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Venezuela:
Elecciones con resultados
contradictorios
Chávez
logra la mayoría, pero pierde en casi todos
los centros políticos y sociales decisivos
Por Claudio testa
El 23 de noviembre pasado se realizaron
elecciones regionales (de estados y alcaldías), con resultados
contradictorios. Un ex ministro del presidente Chávez,
lo definió bien: fue una victoria táctica y, al
mismo tiempo, una derrota estratégica.
Con
una afluencia electoral del 65% –que es un porcentaje alto
para los promedios venezolanos– las listas del Partido
Socialista Unido de Venezuela (PSUV) lograron 5.600.000
votos contra 4.100.000 de otras candidaturas que, en su
inmensa mayoría, son de derecha con distintos grados de
hidrofobia. Chávez ganó así las gobernaciones de 17 de 22
estados en disputa y el 80% de las alcaldías.
Esto
contrasta con la última votación realizada en Venezuela:
el referéndum constitucional del 2 de diciembre del año
pasado. En él, Chávez perdió con el
49,29% (4.379.392 votos) por el SÍ, contra el
50,70% (4.504.354 votos) por el NO. Esa derrota se debió
principalmente a la abstención de sectores obreros y
populares que en anteriores elecciones votaban por Chávez.
Expresaron así su creciente descontento con el gobierno,
sin apoyar tampoco el voto NO de la derecha proimperialista.
Chávez ha recuperado, entonces,
en la elecciones regionales del 23/11, alrededor de
1.200.000 votos. Y sus adversarios –principalmente de
derecha– han perdido unos 400.000 votos.
Pero sería un error garrafal
limitarnos a este análisis puramente cuantitativo
(como hizo el mismo Chávez). La otra cara de la moneda es
que el PSUV perdió en casi todos los estados y
municipios donde se concentra la vida económica, social y
política. Perdió, en primer lugar, la Alcaldía
Metropolitana de Caracas, que hasta entonces gobernaba.
Y también fue derrotado en los estados de Zulia,
Miranda, Carabobo, Táchira y
Nueva Esparta.
Los cuatro primeros de esos estados,
junto con Caracas son de importancia estratégica:
En el Zulia, alrededor del lago Maracaibo, está la más
antigua región petrolera y es el estado más poblado; además,
un sector de la derecha proyanqui alienta tendencias
separatistas (al estilo de los “autonomistas”
bolivianos). Carabobo es un centro industrial de
primer orden, con un combativo movimiento obrero; Miranda
abarca también parte de la ciudad de Caracas y es el
segundo estado en población; Táchira, además de su
importancia social y económica, ocupa un lugar estratégico
en la frontera con Colombia.
Por esos motivos, el balance que hace
un militante del PSUV, está más cercano a verdad que el
triunfalista de Chávez: “Los
resultados electorales marcan una tendencia hacia el
deterioro del apoyo popular hacia el chavismo en las
principales ciudades del país. Si esta tendencia no se
revierte, futuras elecciones en el 2010 y 2012 podrán
asestar verdaderas y contundentes derrotas a este proceso
revolucionario. Es cuestión de ponerle atención a este fenómeno,
pues pudieran estarse creando las bases para que el
capitalismo mundial derroque a la revolución bolivariana
por medios electorales, sin necesidad de recurrir a golpes
de estado o intervenciones extranjeras.” (Roberto López Sánchez,
“La derecha avanza en las grandes ciudades”,
Rebelión, 27/11/08)
Efectivamente,
ésa es la política que se ha dado, por ahora, la mayoría
de la oposición de derecha.
La
causas de esto no son difíciles de señalar. La “Revolución
Bolivariana” no ha revolucionado las estructuras económico-sociales
del país. Ha desarrollado un asistencialismo a gran
escala, pero no ha solucionado los dos grandes problemas
de los trabajadores y el pueblo: en primer lugar, el empleo,
y, en segundo lugar, el salario. En ese sentido, Chávez
está a años-luz, no digamos de un sistema
“socialista”, sino simplemente del Perón de 1946-55 o
de otros regímenes nacionalistas parecidos.
Un conocido economista chavista
–Manuel Sutherland, que encabeza la Asociación
Bolivariana de Economistas Socialistas– resume así la
situación: “En este panorama quien más ha aprovechado el
crecimiento ha sido la casta rentística y especuladora de
la burguesía criolla... La plutarquía ha podido hacer
pingues negocios y ha sabido filtrar la renta, exprimiendo más
al trabajador... A medida que más crece la renta nacional,
la burguesía se apropiado más y más del producto.” (Sutherland,
“¿Para quién son los beneficios en la transición al
socialismo bolivariano?”, www.socialismo-o-barbarie.org,
edición del 30/09/07)
Este es el “mar de fondo” que ha
motivado resultados tan contradictorios. Si no se desarrolla
a tiempo una alternativa obrera y popular a la izquierda de
Chávez, la derecha proyanqui podría seguir ganando
posiciones.
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