Socialismo o Barbarie, periódico Nº 126, 08/05/08
 

 

 

 

 

 

En homenaje a nuestros compañeros

Crónica de una lucha obrera

Mayo del ’74 fue un mes de duros golpes para el Partido Socialista de los Trabajadores (PST). Bajo el gobierno del general Perón, las bandas fascistas de la Triple A asesinaron al Indio Fernández en primer lugar y el 29 de mayo, en un ataque al local del partido de la zona, a tres compañeros más: Antonio Moses, obrero de Wobrón; Mario Zidda, delegado estudiantil y obrero textil; Oscar Meza, trabajador del astillero Astarsa.

En el caso del Indio, activista de la fábrica metalúrgica Indiel, integrante de la agrupación antipatronal y antiburocrática que enfrentaba al “jefe” de la UOM de Vicente López, “Minguito”, la respuesta a su crimen fue un repudio generalizado en la fábrica. La expresión máxima de este repudio fue una movilización a Plaza de Mayo de 1.000 trabajadores de su fábrica y de otras de la zona, acompañados por compañeros del PST.

En el caso de la masacre de Pacheco, fue un multitudinario acto convocado por el partido al que concurrieron todas las organizaciones de la izquierda revolucionaria, reformista y peronista.

También el 12 de mayo, pero del ’76, ya instaurada la Junta Militar, secuestran a Arturo Apaza, dirigente obrero, delegado de la fábrica Del Carlo, también opositor del repudiado canalla de “Minguito” y referente de la Coordinadora de Zona Norte en el año ’75.

En su memoria, para repudiar sus crímenes y rescatar como experiencia una parte de la historia de la lucha de clases que ellos vivieron y contribuyeron a desarrollar desde su militancia revolucionaria, transcribimos esta crónica de la huelga de la fábrica Del Carlo de la década del ’70. (*)

Una huelga intensa

Fueron 18 días de huelga y ocupación que comenzó para lograr la reincorporación de Apaza, despedido a fines de noviembre del ’73.

La burocracia, que comenzó con influencia, la  fue perdiendo durante el desarrollo del conflicto. Producto de esta situación se formó un Comité de Lucha que pasó a ponerse al frente. El Ministerio de Trabajo dicta la conciliación con Apaza adentro, pero la patronal mantiene el despido. Se para nuevamente y ahí la empresa responde con 85 despidos más. Se toma una medida más fuerte: la toma de la planta.

Luego de dos días, se negocia con la patronal, aunque el Ministerio no quiere homologar el acuerdo. La patronal consiente las demandas de los trabajadores y el primer día laborable (que era jueves) se acuerda no trabajar para que los compañeros puedan reponerse. El viernes de la vuelta al trabajo, el Ministerio y la UOM firman el acuerdo alcanzado por los trabajadores que fue el siguiente:

Reincorporación de los despedidos; pago de los 18 días caídos; el compromiso de no tomar represalias; encuadramiento en metalúrgicos de la sección Moldeado donde trabajaban compañeras. El 16 de enero del ’74 se conseguía este importante triunfo.

“Solos contra todos”

Así titulaba el periódico Avanzada Socialista en su edición del 16 de enero del ’74, la nota referida a esta huelga. El “todos” significaba que los compañeros tuvieron que derrotar a la patronal, a la burocracia, al gobierno peronista.

Los matones llegaron hasta la puerta de la fábrica con ametralladora en mano, amenazando y golpeando a los obreros. El local del PST de Beccar, volcado a la solidaridad con el conflicto, sufrió un atentado.

“Minguito” trató de levantar “legalmente” la huelga llamando a votar en una urna, que sacó milagrosamente el resultado mayoritario de levantarla. Pero el activismo obligó a los delegados a hacer asamblea general, que ratificó la medida de fuerza. Ahí empezaron a ganar.

El Ministerio sólo laudó la negociación cuando no le quedaba otra alternativa, la huelga estaba ganada, la patronal, knock–out.

Se avanza en la organización independiente

Después del contundente triunfo, el Comité de Lucha elegido destituyó a los viejos delegados y eligieron nuevos. A la salida del primer día de trabajo fueron a la UOM en dos micros a solicitar el reconocimiento.

La UOM pidió 5 días para contestar. Luego reconocieron en forma provisoria al nuevo Cuerpo de Delegados.

No se quedaron ahí, sino que se organizaron para formar una lista opositora junto con compañeros de otras fábricas que también estaban discutiendo la misma perspectiva en pos de sacarse de encima a la burocracia metalúrgica. Se daba en medio de un proceso donde también en gremios como SMATA, Bancarios, se planteaba la misma posibilidad. En este caso, Corni encabezaba. También se conformaba la Lista Marrón de Villa Constitución.

El plenario opositor se realiza en Vicente López con representación de 19 fábricas, entre ellas: Tensa, Astarsa, Buffao e Ipsan.

Apaza preside el plenario (fueron dos micros, las compañeras de Moldeado fueron muy aplaudidas).

En el segundo plenario concurren delegaciones de 20 fábricas. En este caso concurrieron la Juventud Trabajadora Peronista y el PC. Apaza les dio la bienvenida. Era muy importante su participación, si se sumaban a la lista Felipe Vallese (ese fue el nombre de la lista opositora conformada) la pelea a “Minguito” podía ser unificada. Aquí se desarrolló una dura discusión política.

La Lista Felipe Vallese planteaba en su programa contra el Pacto Social y por aumento de salarios.

La JTP no quiso pronunciarse contra el Pacto Social. Se fueron del Plenario acompañados por la Intersindical (PC).

La burocracia no reconoce a la Vallese argumentando razones estatutarias y esta vez la pelea de presentar una lista antiburocrática en Vicente López, se frustra.

En medio de la conformación de la lista hubo una intimidación a un activista de la fábrica, que se repudió con 15 minutos de paro por turno.

¿Quiénes estuvieron con los trabajadores?

Activistas de fábricas vecinas como Tensa, Corni, EMA; agrupaciones políticas como la JTP y el PST.  La JTP, aunque era antiburocrática, apoyaba al general Perón y su gobierno. El PST denunciaba al Pacto Social y al gobierno peronista y llamaba a formar listas unitarias contra la burocracia en los distintos gremios. Estas dos políticas enfrentadas fueron parte de un debate en medio de la acción que dejó profundas enseñanzas. Los trabajadores de Del Carlo continuaron peleando contra el gobierno de Isabel en el ’75, siendo parte de la Coordinadora de Zona Norte, organización que fue parte de la que se dio el activismo que se presentó como una alternativa a la podrida burocracia en los principales cordones industriales del país.


(*) En base a las ediciones de la época de Avanzada Socialista (periódico semanal del PST).