Ante
la crisis en curso y la falta de independencia política de
la clase obrera
Hay que poner en pie un movimiento político
de
los trabajadores
Junto
con la pelea por un 1ª de Mayo independiente en la Plaza,
nos parece de enorme importancia el volver a colocar sobre
la palestra una tarea que ha venido siendo postergada.
Se
trata de la puesta en pié de un instrumento organizativo más
amplio que el actual peso de vanguardia que tenemos las
organizaciones de la izquierda que nos consideramos
revolucionarias. Esto para que sirva de vehículo a que porciones
de la vanguardia obrera e incluso franjas de masas de los
trabajadores pueden avanzar hacia su independencia política
de clase. Este instrumento sería un Movimiento Político
de los Trabajadores.
Desde
la crisis del 2001 en varias oportunidades desde el nuevo
MAS hemos colocado esta necesidad. La última vez en
oportunidad del acto de cierre de campaña del FITS en
octubre del 2007.
La
actual coyuntura (con campos patronales enfrentados y
dificultades por parte de los trabajadores para intervenir
de manera independiente) no ha hecho más que volver a evidenciar
la perentoria necesidad de que la clase obrera logre su
independencia política como clase.
Repetimos.
Un posible instrumento para esto podría ser sentar las
bases para la conformación de un Movimiento Político de
los Trabajadores que sirva a modo de instrumento para
procesar un avance hacia la independencia política de amplias
franjas de los trabajadores.
Peleando
contra las “naturales” tendencias sindicalistas,
tan extendidas entre la amplia vanguardia así como en la
mayoría de las corrientes de la izquierda (esto ya no tan
“natural”), se podría comenzar a dar pasos concretos en
este sentido en momentos en los que tan aguda se hace la
carencia de un instrumento de este tipo.
Desde
las diversas corrientes de la izquierda con peso en la
vanguardia (sobre todo, las que venimos manteniendo
posiciones independientes como el PO, el PTS y el nuevo
MAS), así como de las experiencias que se está procesando
entre fracciones de la vanguardia obrera, hay que comenzar
a discutir cómo se podrían dar los primeros pasos en
este sentido. Porque un avance en este camino servirá, además,
como elemento de multiplicación de la audiencia e
influencia entre más amplias porciones de la clase obrera
por parte de las corrientes revolucionarias.
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