Socialismo o Barbarie, suplemento elecciones del SUTNA (neumático)
 

 

 

 

 

 

Emerge una alternativa de dirección a la burocracia

Marronazo en el neumático

Por Roberto Sáenz

A 16 años de la traición de la histórica lucha de FATE (diciembre 1991-enero 1992) por la dirección de Pedro Wasiejko, en otro enero pero de 2008 una nueva generación de compañeros obreros surgidos directamente de la lucha y las bases hizo justicia: ganó abrumadoramente la seccional por el 63% de los votos (606 a 366) y comenzó a escribir otra historia no sólo en FATE sino en el SUTNA en su conjunto.

Es verdad que la lista Violeta retuvo el sindicato por1284 votos a 960. Pero no hay cómo esconder que esto lo logró, en buena medida, apelando a los votos de las seccionales fantasmas (carecen de fábricas) de Córdoba, Hurlingham, Capital Federal, Rosario y Mar del Plata donde se alzó con prácticamente 250 votos supuestamente de “trabajadores de las gomerías”. Sin esta “ayudita”, la brecha entre la Violeta y la Marrón se hubiera reducido a su mínima expresión.

Así y todo, a nadie se le puede escapar que la Marrón alcanza el enorme 42% de los votos totales logrando guarismos –muy importantes para una agrupación tan reciente– del 31% en Firestone (empresa de donde proviene el propio Wasiejko) y del 23% en Pirelli. Una elección histórica.

Estos resultados ya tienen un efecto inmediato: colocan potencialmente a la Marrón como la oposición nacional a la dirección burocrática de la Violeta, en condiciones ciertas de poder elevarse a disputar el sindicato en el futuro. De más está decir que se trata de algo totalmente inusual en nuestro país y, mucho más en un gremio industrial, tradicionalmente controlados por los más férreos aparatos burocráticos.

Elección histórica en un gremio estratégico

Como la Violeta logró retener el sindicato, seguramente desde la dirección nacional del gremio intentará afianzarse buscando “bombardear” y quebrar el profundo proceso antiburocrático que ha despuntado en el neumático. Inevitablemente, hará esto en connivencia y total complicidad con las patronales de FATE, Firestone y Pirelli, que no escatimarán esfuerzos por intentar derrotar la emergente experiencia de la nueva dirección de FATE, así como respecto de la Marrón en su conjunto. Esto debe quedar doblemente subrayado desde el comienzo para que todos los compañeros tengamos conciencia de los desafíos que se vienen.

Porque hay que hacer mucha memoria para recordar cuándo en nuestro país una agrupación o corriente de compañeros surgidos desde las bases, antiburocráticos y con crecientes rasgos clasistas han logrado hacer semejante elección en un gremio industrial y en el orden nacional, en lo que se podría llamar uno de los “círculos de hierro” de la producción capitalista del país.

Se trata de una industria que como la del neumático, se encuentra íntimamente vinculada a una de las más estratégicas ramas productivas del país (la automotriz); una rama relativamente pequeña pero muy concentrada, que se organiza alrededor de tres grandes fábricas, la mayor de las cuales es, precisamente, FATE (unos 1.300 trabajadores). Esta última fabrica tiene como dueño a uno de los portaestandartes de la “burguesía nacional-multinacional” (las llamadas “multilatinas”): el grupo Madanes, que también controla Aluar, una de las grandes productoras de aluminio a nivel mundial.

Esta claro que, entonces, a partir de ahora los desafíos y pruebas serán enormes. Nadie podría esperar que patrones de la importancia de los Madanes se queden tranquilos con una dirección antiburocrática y con rasgos clasistas en su fábrica. Ni que Wasiejko, la CTA y el gobierno K se queden esperando pasivamente la maduración de la que apunta a ser una de las experiencias más importantes de la recomposición en curso de los trabajadores de los últimos años.

Precisamente, esto es lo que hace potencialmente tan preñado de consecuencias estratégicas este proceso, que recién está en sus inicios. No todos lo días emergen experiencias de este tipo en el núcleo central de la clase obrera del país.

Rebelión obrera y tradición de clase

Decíamos hace algo más de un año: “Las condiciones de recuperación de la producción en distintas ramas son el trasfondo y base material del proceso molecular en curso de reorganización de los trabajadores. Las condiciones de esclavitud laboral, el sueldo que no alcanza, el ver cómo la patronal gana fortunas, son un aguijón permanente al todavía poco visible pero creciente descontento. Tras las transformaciones de los 90 en el sentido de una tremenda fragmentación, ahora está teniendo lugar un hecho revolucionario en las entrañas de nuestra clase: está en marcha una profunda tendencia en sentido inverso, con el surgimiento de una nueva generación obrera, que esta dando sus primeros pasos y haciendo sus primeras experiencias” (J. L. Rojo, “Emerge una nueva generación obrera”, Socialismo o Barbarie N° 20).

