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4 de abril: a un año del asesinato de
nuestro compañero Carlos Fuentealba
Impongamos un paro nacional y movilización a
la CTERA
Por
Martín Primo
mas
- Neuquén
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A un año del asesinato de
Carlos Fuentealba
Lo recordamos como trabajador, socialista y revolucionario
La lucha por cárcel a los responsables del asesinato de
Carlos es a su vez una lucha por mantener la
memoria de lo que él representa. Si bien es
cierto que ese 4 de abril fue un azar que el fusilado
haya sido Carlos Fuentealba, no es para nada
casualidad que Carlos haya
estado allí. Porque él no sólo era un maestro;
tampoco era sólo un trabajador, tampoco un simple
“militante de la vida”. Carlos fue un luchador, un militante revolucionario y socialista que había abrazado las
banderas de la clase obrera y del socialismo. Desde su
participación en la histórica experiencia de la
UOCRA clasista de Neuquén a fines de los 80 y
principios de los 90, hasta ese trágico 4 de abril
como trabajador de la educación, siempre estuvo al
frente de las luchas por los intereses de la clase
obrera, así como tuvo presente la preocupación de
organizarse y organizar políticamente a lo mejor del
movimiento obrero alrededor de un partido
revolucionario; en los 80 bajo las banderas del viejo
MAS, y en sus últimos años, aunando
esfuerzos para poner en pie al Nuevo MAS en la
provincia, siempre junto a su compañero de militancia
Alcides Christiansen.
Por eso, desde el nuevo MAS, frente a esa imagen de un
Carlos afeitado y descafeinado, creemos que lo mejor
es recordarlo con las palabras que dijera Alcides a días
de su muerte:
“Mucho se ha dicho de Carlos Fuentealba. Aquí quiero
recordarlo como él se merece, como un compañero
luchador de la clase obrera, un revolucionario que
peleó por la revolución socialista y murió como
vivió, en la lucha junto a sus compañeros… Era
aquel profesor que enseñaba en la UOCRA sobre
dignidad, honestidad y solidaridad, y hoy les enseñaba
a los alumnos cómo pelear para ganarse el pan, cómo
no pelearse entre compañeros. Y también enseñó cómo
luchar. Vaya si enseñó cómo luchar, que murió
luchando el compañero.”
- Cárcel a Sobisch y todos los responsables políticos y
materiales
-
Impongámosle paro general a la CTERA y una movilización
nacional
-
Compañero Carlos Fuentealba, ¡¡presente!!
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El próximo 4 de abril va cumplirse el primer año del
asesinato de Carlos Fuentealba, cuando al calor de una lucha
de más de 30 días los trabajadores de la educación de
Neuquén fueron a cortar la ruta en Arroyito. Allí los
estaban esperando las fuerzas represivas de la provincia de
Neuquén para iniciar una verdadera cacería humana que nos
costaría la vida de Carlos.
Pero la muerte de Carlos no fue un rayo en cielo sereno.
Fue la expresión más trágica y violenta de una coyuntura
política que estaba regida por el choque entre la alianza
de los gobiernos nacional y provinciales (junto con la
nefasta complicidad de la directiva de la CTERA-CTA, jugadas
a mantener el techo salarial fijado por los Kirchner). Y,
por otro lado, las impresionantes luchas de los docentes de
Santa Cruz, Salta y Neuquén, junto a otras 9 provincias que
estaban en contra del acuerdo miserable que quisieron cerrar
los gobiernos con las burocracias sindicales. Fue en este marco en el cual Kirchner mandó a la Gendarmería a
“su” Santa Cruz, y Sobisch fusiló a Carlos.
“Una mochila
demasiado pesada”
Y fue, sin embargo, en medio de todo ese dolor y bronca,
que los maestros hicieron de tripas corazón y aglutinando a la
inmensa mayoría de la sociedad neuquina, encabezaron el
lunes 8 de abril la movilización más importante de la
historia de nuestra provincia, donde varias decenas de miles
de compañeros marchamos a la casa de gobierno a exigir la
renuncia y la cárcel para Sobisch.
Como decíamos en nuestro balance de la huelga del pasado
año, solo la acción
desmovilizadora de la directiva de ATEN pudo impedir la
caída de Sobisch: “La
muerte de Carlos Fuentealba fue un golpe tan duro que obligó
a la cómplice y repodrida burocracia de Yasky a llamar a un
paro de 24 horas en repudio al asesinato para lavarse la
cara y salvarle las papas al gobierno nacional; cientos de
miles de personas se movilizaron en todo el país en apoyo a
los docentes neuquinos; 30.000 personas rodeaban la Casa de
Gobierno; todo el mundo se preguntaba si Sobisch había caído.
Y las directivas de ATEN de todo tipo y color dicen que el
conflicto estaba ‘aislado’, que ‘los docentes estaban
solos’ y que por lo tanto había
que ‘levantar el corte en el puente y negociar’… con
el asesino! Lamentablemente, esta política fue la que
se impuso en el gremio y la que nos llevó a un callejón
sin salida. Es que el gobierno de Sobisch, cuando vio que
ATEN no iba a encabezar ninguna lucha consecuente por su
renuncia y por la consiguiente justicia para Carlos, que no
iba a realizar ningún llamado a la población para dar una
lucha de conjunto, se reacomodó en su asiento, que ya no
temblaba, y jugó sus cartas”.
