Socialismo o Barbarie, periódico Nº 121, 06/03/08
 

 

 

 

 

 

Día Internacional de la Mujer Trabajadora

La historia del 8 de marzo

Las Rojas

Este 8 de marzo se cumplen cien años de la gran huelga textil de mujeres de Nueva York, una de las fechas emblemáticas que dio origen al Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

El 8 de marzo de 1857 las obreras textiles de una fábrica de Nueva York habían entrado en huelga por la reducción de la extensa jornada de trabajo de 12 horas diarias y contra los salarios miserables. Ese día las mujeres fueron ferozmente atacadas por la policía. Casi medio siglo después, corría 1908, la pelea de todos los trabajadores y trabajadoras por la reducción de la jornada laboral recorría el mundo. 15 mil obreras textiles entraron en huelga por aumento de salario y por mejores condiciones de vida. 150 obreras fueron asesinadas por el patrón de la Cotton, otra empresa textil. Las obreras tomaron la fábrica como medida de fuerza. Y el patrón mandó incendiar la fábrica con ellas adentro.

En 1909 se reunió en la ciudad de Copenhague, Dinamarca, el Congreso Internacional de Mujeres Socialistas. Allí la dirigente alemana Clara Zetkin  propuso que se estableciera el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, en homenaje a aquellas que llevaron adelante las primeras acciones de mujeres trabajadoras organizadas contra la explotación capitalista.

Las mujeres rusas enroladas en el Partido Bolchevique realizaban todos los años Mítines para las mujeres obreras. Alejandra Kollontai, una de ellas, relata cómo eran llevadas presas por la policía zarista cada vez que organizaban estos mitines matinales en las puertas de las fábricas.

Corría 1917. El 8 de marzo correspondía al día 23 de febrero en el calendario ruso. Una movilización de mujeres que pedían pan y paz se lanzó a las calles y encendieron la mecha de la revolución obrera más grande de la historia. León Trotsky cuenta en su Historia de la Revolución Rusa: “El 23 de febrero era el Día Internacional de la Mujer. Los elementos socialdemócratas se proponían festejarlo en la forma tradicional: con asambleas, discursos, manifiestos, etc. A nadie se le pasó por las mentes que el Día de la Mujer pudiera convertirse en el primer día de la revolución. Ninguna organización hizo un llamamiento a la huelga para ese día. (…) Es evidente, pues, que la Revolución de Febrero empezó desde abajo, venciendo la resistencia de las propias organizaciones revolucionarias; con la particularidad de que esta espontánea iniciativa corrió a cargo de la parte más oprimida y cohibida del proletariado: las obreras del ramo textil.(…)  Manifestaciones de mujeres en que figuraban solamente obreras se dirigían en masa a la Duma municipal pidiendo pan. Era como pedir peras al olmo. Salieron a relucir en distintas partes de la ciudad banderas rojas, cuyas leyendas testimoniaban que los trabajadores querían pan, pero no querían, en cambio, la autocracia ni la guerra. El Día de la Mujer transcurrió con éxito, con entusiasmo y sin víctimas. Pero ya había anochecido y nadie barruntaba aún lo que este día fenecido llevaba en su entraña.”

Hoy en todo el mundo se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Hay grandes debates sobre si las mujeres estamos peor o mejor que hace cien años. Gracias a las luchas que fueron dando las mujeres en distintos momentos, hemos logrado algunas conquistas y algunos avances. Sin embargo, de conjunto, como el resto de la mayoría de la humanidad, seguimos sometidas a uno de los peores sistemas, el capitalismo. Este sistema asesino y destructivo es capaz de maquillar algo, pero en el fondo las mujeres seguimos siendo doblemente oprimidas: como trabajadoras y como mujeres.

Un siglo después y una mujer presidenta

Desde que se anunció su candidatura a presidenta, Cristina Kirchner hizo uso del hecho de ser mujer para hacer campaña electoral. Una y otra vez repetía en los actos de campaña que ella venía a ser presidenta como mujer. Incluso llegó a anunciar que este sería el siglo de las Mujeres. En su discurso de asunción al cargo de presidenta dijo que se sentía “con inmensa responsabilidad por el género”.

Sin embargo, desde su asunción no hemos visto un solo acto, un solo gesto, un solo hecho a favor de los derechos de las mujeres.

La situación de las mujeres trabajadoras es particularmente difícil. Porque a los bajos salarios generales y las patotas de la “Señora” presidenta, se suma un problema de vida o muerte que está asolando a las mujeres. No se ha dado un solo paso en el camino de la despenalización y el derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito. Sabemos que la clandestinidad del aborto produce más de 400 muertes de mujeres por año. A pesar de ello, la Ministra de Salud de Kristina, Graciela Ocaña, declaró que la cuestión del aborto “es un tema de política criminal” (Página 12, 26/12/07). Ya Cristina había dicho varias veces que ella no está a favor del derecho al aborto. Está claro que para este gobierno, las mujeres pobres que no pueden acceder a un aborto en condiciones higiénicas, son criminales y reciben el castigo que merecen.

Al mismo tiempo, el 23 de febrero se cumplieron cinco años de la injusta detención de Romina Tejerina en Jujuy. La Corte Suprema, en consonancia total con el gobierno de Cristina, no hace nada para resolver la situación de Romina.

Por el otro lado, el gobierno de la primera mujer presidenta se ha demostrado como uno de los más violentos con los trabajadores y trabajadoras. Se ha dedicado a reprimir una y otra vez las luchas en curso, tanto a las trabajadoras y trabajadores del Casino como a los trabajadores de la Línea 60, de Dana o de Maffissa.

La nueva modalidad de las patotas organizadas por la burocracia sindical para frenar a los trabajadores y trabajadoras que pelean, fue ratificada el 4 de marzo en el discurso que dio Cristina frente a los camioneros de Hugo Moyano. Allí la señora presidenta dijo que es necesario llevar adelante el principio peronista de conciliación de trabajadores y empresarios e insistió en que para eso es necesario que los burócratas frenen a los trabajadores que salgan a pelea por salario.

La primera mujer presidenta de la Argentina, no ha venido a solucionar los problemas de las trabajadoras y los trabajadores, ni tampoco los de las mujeres trabajadoras.

Por eso, para poder avanzar en nuestros derechos, especialmente el derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito, debemos salir a pelear, organizarnos para enfrentar al gobierno de Kristina.

Por el derecho al aborto, libre, legal, seguro y gratuito

Por los derechos de las mujeres trabajadoras

Libertad a Romina Tejerina

Sábado 8 de marzo 16 horas, concentramos en Callao y Corrientes