Córdoba: gran marcha
Por un salario de emergencia
Por
Adrián Peryan
Indudablemente la
provincia de Córdoba refleja claramente el momento político
que atraviesa el país, mostrando movimientos y
posicionamientos políticos tan duraderos como la
estabilidad de los precios en cualquier supermercado. Y en
la provincia estos reagrupamientos políticos se ven con
mucha claridad. Al mismo tiempo el jueves 14 una importante
marcha de trabajadores salió a la calle para reclamar un
aumento de emergencia.
Uno que viene de acá, el otro que se va para allá.
Schiaretti que no era K, después lo fue, y ahora dialoga
con el sector del campo. Las bases de sustentación política
del gobernador cordobés son justamente estos sectores
provenientes del interior provincial, sobre todo del sur, en
donde están las grandes plantaciones de soja junto con la
agroindustria y las presiones de estos sectores lo hicieron
despegarse del gobierno del matriomonio K.
Por su parte, el juecismo se divide entre K y no K y su
ruptura parece inminente, aunque esto habrá que verlo en el
tiempo.
Está tan atado de manos, el juecismo, que el mismo
Intendente, que había ganado con un amplio margen la
intendencia, no encuentra en sus concejales la posibilidad
de su tan preciado deso de subir el cospel y tiene que
recurrir a los otros partidos para que le aprueben esa suba,
que más allá de las movilizaciones que se vienen
realizando contra el “cospelazo” (sobre todo de
estudiantes y partidos de izquierda), ya están cocinando
todo para aumentar el precio de un transporte que es
obsoleto.
Aun así, el Intendente no logra imponer su voluntad, el
precio sugerido por Giacomino de $1, 60 la oposición no lo
vota, y le proponen el precio de $1,5 todo muy ridículo.
El cospel lo van a subir, pero Giacomino paga el pato de
no poder hacerlo como él quiere, y no logra imponer sus
posturas en la Ciudad, tanto en este como en otros temas.
Desde que asumió Giacomino se ve atado de pies y manos
para llevar adelante su política, y no logra dar pie con
bola, pese a contar con el apoyo del gobierno nacional que
le da un tren bala (para nada popular) y unos subterráneos
que no tienen razón de ser.
Es éste el clima en el cual vive la provincia. Sectores
muy ligados al campo exigiéndole al gobernador. Un
gobernador que los recibe, y por ende se despega del
gobierno nacional y una oposición al gobernador que se
divide entre K y no K, pero que no tiene peso político
propio para llevar adelante sus proyectos.
La clase obrera
Mientras los burgueses del campo y el gobierno se pelean,
entre los trabajadores empieza a manifestarse la bronca por
la carestía del costo de vida y la inflación reinante que
no se ve reflejada en la mejoras de los sueldos de los
trabajadores.
Indudablemente, el problema del salario es un problema
sensible, si hasta la UOM tiene que hacer paros de una hora
por turno, que fueron arrancados por las bases y en algunas
fábricas como Ferrosider llegan a exigir un 50% de aumento
salarial.
El miércoles 14 unas 8000 personas (llamados por el SEP y
la UEPC) marcharon por el centro de la Capital para reclamar
por un salario de emergencia y el paro docente de ese día
contó con una adhesión masiva, los medios burgueses hasta
llegan a hablar de un 90% de acatamiento.
Obviamente que la burocracia de Pihen y Nebreda no está
interesada en ir a fondo con los reclamos de los
trabajadores. Pero, al mismo tiempo su aparición en escena,
nuevamente es una muestra del malestar de las bases, y si la
movilización no fue más importante es justamente por la
larga experiencia que todo un sector de la vanguardia
docente y estatal hizo con las actuales direcciones y la
poca confianza que deposita en ella.
Tanto la UEPC y el SEP movilizan en forma preventiva, no
quieren que la base los desborde y tampoco están
interesados en ir por más. Su objetivo es contener la
bronca y eso se vio reflejado cuando en la marcha del 14
amenazaron con marchar a la gobernación y cuando llegaron a
Plaza España quisieron desmontar todo ahí diciendo que había
provocadores a pocas cuadras, aunque después fueran hasta
la casa de gobierno.
Están dadas las condiciones para que la clase obrera en medio de la crisis interburguesa del campo
salga a las calles por sus reclamos, pero para esto hay
que imponer al SEP y la UEPC, un verdadero plan de lucha.
Éstos toman medidas de fuerza y movilizaciones para no
ser desbordados por la base, siempre con la intención de
contener y de no ir más allá del techo salarial fijado por
el gobierno.
Por eso a los sindicatos le debemos exigir que convoquen a
planes de lucha, huelgas, y todas las medidas de fuerzas.
Pero al mismo tiempo, sabemos que con eso sólo no alcanza,
los trabajadores necesitamos sacarnos ese chaleco de fuerza
que es la burocracia y debemos imponerles asambleas democráticas
y desbordarla para imponer un verdadero plan de lucha
resuelto por las bases con paritarios o veedores electos en
asamblea para poder luchar hasta el final por los reclamos
de los trabajadores.
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