Día Internacional de la Mujer
Trabajadora
La historia del 8 de marzo
Las Rojas
Este 8 de marzo se cumplen cien años
de la gran huelga textil de mujeres de Nueva York, una de
las fechas emblemáticas que dio origen al Día
Internacional de la Mujer Trabajadora.
El 8 de marzo de 1857 las obreras
textiles de una fábrica de Nueva York habían entrado en
huelga por la reducción de la extensa jornada de trabajo de
12 horas diarias y contra los salarios miserables. Ese día
las mujeres fueron ferozmente atacadas por la policía. Casi
medio siglo después, corría 1908, la pelea de todos los
trabajadores y trabajadoras por la reducción de la jornada
laboral recorría el mundo. 15 mil obreras textiles entraron
en huelga por aumento de salario y por mejores condiciones
de vida. 150 obreras fueron asesinadas por el patrón de la
Cotton, otra empresa textil. Las obreras tomaron la fábrica
como medida de fuerza. Y el patrón mandó incendiar la fábrica
con ellas adentro.
En 1909 se reunió en la ciudad
de Copenhague, Dinamarca, el Congreso Internacional de
Mujeres Socialistas. Allí la dirigente alemana Clara Zetkin
propuso que se estableciera el 8 de marzo como el Día
Internacional de la Mujer, en homenaje a aquellas que
llevaron adelante las primeras acciones de mujeres
trabajadoras organizadas contra la explotación capitalista.
Las mujeres rusas enroladas en el
Partido Bolchevique realizaban todos los años Mítines para
las mujeres obreras. Alejandra Kollontai, una de ellas,
relata cómo eran llevadas presas por la policía zarista
cada vez que organizaban estos mitines matinales en las
puertas de las fábricas.
Corría 1917. El 8 de marzo
correspondía al día 23 de febrero en el calendario ruso.
Una movilización de mujeres que pedían pan y paz se lanzó
a las calles y encendieron la mecha de la revolución obrera
más grande de la historia. León Trotsky cuenta en su
Historia de la Revolución Rusa: “El
23 de febrero era el Día Internacional de la Mujer. Los
elementos socialdemócratas se proponían festejarlo en la
forma tradicional: con asambleas, discursos, manifiestos,
etc. A nadie se le pasó por las mentes que el Día de la
Mujer pudiera convertirse en el primer día de la revolución.
Ninguna organización hizo un llamamiento a la huelga para
ese día. (…) Es evidente, pues, que la Revolución de
Febrero empezó desde abajo, venciendo la resistencia de las
propias organizaciones revolucionarias; con la
particularidad de que esta espontánea iniciativa corrió a
cargo de la parte más oprimida y cohibida del proletariado:
las obreras del ramo textil.(…)
Manifestaciones de mujeres en que figuraban solamente
obreras se dirigían en masa a la Duma municipal pidiendo
pan. Era como pedir peras al olmo. Salieron a relucir en
distintas partes de la ciudad banderas rojas, cuyas leyendas
testimoniaban que los trabajadores querían pan, pero no
querían, en cambio, la autocracia ni la guerra. El Día de
la Mujer transcurrió con éxito, con entusiasmo y sin víctimas.
Pero ya había anochecido y nadie barruntaba aún lo que
este día fenecido llevaba en su entraña.”
Hoy en todo el mundo se celebra
el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Hay grandes
debates sobre si las mujeres estamos peor o mejor que hace
cien años. Gracias a las luchas que fueron dando las
mujeres en distintos momentos, hemos logrado algunas
conquistas y algunos avances. Sin embargo, de conjunto, como
el resto de la mayoría de la humanidad, seguimos sometidas
a uno de los peores sistemas, el capitalismo. Este sistema
asesino y destructivo es capaz de maquillar algo, pero en el
fondo las mujeres seguimos siendo doblemente oprimidas: como
trabajadoras y como mujeres.
Un siglo después y una mujer presidenta
Desde que se anunció su
candidatura a presidenta, Cristina Kirchner hizo uso del
hecho de ser mujer para hacer campaña electoral. Una y otra
vez repetía en los actos de campaña que ella venía a ser
presidenta como mujer. Incluso llegó a anunciar que este
sería el siglo de las Mujeres. En su discurso de asunción
al cargo de presidenta dijo que se sentía “con inmensa
responsabilidad por el género”.
Sin embargo, desde su asunción
no hemos visto un solo acto, un solo gesto, un solo hecho a
favor de los derechos de las mujeres.
La situación de las mujeres
trabajadoras es particularmente difícil. Porque a los bajos
salarios generales y las patotas de la “Señora”
presidenta, se suma un problema de vida o muerte que está
asolando a las mujeres. No se ha dado un solo paso en el
camino de la despenalización y el derecho al aborto libre,
legal, seguro y gratuito. Sabemos que la clandestinidad del
aborto produce más de 400 muertes de mujeres por año. A
pesar de ello, la Ministra de Salud de Kristina, Graciela
Ocaña, declaró que la cuestión del aborto “es un tema
de política criminal” (Página 12, 26/12/07). Ya Cristina
había dicho varias veces que ella no está a favor del
derecho al aborto. Está claro que para este gobierno, las
mujeres pobres que no pueden acceder a un aborto en
condiciones higiénicas, son criminales y reciben el castigo
que merecen.
Al mismo tiempo, el 23 de febrero
se cumplieron cinco años
de la injusta detención de Romina Tejerina en Jujuy. La
Corte Suprema, en consonancia total con el gobierno de
Cristina, no hace nada para resolver la situación de
Romina.
Por el otro lado, el gobierno de
la primera mujer presidenta se ha demostrado como uno de los más
violentos con los trabajadores y trabajadoras. Se ha
dedicado a reprimir una y otra vez las luchas en curso,
tanto a las trabajadoras y trabajadores del Casino como a
los trabajadores de la Línea 60, de Dana o de Maffissa.
La nueva modalidad de las patotas
organizadas por la burocracia sindical para frenar a los
trabajadores y trabajadoras que pelean, fue ratificada el 4
de marzo en el discurso que dio Cristina frente a los
camioneros de Hugo Moyano. Allí la señora presidenta dijo
que es necesario llevar adelante el principio peronista de
conciliación de trabajadores y empresarios e insistió en
que para eso es necesario que los burócratas frenen a los
trabajadores que salgan a pelea por salario.
La primera mujer presidenta de la
Argentina, no ha venido a solucionar los problemas de las
trabajadoras y los trabajadores, ni tampoco los de las
mujeres trabajadoras.
Por eso, para poder avanzar en
nuestros derechos, especialmente el derecho al aborto libre,
legal, seguro y gratuito, debemos salir a pelear,
organizarnos para enfrentar al gobierno de Kristina.
Por el derecho al aborto, libre, legal, seguro y gratuito
Por los derechos de las mujeres trabajadoras
Libertad a Romina Tejerina
Sábado 8 de marzo 16 horas,
concentramos en Callao y Corrientes
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