Socialismo o Barbarie, periódico Nº 140, 21/11/08
 

 

 

 

 

 

Bellas Artes

La política del PTS y el PO le abrió paso a
la gestión kirchnerista

¡Ya Basta!, Bellas Artes

El año pasado la lucha de los estudiantes contra la gestión del kirchnerista Bellinche desbordó al centro de estudiantes de UNITE (CEPA) –que respondía al decanato– y se conformó Bellas Artes al Frente con los activistas independientes, Contraimagen (PTS), Lucharte (PO) y ¡Ya Basta! (MAS), que arrasó en las elecciones con 2015 votos contra 1099 de la CEPA.

Sin embargo, la política del PTS y PO no fue de lucha, ni democrática durante todo el año. Su iniciativa del buffet sirve para ejemplificar.

Propusieron abrir un buffet privatizado con el argumento de que "no se podía luchar" para arrancar el financiamiento a la gestión, como escribieron en sus propios volantes. Esa iniciativa le dio un impulso terrible al kirchnerismo de ALBA , hoy agrupación de la gestión, que con su campaña furibunda contra la privatización, se instaló en toda la Facultad.

Para imponer su iniciativa de abrir el buffet privatizado reventaron una asamblea al darse cuenta que perdían la votación. Ni siquiera permitieron que se votara la moción del ¡Ya Basta!, que planteaba un camino de lucha para obtener el financiamiento, distinto a privatizar pero también al de ALBA  –junto a Sur y la CEPA– de no enfrentar a Bellinche. Luego el PO y el PTS buscaron avalar la privatización con asambleas de curso, método plebiscitario y burocrático utilizado por la CEPA, en el que la conducción del centro entra a las aulas con una propuesta y hace votar por sí o por no.

La iniciativa del buffet se puso en el centro cuando se avecinaba la Asamblea Universitaria, lo que nos permitía organizar a Bellas Artes y proyectarnos al conjunto del movimiento estudiantil regional con una política independiente de todos los decanos. Pero en su lógica, si "no se puede luchar" en una facultad en la que arrasamos como producto de la lucha contra el vaciamiento de la carrera de Música y por democratización, menos que menos tenía sentido una audaz política regional.

Por último, poner el centro en el buffet hizo que la campaña electoral se ordenara desde allí.

Bellas Artes no estuvo al frente

Desde un balance de que Bellas Artes al Frente no fue de lucha, ni democrático es que planteamos la necesidad de relanzarlo. Sin embargo, el PTS y el PO no abrieron ningún debate. Un día antes del cierre de listas hicieron autoproclamación de lo actuado. El PTS, coherente con su postura, planteó marginar al MAS en las listas, pese a que admitió que somos una fuerza superior al PO. La decisión de compartir sólo con el PO la presidencia expresó su definición política de reafirmar su orientación. La discusión de los cargos expresó la incapacidad del PTS de tolerar un frente con vida política y debate y eligió una alianza sólo con el PO, que venía de romper el mandato de una asamblea de Bellas Artes. También fue una señal de "buena voluntad" hacia la COPA, de que Bellas Artes se va a someter a la FULP por más que no enfrente a las autoridades, por más que firme documentos con las burocracias de ADULP y ATULP, por más que rompa las interfacultades y defina entre cuatro paredes el papel del movimiento estudiantil ante una asamblea universitaria.

La pérdida de 828 votos en un año de la nueva versión de Bellas Artes al Frente –con el buffet como estandarte– mostró el repudio del movimiento estudiantil a la política del PTS y el PO que no puso a la lucha al frente y que ven la democracia como un problema instrumental, cómo ámbito para refrendar sus posiciones, como lo demostraron al no tener problemas en romper asambleas o en convocar "asambleas de curso". Cayeron de los 2.015 que sacamos el año pasado a 1.187, lo que provocó que Bellas Artes por el Cambio (dirigido por el decano) quedara a pocos votos de ganar.

Desde ¡Ya Basta! conseguimos 251 votos (5,31%), con altas votaciones en Música, Plástica y Cine, pese al "voto útil" al que apelaba Bellas Artes al Frente. Nuestra campaña hizo centro en la necesidad de organizar de manera independiente y democrática al movimiento estudiantil de cara a las luchas que el año próximo se vendrán en el marco del ahogo presupuestario que traerá la crisis capitalista.

¿Qué es lo que escupe el PTS?

Desde el PTS y el PO se dedicaron desde que comenzó su iniciativa del buffet a acusarnos de "hacerle el juego a la derecha", cuando la realidad mostró que fue su política la que permitió fortalecer al ALBA –y a la gestión–, tal cual evidenciaron los estudiantes en la elección. Pero el PTS no se quedó sólo en las palabras: al finalizar el escrutinio se abalanzó sobre la columna del ¡Ya Basta!, mientras cruzábamos el hall de la Facultad para irnos, lanzando escupitajos contra nosotros.

Incapaces de autocrítica alguna y de hacerse cargo de sus definiciones políticas, el PTS pretende aplastar a quienes no sólo en los papeles planteamos durante el año la lucha por las necesidades estudiantiles desde una perspectiva independiente del gobierno K y las patronales agrarias; a quienes apoyamos todas las luchas obreras –no sólo las que dirigimos nosotros–; a quienes planteamos un frente con plenarios abiertos contra uno de mesa chica del PTS y PO; a quienes respetamos los mandatos de las asambleas estudiantiles; a quienes defendemos las interfacultades como forma de organizar al movimiento estudiantil en contraposición a una FULP que decide entre cuatro paredes y se alía con las burocracias docentes y no docentes.

Como grupo conservador que es, el PTS eligió tarde el camino de integrarse a centros y federaciones al "estilo la FUBA del PO", cuando el movimiento estudiantil ya empezó a sacar conclusiones de que se precisan otras herramientas.

Envuelto en sus contradicciones es incapaz de tolerar que no sigamos tras sus pasos. Y escupe, tirando a la basura los mínimos reflejos de debate político entre corrientes revolucionarias. El movimiento estudiantil de Bellas Artes que el año pasado se puso de pie contra el ajuste presupuestario y por democratización, en estas elecciones le dio material para sacar conclusiones políticas. Y sea cual fuese la conclusión que saque el PTS, deberían hacerse cargo.