La directiva de Aten
nunca estuvo a favor de la lucha por la renuncia de Sobisch;
para Guagliardo eso era “una mochila demasiado pesada”.
Retomemos la campaña de lucha por justicia para Carlos
A poco de la muerte de Carlos se puso en pie la CoCaPre
(Comisión Carlos Presente), que tenía como finalidad aunar
esfuerzos de todos los sectores de la población para poner
en pie una gran campaña nacional y de lucha por “Cárcel
a Sobisch y justicia para Carlos”. Pero a poco de
transitar se conformó como un apéndice de la política de
ATEN, que logró sacarle todo carácter de lucha a la campaña
y la redujo a una simple recolección de firmas, acompañada
de una movilización ritual el 4 de cada mes, tratando de
vaciarla de todo contenido.
Por eso no es de extrañar que para muchos (como Moyano,
Yasky y la directiva de CTERA), no haya significado ningún
compromiso firmar el petitorio y con eso tratar de lavarse
la cara y “sumarse a la campaña”; incluso Filmus y el
mismo Kirchner, coautores del techo salarial que se quiso
romper con la huelga, se
mostraron junto a Sandra.
Durante varias reuniones en el seno de la CoCaPre, desde
el nuevo MAS en Neuquén hemos
dado, casi en solitario, una profunda discusión sobre las
formas y la dirección que se le estaba dando a la campaña.
Por eso, a un año del asesinato de Carlos, queremos dar un
fraternal pero franco y público debate con la dirección de
la campaña y con la propia Sandra Rodríguez, compañera de
Carlos.
La compañera Sandra siempre tuvo la honesta preocupación
de “sumar fuerzas”, de ampliar las bases de la campaña;
para eso tuvo la política de abrir el arco a todos los
sectores que se pronuncien por justicia para Carlos, desde
Kirchner y Yasky hasta los miles de docentes que se alzaron
en huelga contra la política de estos. El problema es que
en política, al igual que en física, las fuerzas en
sentido opuesto no suman, sino restan.
Para sumar fuerzas positivas lo primero es distinguir quiénes
son nuestros aliados y quiénes nuestros adversarios. La
dirección de la CoCaPre establece una falsa delimitación entre Sobisch y el “sobischismo” por un
lado, y todo el “antisobischismo” por el otro. Con esta
falsa delimitación, pone junto con los docentes,
trabajadores en general, partidos de izquierda, organismos
de derechos humanos y las miles de personas que en todo el
país exigieron justicia por Carlos al gobierno nacional, a
la burocracia cómplice e inclusive le guiña un ojo al
sector sapagista del varias veces asesino MPN.
Para conseguir
justicia por Carlos era y es indispensable poner en pie una
gran campaña de lucha en las calles, con paros y
movilizaciones de los trabajadores y principalmente del
gremio docente
Los Moyano, Yasky, Kirchner o cualquier funcionario del
gobierno son enemigos
irreconciliables de la movilización masiva de los
trabajadores y el pueblo, y por lo tanto de cualquier campaña
de lucha por
Carlos. Los esfuerzos por mantener formalmente las fuerzas más
heterogéneas y antagónicas en el seno de la campaña no
hacen más que esterilizarla. Por eso no es casualidad que
en el seno de la CoCaPre se hayan reproducido agitadas
discusiones entre los que exigimos un plan de lucha nacional
a CTERA y quienes preferían no pedirle nada para no
ahuyentarla.
Para retomar una campaña efectiva, es indispensable
delimitarnos claramente entre los que apoyamos efectivamente
un plan de lucha por justicia para Carlos y por cárcel a
Sobisch y todos los responsables de la cacería del 4 de
abril del 2007.
Este 4 de abril, a las calles por cárcel a Sobisch y por
paro nacional de CTERA
En un año, la investigación de la muerte de Carlos y la
responsabilidad de Sobisch no
ha dado pasos significativos. La “justicia” se mostró
como fiel protectora de la impunidad. Los jueces y fiscales
de Neuquén son los jueces y fiscales de la patronal y su
Estado. No hay que depositar ninguna confianza en los
mecanismos de esta (in)justicia institucionalizada. Sólo la
fuerza de los trabajadores y la población en las calles
puede arrancarle un átomo de justicia al Estado patronal.
Por eso, desde el Nuevo MAS llamamos a todos los
trabajadores, a los docentes y a las directivas opositoras a
organizar una gran movilización nacional para el 4 de abril
y a participar de todas las actividades que se organicen de
aquí a esa fecha exigiendo:
- Cárcel a Sobisch y todos los responsables políticos y
materiales
-
Impongámosle paro general a la CTERA y una movilización
nacional
-
Compañero Carlos Fuentealba, ¡¡presente!!
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