Rebelión
popular en Haití
¡Fuera
las tropas de ocupación de Cristina K,
Lula y Tabaré Vázquez!
Desde la
primera semana de abril, una inmensa rebelión popular
sacude la isla. La causas son las mismas que en los últimos
tiempos han desencadenado protestas y estallidos sociales en
varios países, como las ocurridas simultáneamente en
Egipto.
La crisis
mundial, por un lado, que impulsa la especulación con las
materias primas frente al derrumbe del dólar, y, por el
otro, la criminal utilización de los cereales como
“biocombustibles”, están disparando a las nubes el
precio de los alimentos.
Así, en
los países más pobres del planeta, el capitalismo está
produciendo en los últimos meses un salto en el hambre
de millones de personas. Esto comienza detonar
rebeliones como las de Haití y Egipto.
Pero, en el
caso de Haití, nos cae una responsabilidad directa a
los trabajadores y los pueblos de Argentina, Brasil y
Uruguay. Los haitianos hambrientos que han salido a la calle
a protestar, están siendo masacrados por las tropas de
ocupación enviadas en su oportunidad por los gobiernos
“progresistas” de Brasil, Uruguay y Argentina.
En el 2004,
la crisis social y el descontento por el desastre del
gobierno de Aristide, fue aprovechado por Washington para
alentar un golpe de estado, e imponer, por enésima vez, la
ocupación militar de la isla. Pero EEUU ya estaba hundiéndose
en el desastre de Iraq, y necesitaba cada uno de sus
soldados. Bush recurrió entonces a sus amigos Lula, Tabaré
y Kirchner, para que enviaran tropas y le ahorraran el
gasto.
Así, con
la bendición de la ONU, siempre lista para legalizar los
atropellos militares del imperialismo, se creó la Misión
de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití
(MINUSTAH, en inglés), bajo comando de Brasil e integrada
principalmente por tropas de ese país, Uruguay y Argentina.
Aunque en
el 2006 se realizaron elecciones –que ganó René Preval,
un candidato que se presentó con patente de “progre”–
la ocupación militar ha continuado. Los lineamientos
neoliberales de la economía impuestos bajo la ocupación,
basados en el establecimiento de “maquilas” que explotan
salvajemente a los haitianos, no mejoró la situación del
país ni de los trabajadores. Los primeros soplos de la
crisis mundial han producido el estallido de hambre que llevó
a la actual rebelión.
En lo
inmediato, se impone exigir en Argentina, Brasil y
Uruguay el retiro inmediato de las tropas. ¡Es lo mínimo
que podemos hacer en solidaridad con nuestros hermanos de
Haití!.
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