Bellas
Artes
La política del PTS y el PO le abrió paso a
la
gestión kirchnerista
¡Ya Basta!,
Bellas Artes
El
año pasado la lucha de los estudiantes contra la gestión
del kirchnerista Bellinche desbordó al centro de
estudiantes de UNITE (CEPA) –que respondía al decanato–
y se conformó Bellas Artes al
Frente con los activistas independientes, Contraimagen (PTS),
Lucharte (PO) y ¡Ya
Basta! (MAS), que arrasó en las elecciones con 2015
votos contra 1099 de la CEPA.
Sin embargo, la
política del PTS y PO no fue de lucha, ni democrática
durante todo el año. Su iniciativa del buffet sirve para
ejemplificar.
Propusieron
abrir un buffet privatizado con el argumento de que "no
se podía luchar" para arrancar el financiamiento a la
gestión, como escribieron en sus propios volantes. Esa
iniciativa le dio un impulso terrible al kirchnerismo de
ALBA , hoy agrupación de la gestión, que con su campaña
furibunda contra la privatización, se instaló en toda la
Facultad.
Para
imponer su iniciativa de abrir el buffet privatizado
reventaron una asamblea al darse cuenta que perdían la
votación. Ni siquiera permitieron que se votara la moción
del ¡Ya Basta!, que planteaba un camino de lucha para
obtener el financiamiento, distinto a privatizar pero también
al de ALBA –junto
a Sur y la CEPA– de no enfrentar a Bellinche. Luego el PO
y el PTS buscaron avalar la privatización con asambleas de
curso, método plebiscitario y burocrático utilizado por la
CEPA, en el que la conducción del centro entra a las aulas
con una propuesta y hace votar por sí o por no.
La
iniciativa del buffet se puso en el centro cuando se
avecinaba la Asamblea Universitaria, lo que nos permitía
organizar a Bellas Artes y proyectarnos al conjunto del
movimiento estudiantil regional con una política
independiente de todos los decanos. Pero en su lógica, si
"no se puede luchar" en una facultad en la que
arrasamos como producto de la lucha contra el vaciamiento de
la carrera de Música y por democratización, menos que
menos tenía sentido una audaz política regional.
Por
último, poner el centro en el buffet hizo que la campaña
electoral se ordenara desde allí.
Bellas Artes no estuvo
al frente
Desde
un balance de que Bellas Artes al
Frente no fue de lucha, ni democrático es que
planteamos la necesidad de relanzarlo. Sin embargo, el PTS y
el PO no abrieron ningún debate. Un día antes del cierre
de listas hicieron autoproclamación de lo actuado. El PTS,
coherente con su postura, planteó marginar al MAS en las
listas, pese a que admitió que somos una fuerza superior al
PO. La decisión de compartir sólo con el PO la presidencia
expresó su definición política de reafirmar su orientación.
La discusión de los cargos expresó la incapacidad del PTS
de tolerar un frente con vida política y debate y eligió
una alianza sólo con el PO, que venía de romper el mandato
de una asamblea de Bellas Artes. También fue una señal de
"buena voluntad" hacia la COPA, de que Bellas
Artes se va a someter a la FULP por más que no enfrente a
las autoridades, por más que firme documentos con las
burocracias de ADULP y ATULP, por más que rompa las
interfacultades y defina entre cuatro paredes el papel del
movimiento estudiantil ante una asamblea universitaria.
La
pérdida de 828 votos en un año de la nueva versión de
Bellas Artes al Frente
–con el buffet como estandarte– mostró el repudio del
movimiento estudiantil a la política del PTS y el PO que no
puso a la lucha al frente y que ven la democracia como un
problema instrumental, cómo ámbito para refrendar sus
posiciones, como lo demostraron al no tener problemas en
romper asambleas o en convocar "asambleas de
curso". Cayeron de los 2.015 que sacamos el año pasado
a 1.187, lo que provocó que Bellas Artes por el Cambio
(dirigido por el decano) quedara a pocos votos de ganar.
Desde
¡Ya Basta! conseguimos 251 votos (5,31%), con altas
votaciones en Música, Plástica y Cine, pese al "voto
útil" al que apelaba Bellas Artes al
Frente. Nuestra campaña hizo centro en la necesidad de
organizar de manera independiente y democrática al
movimiento estudiantil de cara a las luchas que el año próximo
se vendrán en el marco del ahogo presupuestario que traerá
la crisis capitalista.
¿Qué es lo que escupe el
PTS?
Desde
el PTS y el PO se dedicaron desde que comenzó su iniciativa
del buffet a acusarnos de "hacerle el juego a la
derecha", cuando la realidad mostró que fue su política
la que permitió fortalecer al ALBA –y a la gestión–,
tal cual evidenciaron los estudiantes en la elección. Pero
el PTS no se quedó sólo en las palabras: al finalizar el
escrutinio se abalanzó sobre la columna del ¡Ya
Basta!, mientras cruzábamos el hall de la Facultad para
irnos, lanzando escupitajos contra nosotros.
Incapaces de
autocrítica alguna y de hacerse cargo de sus definiciones
políticas, el PTS pretende aplastar a quienes no sólo en
los papeles planteamos durante el año la lucha por las
necesidades estudiantiles desde una perspectiva
independiente del gobierno K y las patronales agrarias; a
quienes apoyamos todas las luchas obreras –no sólo las
que dirigimos nosotros–; a quienes planteamos un frente
con plenarios abiertos contra uno de mesa chica del PTS y PO;
a quienes respetamos los mandatos de las asambleas
estudiantiles; a quienes defendemos las interfacultades como
forma de organizar al movimiento estudiantil en contraposición
a una FULP que decide entre cuatro paredes y se alía con
las burocracias docentes y no docentes.
Como grupo
conservador que es, el PTS eligió tarde el camino de
integrarse a centros y federaciones al "estilo la FUBA
del PO", cuando el movimiento estudiantil ya empezó a
sacar conclusiones de que se precisan otras herramientas.
Envuelto en sus contradicciones es incapaz de tolerar que no
sigamos tras sus pasos. Y escupe, tirando a la basura los mínimos
reflejos de debate político entre corrientes
revolucionarias. El movimiento estudiantil de Bellas Artes
que el año pasado se puso de pie contra el ajuste
presupuestario y por democratización, en estas elecciones
le dio material para sacar conclusiones políticas. Y sea
cual fuese la conclusión que saque el PTS, deberían
hacerse cargo.
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