Las consultoras de trabajo: un arma letal contra los
trabajadores
“Divide y reinarás”
Por Adrián Peryam
Ya se sabe que uno de los mayores
problemas que enfrentan los trabajadores para organizarse
dentro de la fábrica es la separación que hay entre ellos
y la más importante es la de trabajadores efectivos y
contratados. Entre los que trabajan para la empresa en sí,
los que trabajan en una tercerizada dentro de la empresa,
los que trabajan para un contratista, entre otras
modalidades.
En este aspecto las consultoras de trabajo juegan un papel
importante. Ya es sabido que la aparición en escena de
estos supuestos “generadores de trabajo” les aumenta la
rentabilidad a las patronales ya que garantizan trabajadores
contratados (vale destacar que en las fábricas de Córdoba,
los trabajadores contratados antes del inicio de la crisis
eran más de mitad de la planta de operarios) para
bajar el costo operativo de la puesta en funcionamiento de
la fábrica.
Ahora, hay que agregar otra característica: los que
son contratados en forma eventual y los que son contratados
por un período de tiempo determinado. Esto termina
siendo clave porque, por ejemplo, la patronal de Iveco se
agarra de que el personal temporario tiene sus contratos
vencidos y que los mismos no fueron renovados para
justificar los despidos.
Mientras, por el otro lado, en el
caso de los eventuales, las patronales tienen la posibilidad
de elegir el momento en que se les da la baja ya que los
mismos son llamados para los momentos de mayor producción.
Pero en esta ocasión, no sólo garantizan la mejor
explotación de los trabajadores, sino que ante los
despidos, están jugando perversamente como lo hicieron
varias consultoras en los despidos en la autopartista
Gestamp.
Gestamp
En la planta Córdoba de la autopartista alemana, las
distintas consultoras jugaron un papel clave para desmovilizar
a los trabajadores. Primero, adelantaron vacaciones;
luego, al finalizar éstas, cada consultora tuvo una movida
distinta: una suspendía por tiempo ilimitado, otras suspendían
por algunos días, otras despedían, y otras obligaban a
renunciar con la promesa de una reubicación... Lo que no
dicen es que esa reubicación es en la calle!
Lo concreto es que para esto iban llamando a los
trabajadores en forma separada y sin que los mismos se
encontrasen dentro de las plantas. Esto llevó, en parte, a
que un sector pequeño se empezara a organizar en forma
independiente de la burocracia ya que la misma, amparándose
en que los trabajadores efectivos no harían nada por ellos,
se lavaron las manos ante los despedidos.
Este proceso es muy incipiente y hasta el momento el
activismo de Gestamp no logró avanzar en organización
producto de no haber podido llegar al resto de los
despedidos, ni tampoco ganarse un sector de los trabajadores
efectivos.
En este sentido, es importante que los trabajadores hayan
modificado la política inicial del lunes de querer evitar
que la planta funcionase. No sólo porque no había todavía
fuerzas suficientes para hacerlo, sino que tampoco servía
para romper la falta de solidaridad que hay de los que están
trabajando.
Lo positivo es que los trabajadores de la autopartista
unificaron su reclamo a los trabajadores de Iveco y de
Volkswagen para poder dar una respuesta común de todo el
gremio a los reclamos del sector.
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