Socialismo o Barbarie, periódico Nº 124, 17/04/08
 

 

 

 

 

 

Universidad de Mar del Plata

Ni Pérez ni Garamendy, ni ahora ni nunca

Ya Basta! – Mar del Plata

En la Universidad Nacional de Mar del Plata se abrió un proceso de debate y discusión alrededor de la elección de rector y de los dos candidatos que se presentaron. Tanto Juan Garamendy (ex decano de Arquitectura) como Daniel Pérez (ex decano de Económicas) vienen del peronismo; los dos son parte de las camarillas que vienen gobernando la universidad hace años y los dos, en sus gestiones como decanos, han sido fieles aplicadores de la LES al haberse dedicado a “gestionar la miseria” presupuestaria y haber salido a buscar nuevas fuentes de financiamiento (ya sea mediante posgrados pagos, convenios con empresas, aranceles encubiertos, etc). Ninguno de los dos viene a otra cosa más que a profundizar la implementación de la LES o la próxima reforma cosmética que pretende llevar adelante durante este año el gobierno de Cristina. Es más, como bien dicen los compañeros no docentes de APU, uno de ellos es declaradamente kirchnerista y el otro fue cómplice del escandaloso autoaumento de los sueldos de las autoridades en medio de la gloriosa lucha no docente del 2005. Estos son los candidatos a rector que tenemos; con ninguno de ellos puede venir la solución a la crisis de la universidad, sino que, por el contrario, ésta se profundizará.

En ese marco, el primer llamado a Asamblea fue el 14 de marzo, totalmente a espaldas de los estudiantes, ya que prácticamente en ninguna de las facultades habían empezado las clases. Como ninguno de los candidatos tenía garantizados los votos necesarios para ganar, se pasó a un cuarto intermedio para un mes después (con la complacencia de algunas agrupaciones estudiantiles como Cauces de Económicas o la CEPA, que presentaron directamente esa moción de cuarto intermedio a gusto y piacere de los candidatos). En ese entonces, nuestra posición fue que presentándose a la Asamblea a dar quórum no significaba más que legitimarla, ya que por su composición era profundamente antidemocrática. Ya en ese entonces planteábamos que, por el contrario, lo que había que hacer era repudiarla y no depositar ninguna confianza en ella.

El rol de la CEPA

En el mes que pasó llamamos a las agrupaciones y estudiantes con quienes compartíamos esta posición a conformar un bloque que diera una pelea por no dejar que sesionara la reaccionaria Asamblea y para luchar por la democratización real de los órganos de cogobierno. En la semana previa se realizaron asambleas en algunas facultades (Psicología, Exactas, Económicas, Salud y Humanidades) de donde salieron mandatos y resoluciones a llevar a la Asamblea Universitaria. En Humanidades (la facultad más movilizada y politizada) se resolvió que el mandato era no votar a ninguno de los candidatos. “Ni Pérez ni Garamendy, ni ahora ni nunca” fue la consigna. Esta posición no fue compartida por la CEPA, que en Humanidades planteaba que había que abrir el debate con los candidatos y que no se podía cerrar la posibilidad de votar a alguno de ellos, mientras en la asamblea de Económicas su militante votaba abiertamente junto con Cauces dar el voto al candidato Pérez, lo que representa un escándalo. Esto no hace más que demostrar que la política general de la CEPA es traicionar las luchas votando decanos K, como pasó en La Plata en Bellas Artes, en Arquitectura en la UBA y en Derecho en el Comahue. Para ellos todo se circunscribe a presentar un pliego de reivindicaciones que, de ser aprobado por alguno de los candidatos a rector, los lleva a votarlo. Lamentablemente, algunas corrientes como el PO, Liberación o el Darío Santillán mantienen alianzas oportunistas con la CEPA-Cauces y su candidato Pérez, en vez de delimitarse claramente.

Los estudiantes toman la palabra

Al contrario de lo que pretendía la CEPA, lo que se impuso esta vez por abrumadora mayoría fue no depositar ni un gramo de confianza en la Asamblea Universitaria, no dejar que sesione normalmente, que los representantes estudiantiles lean los pliegos de reivindicaciones votados en cada asamblea por facultad e interrumpir inmediatamente la sesión. Y eso fue lo que pasó el martes 15. En el marco de una crisis institucional muy grande, donde ninguno de los candidatos consigue los votos suficientes a pesar de todas las promesas de cargos y donde públicamente algunos asambleístas plantean no votar por ninguno, se intentó realizar la Asamblea. Pero no pudieron a raíz de la movilización de los estudiantes, que tomamos el Aula Magna impidiendo que sesione y vote a alguno de los candidatos.

Este proceso de lucha continúa el 24 de abril movilizando a la sesión de Consejo Superior para entregar el petitorio votado en Asamblea y exigir que se cumplan todas las demandas. Este pliego de reivindicaciones incluye la demanda de construcción del comedor, becas, guardería, eliminación de todos los aranceles, de los cursos de ingresos eliminatorios, de la exigencia de boleto universitario y sobre todo de la democratización de los órganos de cogobierno.

Desde el Ya Basta! sostenemos que ninguno de los dos candidatos a rector nos va a dar estas reivindicaciones y que no tenemos que depositar confianza en ellos. Para luchar contra las camarillas tenemos que movilizar a los estudiantes en un proceso que termine tirando por los aires este régimen antidemocrático. Sostenemos que la única manera de eliminar efectivamente las camarillas reaccionarias y construir una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo y no al servicio de las empresas es con elección directa de todas las autoridades (ya sea rector, decano o director de los departamentos por carrera), con claustro único docente (es decir, que voten todos los docentes, no solamente los titulares concursados), con mayoría estudiantil y con voz y voto para el claustro no docente. Para ello es imperioso organizar comisiones de debate con todos los estudiantes que sirvan para movilizar al conjunto del movimiento estudiantil, ya que hasta ahora éste ha venido siendo un proceso de vanguardia; numerosa, sí, pero vanguardia al fin. Desde el Ya Basta! llamamos a todos los estudiantes a luchar para que no se vote ningún rector, ya que ambos representan el proyecto K de mayor elitización de las universidades.