Socialismo o Barbarie, periódico Nº 140, 21/11/08
 

 

 

 

 

 

Barcelona: Despidos en la Nissan

Los obreros en pie de guerra contra los despidos

Corresponsal

En Junio se discutía en España si la economía estaba en recesión o en desaceleramiento. La crisis financiera mundial ya saldó esta discusión. En ese mismo mes, los gobiernos patronales europeos, ayudando a las patronales radicadas en la Unión Europea, lanzaron una ofensiva por instalar una jornada laboral de 65 hs semanales. Con la excusa de la recesión, y ahora de la crisis, los empresarios profundizan su intento de descargar sobre los hombros de la clase obrera de cada país los costos de la recuperación de sus ganancias.

Un caso ejemplar es la industria automotriz en España. Luego de juntar cientos de millones de euros gracias a la constante reestructuración y flexibilización en curso en los últimos años, ahora deciden suspender o despedir masivamente a decenas de miles de trabajadores en todo el país. La SEAT decidió suspender entre lo que queda de este y el que viene a más de 4.700 empleados. Delphi, Ford y Volkswagen van por el mismo camino. Las patronales ligadas a la producción de autos (como Mahle, Acciona, Pirelli) hacen lo suyo con cientos de puestos de trabajo en cuestión. Juntas suman miles. Buscan rescatar y en lo posible apuntalar sus ganancias a costa de dejar sin trabajo y en la miseria a decenas de miles de trabajadores españoles.

En este país, cuando una empresa decide despedir o suspender masivamente debe presentar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) frente al Departamento de Trabajo local. Esto hizo la Nissan cuando el 13 de Octubre le presentó al gobierno catalán su decisión de despedir de las plantas en Barcelona a 1.288 trabajadores antes de fin de año y unos 392 más antes de septiembre del 2009. Así pasarían de emplear 2.888 operarios a 1.582, ya que casi el 80% de los puestos que la empresa pretende eliminar pertenecen a la línea.

El 40% de los puestos de trabajo que la multinacional japonesa pretende eliminar para repuntar las ganancias son de Barcelona. Los obreros de la Nissan saben que su lucha es a matar o a morir, y por eso vienen protagonizando una serie de importantísimas movilizaciones para evitar que esto ocurra. El 16 de Octubre más de 2.000 se movilizaron al centro de Barcelona, a la plaza de Catalunya. Al día siguiente más de 3.000 se concentraron en la planta de la Zona Franca y marcharon, rodeados de un importante operativo policial, a un centro logístico de Nissan que queda en otro parque industrial de la ciudad. El 23 del mismo mes, más de10.000 obreros, acompañados por los estudiantes que luchan contra el privatista Plan Bologna, marcharon a la Generalitat (gobernación) para presionar sobre el gobierno y el Departamento de Trabajo para que rechacen el ERE. Luego, el martes 4, el lunes 10 y martes 11 de noviembre alrededor de 1.500 obreros se movilizaron cada día: hicieron concentraciones en la planta, escarcharon las oficinas de la Nissan en la ciudad, cortaron importantes vías de la ciudad. Por último, más de 3.000 se movilizaban al cierre de esta edición, miércoles 19, a la Generalitat para arrancarle el no a la ERE al Departamento de Trabajo, criticando al gobierno catalán y al gobierno de Zapatero por su cómplice inacción frente a los despidos, complicidad que ha llevado la cifra de parados a los 2,8 millones de españoles. Aparte de las movilizaciones, han realizado varias jornadas de paro con asambleas y concentraciones en las plantas.

Con el antecedente de la aprobación del 6 de noviembre del ERE pedido por la SEAT por el gobierno catalán, los obreros de Nissan no tienen otra alternativa para triunfar que confiar en sus fuerzas y organización. Sólo logrando difundir su lucha y ponerla como ejemplo de resistencia al ajuste que las patronales impulsan junto al gobierno de la Generalitat y el Central, apañados por Bruselas, podrán convencer al resto de los trabajadores de España de poner en pie una huelga general contra los despidos y suspensiones, arrastrando así a las dirigencias de Comisiones Obreras, Confederación General del Trabajo y Unión General de Trabajadores fuera de las oficinas y mesas de diálogo social y a un enfrentamiento real al ajuste de las patronales, el gobierno de Zapatero y sus aliados.