En
homenaje a nuestros compañeros
Crónica
de una lucha obrera
Mayo
del ’74 fue un mes de duros golpes para el Partido
Socialista de los Trabajadores (PST). Bajo el gobierno del
general Perón, las bandas fascistas de la Triple A
asesinaron al Indio Fernández en primer lugar y el 29 de
mayo, en un ataque al local del partido de la zona, a tres
compañeros más: Antonio Moses, obrero de Wobrón; Mario
Zidda, delegado estudiantil y obrero textil; Oscar Meza,
trabajador del astillero Astarsa.
En el caso del
Indio, activista de la fábrica metalúrgica Indiel,
integrante de la agrupación antipatronal y antiburocrática
que enfrentaba al “jefe” de la UOM de Vicente López,
“Minguito”, la respuesta a su crimen fue un repudio
generalizado en la fábrica. La expresión máxima de este
repudio fue una movilización a Plaza de Mayo de 1.000
trabajadores de su fábrica y de otras de la zona, acompañados
por compañeros del PST.
En el caso de la masacre de Pacheco,
fue un multitudinario acto convocado por el partido al que
concurrieron todas las organizaciones de la izquierda
revolucionaria, reformista y peronista.
También el 12 de mayo, pero del ’76, ya
instaurada la Junta Militar, secuestran a Arturo Apaza,
dirigente obrero, delegado de la fábrica Del Carlo, también
opositor del repudiado canalla de “Minguito” y referente
de la Coordinadora de Zona Norte en el año ’75.
En su memoria, para repudiar sus crímenes y
rescatar como experiencia una parte de la historia de la
lucha de clases que ellos vivieron y contribuyeron a
desarrollar desde su militancia revolucionaria,
transcribimos esta crónica de la huelga de la fábrica
Del Carlo de la década del ’70. (*)
Una huelga intensa
Fueron
18 días de huelga y ocupación que comenzó para lograr la
reincorporación de Apaza, despedido a fines de noviembre
del ’73.
La
burocracia, que comenzó con influencia, la
fue perdiendo durante el desarrollo del conflicto.
Producto de esta situación se formó un Comité de Lucha
que pasó a ponerse al frente. El Ministerio de Trabajo
dicta la conciliación con Apaza adentro, pero la patronal
mantiene el despido. Se para nuevamente y ahí la empresa
responde con 85 despidos más. Se toma una medida más
fuerte: la toma de la planta.
Luego
de dos días, se negocia con la patronal, aunque el
Ministerio no quiere homologar el acuerdo. La patronal
consiente las demandas de los trabajadores y el primer día
laborable (que era jueves) se acuerda no trabajar para que
los compañeros puedan reponerse. El viernes de la vuelta al
trabajo, el Ministerio y la UOM firman el acuerdo alcanzado
por los trabajadores que fue el siguiente:
Reincorporación
de los despedidos; pago de los 18 días caídos; el
compromiso de no tomar represalias; encuadramiento en metalúrgicos
de la sección Moldeado donde trabajaban compañeras. El 16
de enero del ’74 se conseguía este importante triunfo.
“Solos contra todos”
Así
titulaba el periódico Avanzada Socialista en su edición
del 16 de enero del ’74, la nota referida a esta huelga.
El “todos” significaba que los compañeros tuvieron que
derrotar a la patronal, a la burocracia, al gobierno
peronista.
Los
matones llegaron hasta la puerta de la fábrica con
ametralladora en mano, amenazando y golpeando a los obreros.
El local del PST de Beccar, volcado a la solidaridad con el
conflicto, sufrió un atentado.
“Minguito”
trató de levantar “legalmente” la huelga llamando a
votar en una urna, que sacó milagrosamente el resultado
mayoritario de levantarla. Pero el activismo obligó a los
delegados a hacer asamblea general, que ratificó la medida
de fuerza. Ahí empezaron a ganar.
El
Ministerio sólo laudó la negociación cuando no le quedaba
otra alternativa, la huelga estaba ganada, la patronal,
knock–out.
Se avanza en la organización independiente
Después
del contundente triunfo, el Comité de Lucha elegido
destituyó a los viejos delegados y eligieron nuevos. A la
salida del primer día de trabajo fueron a la UOM en dos
micros a solicitar el reconocimiento.
La UOM
pidió 5 días para contestar. Luego reconocieron en forma
provisoria al nuevo Cuerpo de Delegados.
No se
quedaron ahí, sino que se organizaron para formar una lista
opositora junto con compañeros de otras fábricas que también
estaban discutiendo la misma perspectiva en pos de sacarse
de encima a la burocracia metalúrgica. Se daba en medio de
un proceso donde también en gremios como SMATA, Bancarios,
se planteaba la misma posibilidad. En este caso, Corni
encabezaba. También se conformaba la Lista Marrón de Villa
Constitución.
El
plenario opositor se realiza en Vicente López con
representación de 19 fábricas, entre ellas: Tensa,
Astarsa, Buffao e Ipsan.
Apaza
preside el plenario (fueron dos micros, las compañeras de
Moldeado fueron muy aplaudidas).
En el
segundo plenario concurren delegaciones de 20 fábricas. En
este caso concurrieron la Juventud Trabajadora Peronista y
el PC. Apaza les dio la bienvenida. Era muy importante su
participación, si se sumaban a la lista Felipe Vallese (ese
fue el nombre de la lista opositora conformada) la pelea a
“Minguito” podía ser unificada. Aquí se desarrolló
una dura discusión política.
La
Lista Felipe Vallese planteaba en su programa contra el
Pacto Social y por aumento de salarios.
La JTP
no quiso pronunciarse contra el Pacto Social. Se fueron del
Plenario acompañados por la Intersindical (PC).
La
burocracia no reconoce a la Vallese argumentando razones
estatutarias y esta vez la pelea de presentar una lista
antiburocrática en Vicente López, se frustra.
En
medio de la conformación de la lista hubo una intimidación
a un activista de la fábrica, que se repudió con 15
minutos de paro por turno.
¿Quiénes estuvieron con los trabajadores?
Activistas
de fábricas vecinas como Tensa, Corni, EMA; agrupaciones
políticas como la JTP y el PST.
La JTP, aunque era antiburocrática, apoyaba al
general Perón y su gobierno. El PST denunciaba al Pacto
Social y al gobierno peronista y llamaba a formar listas
unitarias contra la burocracia en los distintos gremios.
Estas dos políticas enfrentadas fueron parte de un debate
en medio de la acción que dejó profundas enseñanzas. Los
trabajadores de Del Carlo continuaron peleando contra el
gobierno de Isabel en el ’75, siendo parte de la
Coordinadora de Zona Norte, organización que fue parte de
la que se dio el activismo que se presentó como una
alternativa a la podrida burocracia en los principales
cordones industriales del país.
(*) En
base a las ediciones de la época de Avanzada Socialista
(periódico semanal del PST).
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