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El
1º de Mayo y la izquierda
Sólo un acto independiente
La división de la izquierda este 1º de Mayo ha
respondido a razones políticas. Algo que ya hemos señalado,
pero vale la pena volver sobre ello. El PCR y el MST
realizaron sendos actos en el Luna Park (el 30 de abril) y
en Congreso, respectivamente. Respecto del PCR, los medios
escritos destacaron su carácter de acto en apoyo al lock
out agrario patronal. Como en esta edición publicamos
un largo trabajo de polémica con las posiciones de esta
corriente, no nos extenderemos aquí sobre esta postura
totalmente equivocada.
Por su parte, el MST, realizó un acto no sólo
completamente carente de representatividad de clase y
pobrísimo en asistencia, sino que las posiciones que
defendió lo muestran como una corriente cada vez más a
la derecha, que abandona a pasos agigantados la
independencia de clase. Porque al apoyo incondicional al
paro comandado por la Sociedad Rural se le ha venido a sumar
su creciente embanderamiento con la oposición patronal.
Esto por dos vías: un justo rechazo a la antidemocrática
ley electoral del gobierno K, pero de la mano de la oposición
política patronal y no de manera independiente, con lo que
de hecho lleva agua al molino de la oposición burguesa. Y,
lo que es aún más grave que lo anterior, el llamado a
los “disidentes” del ARI, Claudio Lozano, Pino Solanas,
etc., a conformar un agrupamiento de centroizquierda en común.
Como se ve, a kilómetros de cualquier coordenada marxista
revolucionaria y de clase.
Las medias tintas del
PO
En otro sentido, también ha sido lamentable la posición
del PO. Abandonando el bloque que habíamos constituido
frente a la crisis (con el nuevo MAS y el PTS), realizó un
acto de menor envergadura nada menos que en la Plaza de Mayo
(que, lógicamente, le quedó muy grande; con muy poca
asistencia y para colmo dispersa) de la mano de pequeños
grupos de izquierda que tienen, irónicamente, las
posiciones más derechistas respecto del paro agrario
patronal. Fue un acto que careció de toda
representatividad obrera, en el que los oradores que se
sucedieron –al menos, los jerarquizados como tales– no
fueron expresión de ninguna
de las experiencias de lucha más importantes de los últimos
meses. Es decir, un acto completamente confuso desde
el punto de vista político, además de ser completamente
magro en su asistencia.
En estas condiciones, el acto que realizamos entre el
nuevo MAS y el PTS, sin dejar de ser de vanguardia, fue el
único independiente, de muy buena asistencia e
indiscutiblemente el más representativo desde el punto
de vista de la vanguardia obrera y la militancia socialista
revolucionaria.
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