocracia visita a los compañeros casa por casa a hacer su política funcional a la empresa y a su gobierno amigo: les pide que se pronuncien contra la lucha y la interna, y que eso les garantiza que ellos van a volver a trabajar.

Poner en el centro la responsabilidad del gobierno

A más de dos meses de los despidos y dos semanas de lock out total, es imprescindible dar en el blanco en cómo enfocar la pelea de los trabajadores de Mafissa, que ya es un ejemplo de lucha y constancia para toda la región. Nos parece que hay que apuntar todos los cañones al gobierno de Scioli para responsabilizarlo de que haya una fábrica parada en un país que no está en condiciones de darse esos lujos, y más de 500 trabajadores con su fuente de trabajo en riesgo. Exigirle que decrete ya que se ponga en marcha la fábrica con todos adentro, y mostrarse firmes en que de no ser así se están dando pasos para imponer la provincialización de la fábrica bajo el control de los obreros.

Algunos compañeros sostienen que como Scioli acaba de ganar las elecciones con muchos votos, apuntarle a él es ir por el camino más difícil y nos chocaríamos contra la pared. No desconocemos el triunfo de Kristina y Scioli ni la expectativa que despiertan en muchos trabajadores y la población en general. Tienen esperanzas porque identifican al gobierno con que hoy hay más trabajo que en el pico de la crisis en el 2001 y 2002. Pero si los volantes, las pintadas, afiches, los cantitos y las movilizaciones muestran que el gobierno es cómplice de un patrón que tiene cerrada una fábrica y juega con los puestos de trabajo, eso puede generarle un desgaste al gobierno, marcarle la cancha.

Desenmascarar el doble discurso le hace daño al gobierno: cuando los trabajadores del Hospital Francés lograron demostrar ante la población que el gobierno les mandó una patota para derrotar la lucha contra el vaciamiento, se logró dar vuelta una pelea que venía muy aislada y se consiguió la nacionalización del hospital. Que el gobierno esté fuerte no quiere decir que no le entren balas. Entonces, hacer responsable al “productivo” Scioli ante todo Olmos y La Plata de que se paren máquinas y gente se quede sin trabajo no le resulta indiferente. Y, digámoslo una vez más, es Scioli el que tiene la llave para apretar a Curi, algo que sólo se puede hacer poniendo en el centro la denuncia de que permitió a la empresa llegar muy lejos y la exigencia de que se resuelva de una vez.

Las medidas de lucha

La política de luchar por la fábrica funcionando con todos adentro –con Curi si se sanciona ya el lock out, o sin Curi, pasando al estado provincial con control obrero– tendría más fuerza con la ocupación de la fábrica. En los últimos meses, muchos compañeros sacaron la conclusión de que “Curi quiere que tomemos la fábrica porque eso nos dejaría en la ilegalidad y le sería más fácil derrotarnos”. Entendemos que no se quieran dejar flancos, pero el conflicto está en un punto límite y se hace necesario tomar una medida que realmente haga que Curi evalúe volver a trabajar con todos adentro porque corre el riesgo de quedarse sin la fábrica.

También existe la legítima preocupación de ser desalojados por la fuerza. Si la toma cuenta con la participación activa de un sector importante de compañeros, lo van a tener que pensar dos veces, porque si se les va la mano con la represión se puede dar vuelta la tortilla. No hace muchos años, Duhalde vio al movimiento piquetero aislado, pero las dos muertes en el puente Pueyrredón llevaron a que gente, que no tenía simpatía por los piqueteros, repudiara a Duhalde por la sangre derramada. Y Duhalde cayó. Además, los problemas de represión son muy sentidos en La Plata, donde López sigue desaparecido. Y encima ya está cerca el 24 de marzo. Entonces, no le es tan fácil al gobierno y la Justicia desalojar una fábrica tomada por obreros bien plantados.

¡Viva la lucha de los obreros de Mafissa!