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Todas
a las calles por libertad a Romina
Suprema
injusticia
Agrupación Carne Clasista
Contra
la Opresión Sexual y Social
carneclasista@yahoo.com.ar
En
la misma semana, la Suprema Corte de Justicia dio vía libre
al represor Patti y confirmó la brutal sentencia de
escarmiento que continuará dejando en prisión a Romina
Tejerina al menos por cuatro años más. Esto debe ser señal
para redoblar la movilización por su liberación.
Suprema Injusticia
En
los últimos días, en medio de una crítica situación política
para el gobierno, la Suprema Corte kirchnerista, mediante un
fallo que remite al que en su momento benefició al general
Bussi, habilitó a Patti para que pueda reclamar su banca de
diputado. Recordemos que Patti se encuentra procesado por crímenes
de lesa humanidad, torturas, encubrimientos durante la última
dictadura militar. Pese a encontrarse actualmente detenido
desde 2007, Patti estaría en condiciones de recuperar sus
fueros y eventualmente reclamar su banca (que ahora ocupa su
reemplazante Dante Caamaño). Aunque fue electo diputado en
2005, la Cámara le impidió asumir por “inhabilidad
moral” por su accionar durante la dictadura.
Pero
ésta no fue la única decisión tomada por la Suprema
Corte, en su momento celebrada por algunos como “más
progre” y a tono con la impronta pro derechos humanos de
la fachada kirchnerista. También en estos días, las juezas
Argibay y Highton de Nolasco, junto a Petracchi y
Lorenzetti, confirmaron el fallo contra Romina, la joven
jujeña víctima de violación condenada a 14 de años de
prisión. Contra todas las expectativas que se habían
echado a correr la semana pasada en el sentido de la
posibilidad de liberar a Romina otorgándole la libertad
condicional, la votación de la Corte fue 4 votos en contra
y 3 a favor, definiendo a último momento el voto en contra
del juez Lorenzetti.[1]
Esta decisión echa por tierra el
supuesto “progresismo” de la Corte, que por un lado
habilita a un represor para que pueda acceder a su cargo de
diputado, y por otro, condena a una joven violada a la cárcel
convalidando un espurio proceso donde son reafirmados los
valores patriarcales, machistas y patronales más
reaccionarios contra las mujeres pobres. Hace evidente cómo
a último momento la balanza inclinada por Lorenzetti en
contra de Romina responde a una
clara intervención política del gobierno de Cristina K
contra las mujeres que quieren decidir sobre sus propios
cuerpos, más allá de las “sobreactuaciones” de la
Presidenta sobre “las enormes dificultades que ella misma
enfrenta por ser mujer”. Al mismo tiempo, hay que notar
que las propias
mujeres de la Corte (Argibay y Highton) votaron contra
Romina.
Aquí, las compañeras del movimiento de mujeres
que esperaban encontrar eco en ellas para sus demandas deben
sacar conclusiones
acerca de quiénes son las verdaderas aliadas de las
mujeres, y por qué se debe luchar en forma independiente
para conseguir las reivindicaciones.[2] Las compañeras que
ven en la vía institucional y de “diálogo” con los
sectores aparentemente progres del gobierno, y ven como
“en sí mismo algo progresivo” que algunas mujeres
burguesas se “empoderen” tienen los resultados a la
vista. Si los ejemplos de Condoleezza Rice y Bachelet no
bastaban, ahora están los de las “feministas” de la
Corte y de la propia y “sufrida” Cristina K. Aquí queda
más que claro que la problemática de género es una cuestión
de posicionamiento político y de conciencia respecto de la
opresión patriarcal y no de sexo biológico. Al mismo
tiempo se evidencia por qué estos problemas hay que
mirarlos desde los intereses de clase.[3]
Tomar
las calles por la libertad de Romina
Como
venimos planteando desde estas páginas, la lucha por la
libertad de Romina no debió estar nunca escindida de la lucha
por el derecho al aborto, libre, legal, seguro y
gratuito. Así lo planteamos y así la llevamos adelante
numerosas organizaciones de la izquierda, pese a que la
campaña “oficial” por el derecho al aborto siempre
quiso despegarse del tema de Romina porque, según una histórica
referente Romina “ensuciaba la lucha por el Aborto” (M.
Rosenberg). Y sobre todo, pese a que la dirección de la
campaña por la libertad de Romina (PCR-CCC) ha llevado la
lucha hacia un callejón sin salida, por la orientación de
confianza en la justicia burguesa y sus instituciones, y su
vergonzante actitud de conciliación y conmiseración, pero
nunca de lucha, ni mucho menos ligada a la pelea por el
derecho al aborto.
Por eso creemos que el
futuro de Romina se encuentra hoy más que nunca en manos
del movimiento de mujeres y sus aliados estratégicos,
como el movimiento de minorías sexuales y las
organizaciones sociales y políticas del pueblo trabajador.
Debemos tomar las calles para exigir la libertad inmediata
de Romina y seguir peleando por el derecho al aborto. Esta
lucha debe ser emprendida con total independencia del
gobierno y el Estado, sin depositar ninguna confianza en sus
figurones progres, aunque sean mujeres, puesto que vimos qué
valores patriarcales y retrógados defienden. Desde aquí,
hacemos un llamamiento a organizarnos y tomar las calles
para exigirle al gobierno que libere a Romina, parar este
brutal ataque contra las mujeres y sus reivindicaciones históricas,
y arrancarle con la lucha el derecho al aborto libre legal
seguro y gratuito para que nunca más ninguna compañera
tenga que pasar lo que están pasando Romina y miles de
mujeres pobres más.
¡A
las calles por la libertad inmediata a Romina Tejerina!
¡Aborto
libre, legal, seguro y gratuito!
Notas:
1. “Altas fuentes, habituales y
confiables, de la Corte revelaron a Página 12
que el caso Romina Tejerina estaba pronto a salir con votación
favorable a la joven. La idea de la mayoría no era quitarle
la responsabilidad, sino considerarla inimputable o reducir
la condena al mínimo por la situación por la que había
pasado y la falta de contención. Al haber cumplido cinco años
de prisión, se daban los mínimos para la libertad
condicional”. Página 12,
9-4-08
2. Algunas referentes
del movimiento de mujeres, como una de las feministas históricas
en Argentina, Magui Bellotti, de ATEM, consideró que el
fallo es “lamentable, sobre todo, porque hay dos mujeres
en la Corte Suprema”. Su enfado, admitió, es por el apoyo
que ella misma y muchas de sus colegas abogadas brindaron a
Carmen Argibay, “que se autodenominaba feminista”, para
que ocupe su actual función en el Poder Judicial. “Se
sacaron el tema de encima. No tomaron en cuenta cuestiones
sustanciales como la vida y el contexto de las acciones de
las personas. Es vergonzoso pero, sobre todo, nos causa
mucha tristeza por ella”. Página 12, cit..
3.
Afortunadamente algunas compañeras empiezan a ver este engaño,
y así lo hacían saber:
“es un retroceso” que “empezó desde que asumió
Cristina Fernández”. “La Presidenta dice que se siente
acuciada por ser mujer; nos parece una burla. Las dos juezas
que tiene la Corte llegaron al poder y empezaron a
relativizar todo lo que antes defendían. Es lamentable”,
reflexionó Olga Cristiano en Página 12.
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