Sin entrar en detalles, digamos que la derrota de la burocracia en todas sus versiones se ha dado en la fabrica donde más lejos llega la experiencia con ella: no casualmente, en FATE. En el caso de Firestone, controlada históricamente por la Violeta, seguramente muchos habrán anotado el nada despreciable 30% que obtuvo la Marrón. A todas luces, se podría decir que aun cuando la fábrica no se ha recuperado del todo de la derrota del 2003, hay un importantísimo sector de la base obrera que ya se la tiene “jurada” a Wasiejko, y que hay que sumar –con los debidos cuidados– a la Marrón. En el caso de Pirelli, la elección de la Marrón no deja de ser importante si se tiene en cuenta que su dirección histórica configuraba un sector a la derecha de la Violeta. Por esto, la experiencia no está del todo hecha aún en la base respecto del verdadero carácter pro-patronal de la lista de Wasiejko.

Sin embargo, hay que explicar este profundo deslizamiento o agujero en el monopolio de la representación burocrática de la base obrera que ha ocurrido en las elecciones del SUTNA. Aquí sólo señalaremos algunos de los elementos que nos parecen más evidentes.

El primero y fundamental es la rebelión obrera antipatronal y antiburocrática que emergió en la primera mitad del 2007 en FATE (y también Pirelli) contra el brutal deterioro en las condiciones de trabajo y de salario que dejó pasar a lo largo de 15 años la dirección de Wasiejko.

Se trata de una industria que exige en muchos casos una alta calificación laboral, pero al tiempo, por su altísimo nivel de explotación, exigencia física en el trabajo y turnos enloquecedores en los que está organizada la actividad, hace a condiciones de trabajo casi de esclavitud. A esto se le agrega el histórico retraso salarial que se ha ido acumulando en las últimas décadas (si se lo compara, por ejemplo, con la industria automotriz).

Esto es lo que estalló como rebelión obrera en FATE y Pirelli el año pasado. Y si en Firestone no hubo aún rebelión, esto se ha debido pura y exclusivamente a la ya señalada derrota de 2003 impuesta por la misma Violeta. Es precisamente este proceso de rebelión el que explica cómo ha sido vencida la burocracia de todos los colores en FATE y la gran elección nacional de la Marrón.

Como no podía ser de otra manera, la elección sindical ha sido el reflejo de este proceso que lo ha antecedido y la explica: una rebelión obrera en dos de las principales fábricas del gremio, las que muestran una base obrera tonificada.

A esto se le debe agregar otro elemento de mucha importancia. En el SUTNA en general, pero más particularmente en FATE, hay elementos de tradición y memoria histórica presentes que, a pesar de la derrota de 1991-92 no se han cortado.

Veamos un caso. En FATE, la alegría por la derrota de la Violeta es enorme. Con cualquier compañero trabajador que se hable, todo el mundo lanza a boca de jarro las entregadas y agachadas de los últimos 15 años y cómo Wasiejko rifó el convenio, las condiciones de trabajo y el salario. Pero también se tiene conciencia que hubo otros ejemplos, como el del “Mostro”, que se jugó de manera incondicional por sus compañeros. Y esto mismo es lo que los compañeros ven en el nuevo cuerpo de delegados, la nueva dirección seccional y la Marrón.

A los elementos señalados se le agrega un tercero que tiene que ver con la relativa “debilidad” de una burocracia que, como la del neumático, integra la CTA, en relación con, por ejemplo, los aparatos sindicales de la CGT. Claro que esto significa que, como suele llenarse la boca la Violeta, sea así porque son más “democráticos”. Para muestra basta un botón: la patota que intentó introducir el sindicato cuando se cerraban los comicios en FATE el miércoles 29 de enero. Hablamos más bien de las características de una burocracia que se presenta como “distinta”, siendo que nació entregando luchas a comienzos de la década del 90 no sólo en el neumático, sino en el gremio docente, entre los estatales, etc.

Sin embargo, nada de esto debe apuntar a perder de vista el formidable enemigo de los auténticos intereses de la base obrera que es Pedro Wasiejko, ni el hecho que –como ya señalamos– en connivencia con el Estado, el gobierno K y las patronales intentará mover cielo y tierra para derrotar la extraordinaria experiencia que emerge.

Como en un campo minado

Inevitablemente, luego de un triunfo de esta magnitud, la cantidad de reclamos que tiene la base se pone inmediatamente sobre la mesa. Esto es tradicional siempre que se derrota contundentemente a la burocracia, como es el caso de FATE. Es muy justo: los compañeros tienen toneladas de reclamos que durante años vienen siendo acallados por la dirección burocrática y por el miedo a ser despedidos y/o entregados por el hecho de plantearlos.

Estas reivindicaciones habitualmente van desde los problemas más elementales y sentidos de cada sección de la fábrica hasta las cuestiones más generales que en el gremio están sobre la mesa: los turnos y condiciones de escandalosa esclavitud laboral y el enorme retraso salarial histórico.

Al mismo tiempo, está claro que entrado el año vendrá toda la disputa por la negociación paritaria, en la cual, en 2007, sobre todo en el caso de FATE (pero también, como “contagio”, en Pirelli y Firestone) se logro imponer paritarios electos por la base y, en plata, algo más que lo que querían dar las patronales. Esto fue así pura y exclusivamente por la lucha de FATE, aunque lo que se obtuvo fue mucho menos de lo que le correspondía a los trabajadores del neumático.

Ahora, en 2008, esta situación amenaza con volver corregida y aumentada, sobre todo ahora que se ganó la seccional San Fernando e incluso como subproducto de la elección nacional de la Marrón.

Sin duda, serán los compañeros los que deben decidir los pasos a dar, los reclamos, los tiempos, los ritmos y las medidas. En todo caso, desde estas páginas sólo podemos alertar que la perspectiva del año anuncia un proceso de durísimas luchas enfrentando una Santa Alianza del gobierno K, Ministerio de Trabajo, “justicia”, patronales y burocracia que buscarán curarse en salud frente a la crisis económica mundial y sus posibles consecuencias en nuestro país mediante el tan mentado Pacto Social o “acuerdos sectoriales” de largo alcance. Esto es, buscando hacerles pagar los platos rotos de una eventual crisis a los trabajadores.

Por caso, el oligárquico diario La Nación ya ha puesto la lupa sobre el gremio haciendo caer la responsabilidad por la supuesta “caída de la producción” en el neumático en el 2007 sobre los reclamos de los trabajadores: “En algunas industrias, los conflictos gremiales se sumaron a la falta de gas y electricidad. Esto fue lo que ocurrió en el caso de los neumáticos y de las fibras sintéticas y artificiales, cuyas producciones cayeron un 1,5% y un 21,5% respectivamente” (3-2-08).

En estas condiciones, cada paso que se dé debe ser, en todo lo posible, ampliamente discutido y madurado con la base. Es decir, tratando de actuar como estrategos que vienen logrando muy valiosos triunfos pero que tienen por delante infinidad de campos minados.

El desafío de proyectarse más allá del neumático

Señalábamos también que “el proletariado industrial es el sector más difícil, el más controlado por la burocracia, que tiene prácticamente el monopolio absoluto de la representación –salvo excepciones– y donde más impera el despotismo de fábrica. Esto no es casual: el proletariado industrial sigue siendo el núcleo estratégico de la clase obrera. Simplemente, por el lugar que ocupa en el conjunto de la economía capitalista, es decir, en el centro de la producción de la riqueza” (ídem, SoB 20).

Para comenzar, hay que pasar la experiencia de dirigir realmente en FATE. Pero inmediatamente se plantean dos exigencias más.

Está dicho que la Marrón hizo una extraordinaria elección en todo el gremio. Toda la base del neumático tiene sus ojos puestos en lo que pasa en FATE. En este sentido, ya está sobre la mesa el desafío de que la Marrón se vaya transformando conscientemente en una alternativa de dirección para todo el SUTNA, disputándoselo día a día y palmo a palmo (no sólo en las elecciones) a la Violeta.

Pero hay algo más de fundamental importancia. De afianzarse la experiencia de la Marrón, inevitablemente pasará a estar en la primera fila de la serie de experiencias que se han venido acumulando en la vanguardia de los trabajadores en los últimos años: sea el caso del cuerpo de delegados del subterráneo de Buenos Aires, de las directivas combativas del Suteba, de algunas seccionales ferroviarias, de Zanon, etc. Desde ya que en la zona norte del Gran Buenos Aires, FATE pasara a ser casi automáticamente una de las referencias más importantes.

Pero incluso en el plano nacional tiene potencialmente todas las posibilidades de aportar un elemento central, decisivo y estratégico, que apunta a colocarla en un lugar de privilegio. Y es que se trata de una experiencia que surge de las entrañas de una industria concentrada en el centro del país y que puede apuntar –de consolidarse, insistimos– a disputar el primer sindicato nacional industrial por parte de la nueva vanguardia obrera.

En síntesis, es importantísimo el lugar que la nueva dirección obrera de FATE y la Marrón en su conjunto pueden llegar a tener en el proceso en curso de recomposición de la vanguardia de los trabajadores en nuestro país si logran sortear las pruebas que están por delante y si logran comprender que en su experiencia tendrán que vérselas no sólo con Wasiejko, Madanes y demás patronales del neumático, sino con el representante general de todo ellos: el gobierno K.